¿Cómo se trata el acné y la rosácea en pieles de color?
En el marco del Congreso de la American Academy of Dermatology (AAD) de 2023, llevado a cabo en Nueva Orléans, Estados Unidos, el Dr. Andrew F. Alexis, dermatólogo y vicepresidente en el Área de Diversidad e Inclusión del Departamento de Dermatología en el Centro Médico Weill Cornell, en Nueva York, explicó que existen diferencias importantes en el manejo general del acné en pieles de color, en contraste con la población caucásica.
«El acné encabeza la lista de las afecciones dermatológicas más comunes en diferentes poblaciones étnicas y raciales», señaló el dermatólogo de acuerdo con una publicación del portal Medscape.
En la publicación del portal Medscape, el especialista en el cuidado de la piel, aclaró que los pacientes de piel más oscura tienen una tendencia a desarrollar hiperpigmentación postinflamatoria (manchas planas de color cambiado) como una secuela duradera del acné inflamatorio y cicatrización hipertrófica y queloide, lo cual tiene un impacto muy importante para los pacientes, especialmente en el contexto del acné troncal, donde estos tipos de cicatrización son más comunes.
Para el Dr. Alexis, la hiperpigmentación postinflamatoria se desarrolla como una secuela natural espontánea de las lesiones de acné, sin embargo, en pieles con un puntaje Fitzpatrick alto (se usa para determinar cuál de los seis tipos de piel posibles tiene una persona), se convierte en el signo más molesto y persistente que puede empeorar las lesiones de la piel o que puede inducir a las personas al uso de esquemas del cuidado de la piel vigorosos e irritantes.
De acuerdo con el dermatólogo, un estudio realizado en 2014 permitió evidenciar que las mujeres de raza blanca con acné prestan mayor importancia al tratamiento de las manchas post inflamatorias frente a los participantes caucásicas que hicieron parte del estudio, que suelen prestar mayor atención al tratamiento de la lesiones inflamatorias que están activas.
De esta manera se busca alterar el punto final de las terapias ofrecidas hasta el momento para el manejo del acné y buscar más allá de superar las pápulas, pústulas, comedones, nódulos, etc. lograr la resolución de las secuelas pigmentarias que suelen presentarse, afectando incluso la salud emocional de los pacientes.
Los retinoides tópicos, medicamentos similares o derivados de la vitamina A, se han convertido en una herramienta muy útil para controlar no sólo el acné sino también la hiperpigmentación postinflamatoria.
Actualmente existe una gran cantidad de opciones en cuestión de retinoides con nuevas formulaciones que presentan mayor tolerabilidad que los retinoides de primera generación. Un ejemplo de ello es tazaroteno, un tipo de loción indicada para el tratamiento del acné, con excipientes hidratantes y una malla polimerasa que mejora su tolerancia disminuyendo las lesiones activas de acné y mejorando la pigmentación post inflamatoria en un periodo promedio de 12 semanas.
Para el Dr. Alexi,s el uso de hidroquinona en manchas post inflamatorias secundarias al acné es poco práctico debido a que las máculas (un área cutánea plana, visible y descolorada) tienden a ser pequeñas y se esparcen en áreas grandes como la cara o espalda.
El ácido azelaico también ha demostrado ofrecer mejoras en cuanto al tema de hiperpigmentación post inflamatoria inducida por acné y a diferencia de la hidroquinona, es un producto seguro para emplear en zonas amplias sin correr el riesgo de causar hipopigmentación.
A su vez, de acuerdo con el especialista, las quimio exfoliaciones superficiales con ácido salicílico a 20% o 30% efectuadas de manera cautelosa también pueden convertirse en un excelente adyuvantes en el tratamiento de la pigmentación post inflamatoria.
“El Dr. Alexis resaltó la importancia del concepto «inflamación subclínica», que surgió por primera vez en un estudio llevado a cabo en la década de los años 90, donde se tomaron biopsias faciales en mujeres afroamericanas con acné y se encontró que a nivel histológico había una inflamación marcada, incluso en lesiones clínicamente no inflamatorias, como los comedones. Posteriormente un grupo en Reino Unido analizó biopsias de piel perifolicular clínicamente normal del tronco de individuos con acné en comparación con piel perifolicular de pacientes controles sin la afección. Se observó una mayor expresión de citoquinas proinflamatorias y una mayor infiltración perifolicular de células T en los pacientes con acné”, detalla el portal Medscape.
Dificultad en atención óptima
El Dr. Alexis señaló un estudio donde se demuestra que los pacientes afroamericanos con acné tienen menos probabilidades de recibir isotretinoína, retinoides tópicos y espironolactona, en comparación con los caucásicos, por lo que existen algunas disparidades preocupantes en el manejo de esta entidad, dificultando la posibilidad de recibir atención oportuna y óptima.
Manejo de rosácea en pieles de tonalidad oscura
De acuerdo con el dermatólogo, el diagnóstico de rosácea en pieles de tonalidad oscura suele ser un reto para los médicos debido a que el eritema (lesión cutánea caracterizada por enrojecimiento de la piel) comúnmente es más sutil y en ocasiones casi imperceptible.
Muchas veces la condición se detecta luego de que el paciente informa sobre síntomas como quemazón, escozor, alta sensibilidad a la mayoría de los agentes tópicos que usa o sensación de calor en el centro de la cara, lo que podría ser una pista de que hay eritema asociado con rosácea.
En el encuentro dermatológico se destacó la importancia de buscar diferentes alternativas de tratamiento para el manejo de rosácea en pieles de color, evitando los procedimientos que frecuentemente se usan en pieles más claras, como luz pulsada intensa y láser colorante pulsado, ya que estos pueden conllevar riesgos considerables en pacientes con piel con fototipos 5 y 6.
Por el contrario, técnicas como el láser Nd:YAG pulsado de 650 microsegundos podría ser más seguro y eficaz como tratamiento en pacientes con piel oscura.
Fuente Medscape