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Factores desencadenantes de la dermatitis atópica

¿Cuál es la relación exacta entre la dermatitis atópica y las alergias? La dermatitis atópica es una condición cutánea que afecta a numerosas personas, y su origen suele estar vinculado a desencadenantes relacionados con alergias. Para abordar este tema en profundidad, contamos con la valiosa perspectiva de la Dra. Yanina Coppola, una alergista de renombre.

“Estos pacientes, en su mayoría, experimentan los síntomas desde la infancia, como la picazón y otros problemas cutáneos. Es común que nos consulten inicialmente debido a la dermatitis, y posteriormente desarrollen otras condiciones alérgicas”, dijo en entrevista exclusiva.

Por ende, la colaboración interdisciplinaria es crucial en la atención de estos pacientes, ya que existen afecciones que pueden parecerse a la dermatitis atópica y requieren una evaluación más específica. Dermatólogos y alergistas trabajan conjuntamente para brindar el mejor cuidado a los pacientes.

¿Cuáles son los desencadenantes más comunes?

En el caso de la dermatitis atópica, los desencadenantes varían de un paciente a otro y son muy particulares. Sin embargo, existen factores comunes que suelen agravar la condición, como el calor y la exposición al sol, especialmente durante el ejercicio intenso, así como la sudoración y el uso de productos personales irritantes. En niños, es importante investigar si ciertos alimentos empeoran la situación.

“El calor y la exposición al sol son desencadenantes frecuentes que pueden agravar la condición, especialmente cuando se realiza ejercicio intenso. Además, la sudoración y el calor pueden provocar brotes de dermatitis atópica. El uso de productos personales irritantes también puede exacerbar la condición. En el caso de los niños, es importante verificar si hay alimentos que podrían estar empeorando la situación”, explicó la doctora Coppola.

En ese sentido, dada la variabilidad en los desencadenantes, es esencial llevar a cabo una evaluación individualizada y personalizada para determinar los factores específicos en cada caso.

La rinitis, especialmente en la nariz, es un componente importante en el manejo de pacientes con dermatitis atópica. La rinitis alérgica se puede tratar de manera individualizada, utilizando aerosoles nasales como el PRONASE o corticosteroides nasales según los síntomas predominantes del paciente. Además, la vacuna de alergia es una opción para aquellos que no responden adecuadamente a otros tratamientos, generalmente a partir de los 5 o 6 años.

“En cuanto a la vacuna de alergia, es una opción para pacientes con rinitis alérgica que no responden adecuadamente a otros tratamientos. Por lo general, se considera apropiado comenzar la vacunación a partir de los 5 o 6 años, ya que a esta edad los niños pueden comunicar mejor sus síntomas y sensaciones, lo que ayuda en el proceso de la vacunación”, contó.

No obstante, es fundamental destacar que muchos pacientes con dermatitis atópica también pueden desarrollar asma, ya que aproximadamente el 80% de los pacientes con asma tienen una base alérgica. Las alergias a ácaros del polvo y cucarachas son desencadenantes comunes de ambas condiciones, lo que resalta la importancia de abordar estas comorbilidades en la atención médica integral.

Alérgenos en Puerto Rico

En regiones como Puerto Rico, al igual que en muchas otras, existen alérgenos perennes presentes durante todo el año que pueden influir en las afecciones alérgicas, incluida la dermatitis atópica. Por lo tanto, prestar atención al entorno del paciente y tomar medidas para reducir la exposición a estos alérgenos es esencial.

“Es cierto que en Puerto Rico, al igual que en muchas regiones, existen alérgenos perennes que están presentes durante todo el año. Estos alérgenos pueden desempeñar un papel importante en las afecciones alérgicas, incluida la dermatitis atópica. Por eso es fundamental prestar atención al entorno del paciente y tomar medidas para reducir la exposición a estos alérgenos”.

Enfoques de autocuidado

El cuidado de la piel es un enfoque principal en la atención de pacientes con dermatitis atópica. El uso regular de emolientes es esencial para mantener la piel hidratada, ya que la barrera cutánea de estos pacientes suele estar comprometida, lo que puede llevar a la sequedad y picazón. Mantener la piel hidratada es crucial para romper el ciclo de picazón y enrojecimiento.

Además de cuidar la piel, se debe considerar el entorno del paciente. Reducir la exposición a alérgenos perennes, como ácaros del polvo y cucarachas, puede ser beneficioso. “Esto puede incluir medidas como la limpieza regular del hogar, el uso de fundas antialérgicas en colchones y almohadas, y la implementación de estrategias de control de alérgenos en el hogar”.

La combinación de medidas, como el uso de filtros HEPA en los sistemas de aire, deshumidificadores para mantener niveles de humedad bajos y la limpieza regular del hogar, puede ayudar a reducir la carga de alérgenos en el ambiente. Aunque estas medidas no eliminarán por completo los alérgenos, contribuirán a crear un entorno más saludable y a disminuir los desencadenantes de las afecciones alérgicas, como la dermatitis atópica.

“El uso de mascarillas, aunque ya es más común en ciertos contextos debido a la pandemia de COVID-19, puede ayudar a reducir la inhalación de alérgenos en ciertas situaciones, como al realizar tareas que puedan aumentar la exposición a alérgenos”, finalizó.

Recuerda que, si bien estas medidas no curan la dermatitis atópica, pueden ayudar a controlar los síntomas al reducir la exposición a alérgenos y crear un ambiente más favorable para el bienestar de los pacientes.

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