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Hidradenitis Supurativa

¿Cómo se diagnostica y trata la hidradenitis supurativa?

Actualmente no existe ninguna prueba específica para la detección de la hidradenitis supurativa, por eso el retraso en el tiempo de diagnóstico es considerable.

La Iniciativa Estratégica en HS HérculeS recomienda un esquema basado en tres preguntas centradas en el tipo de lesión, localización y recurrencia.

Para identificar la HS, el especialista se basa en la presencia de lesiones típicas de la enfermedad, en su localización específica y olor; también en su conicidad, recurrencia, y en la falta de curación total con antibióticos.

Una herramienta fundamental para el diagnóstico y seguimiento de la enfermedad es la ecografía, ya que algunas lesiones no pueden ser detectadas con la palpación del especialista.

Con esta prueba se refleja el estado real de la enfermedad: número y extensión de las lesiones, así como el estado de la actividad antiinflamatoria. Esto ayuda a la elección del tratamiento correcto en función de la severidad, y al seguimiento de la respuesta.

Aunque el diagnóstico se basa generalmente en datos clínicos, en ocasiones el médico puede solicitar pruebas complementarias (biopsias cutáneas, cultivos de exudado, pruebas de imagen), que variarán en función de los síntomas del paciente y de si presenta otras enfermedades asociadas o no.

Criterios primarios de diagnóstico

(Según la Iniciativa Estratégica HérculeS)

  • Presentar lesiones dolorosas o supurativas en 2 o más ocasiones en los últimos 6 meses.
  • Que dichas lesiones se localicen en alguna de las siguientes áreas: alrededor de las axilas, mamas, ingles, ano, nalgas y genitales.
  • Que esas lesiones sean las siguientes: nódulos dolorosos o abscesos en axilas, ingles, nalgas, región inframamaria o perianal.

¿Qué tratamiento tiene la HS?

El carácter progresor de la enfermedad pone de manifiesto la importancia de tratar a estos pacientes en estadios menos graves para evitar su progresión, pudiendo alcanzar así un control más eficaz de la actividad inflamatoria.

Este periodo temporal ocurre en las etapas iniciales de la enfermedad previo a la fase de desarrollo de secuelas irreversibles.
Por esto mismo, es muy importante iniciar el tratamiento lo antes posible, ya que ayudará a mejorar los resultados antes de que las lesiones sean definitivas.

  • El tratamiento dependerá de la gravedad de la enfermedad y de su impacto sobre el paciente y está principalmente enfocado en controlar la inflamación y reducir o aliviar el dolor.
    Los tratamientos siempre deben de ser prescritos por el médico y serán personalizados según las características personales y el tipo y severidad de hidradenitis del paciente.
  • Incluye la combinación de medicamentos aplicados directamente sobre la piel (tópicos) como exfoliantes y antibióticos, por vía oral (sistémicos) como antibióticos y corticoides y por vía subcutánea como el biológico.
  • El médico utilizará los distintos tratamientos disponibles según el algoritmo de tratamiento de la hidradenitis supurativa, según la Iniciativa HérculeS.
  • El retraso de varios años en el diagnóstico de la HS, puede llevar al empeoramiento tanto físico como psicológico del paciente.

De igual modo, se puede decir que existen cuatro tipos de tratamientos frente a la HS, que se utilizarán en función de la gravedad de la enfermedad:

Tratamiento obstruyendo el folículo piloso:

Retinoides, que suelen administrarse en periodos largos de 6 a 12 meses, como la isotretinoína, la acitretina y la alitretinoína.

Tratamiento controlando la respuesta inflamatoria

Si el tratamiento es satisfactorio se precisan pautas continuas durante años:

  • Corticoides, que se administran en ciclos cortos y producen mejoría clínica por su acción antiinflamatoria e inmunosupresora.
  • Inmunosupresores, como la ciclosporina.
  • Biológicos, que actúan al bloquear una sustancia que produce el sistema inmunitario llamada TNF-α, que está claramente aumentada en la respuesta inflamatoria de los pacientes con HS. A través de este bloqueo, reduce la respuesta del sistema inmune y detiene el avance de la enfermedad. Adalimumab es el único biológico con la indicación para HS en su ficha técnica.

Tratamiento por sobreinfección

Antibióticos (tetraciclinas o combinación de rifampicina y clindamicina) que se administran en ciclos de 3 meses. Estos tratamientos van dirigidos a controlar la inflamación y la sobreinfección bacteriana.

Otros:

  • Antiandrógenos
  • Tratamientos quirúrgicos. Según el caso, puede ser necesaria la intervención quirúrgica para escindir las fístulas y abscesos subcutáneos. Se ha visto que al combinar el tratamiento biológico con cirugía se logran mejores resultados. También ayuda a reducir el número de brotes, lo que redunda en una mejora en la calidad de vida del paciente.

¿Cuándo debo acudir al médico?

Si no está diagnosticado:

Es recomendable consultar al médico de atención primaria si aparecen de forma repetida nódulos en pliegues, en nalgas o en la región mamaria.

También se debe acudir al médico lo antes posible si aparecen abscesos, ya que éstos pueden evolucionar a cicatrices o fístulas de difícil tratamiento.

Si está diagnosticado:

El drenaje de los abscesos debe efectuarse bajo supervisión médica (consulta del médico de atención primaria, del dermatólogo o en el servicio de urgencias).

Si se experimenta un brote, se deberá llevar a cabo un seguimiento médico de acuerdo con la severidad, extensión y periodicidad del mismo.

Fuente: Guía para pacientes con hidradenitis supurativa (ASENDHI/Abbvie)

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