Racismo y salud mental
Por: Hécmir M. Torres Cuevas, PhD
Universidad Albizu
Recientemente hemos sido testigos a través de los medios de comunicación y de las redes sociales de diferentes actos de violencia hacia personas de color. Estos hechos ocurridos en los Estados Unidos mantienen activa la discusión pública sobre el tema del racismo.
El racismo se define como aquellas creencias, actitudes y comportamientos discriminatorios contra personas de una raza determinada. Es un acto de supremacía, en el cual se devalúa o denigra a las personas de otras razas. Puede ocurrir en distintas esferas tales como instituciones, comunidades e individuos.
Es posible verlo de manera explícita tal como sucede a través de los insultos y las agresiones, pero también puede devenir de forma implícita. Las manifestaciones implícitas del racismo se observan en diversas formas. Entre las más comunes se encuentran las micro agresiones, las creencias de inferioridad de otras razas, los estereotipos que cuestionan el valor y la dignidad de las personas, o incluso al tratar de negar el problema.
En Puerto Rico, al igual que en otros países de Latinoamérica, es muy común que este problema se refleje a través de chistes o comentarios que se realizan hacia determinados grupos raciales. Algunos pueden no tener la intención de marcar a un grupo como diferente, pero tristemente su impacto en la persona que lo recibe es el mismo.
Los efectos en la salud física y mental del discrimen y el racismo han sido ampliamente estudiados. En gran medida, son acumulativos, ya que, lamentablemente, muchas personas experimentan diversas manifestaciones de racismo a lo largo de su vida.
Lidiar constantemente con un ambiente hostil es abrumador, agotador y estresante. La exposición continua a estos eventos, en los medios o redes sociales, puede ser, a su vez, un detonante para revivir sentimientos de inseguridad y desencadenar secuelas en la salud mental.
Algunos de las consecuencias en la salud mental asociadas con el racismo son: coraje, frustración, baja autoestima, desesperanza, angustia, fatiga, ansiedad y depresión. Tal como ocurre en otros tipos de traumas, las personas pueden experimentar temor, vergüenza, culpa, hipervigilancia, confusión y tensión.
Si usted ha experimentado signos o síntomas psicológicos relacionados con el discrimen o racismo, le brindamos las siguientes recomendaciones:
- Reconozca y valide sus emociones. No trate de ocultarlas.
- Practique la autocompasión. Reconozca que sus reacciones y emociones ante el racismo son respuestas esperadas ante eventos estresantes y dolorosos.
- Establezca su valor. Es importante que reconozca su dignidad y valor como persona.
- Reflexione sobre sus cualidades. Uno de los efectos del racismo es que internalizamos los mensajes negativos.
- Comparta con amistades. Rodéese de personas que reconozcan su valor como persona. Personas con las cuales pueda desahogarse y conversar sobre el impacto emocional del racismo. No se aísle.
- Asista a grupos de apoyo. Hay organizaciones sin fines de lucro que trabajan en pro de los derechos humanos. Estas ofrecen talleres, conferencias y proveen la oportunidad de conocer a profesionales aliados.
- Busque ayuda profesional. Asistir al psicólogo es una herramienta para trabajar con su bienestar emocional. No es un signo de debilidad.
Si necesita apoyo o servicios de salud mental también puede comunicarse con las Clínicas de la Universidad Albizu clinicas.albizu.edu o llamando al 787-993-3885 (San Juan) o al 787-838-7272 extensión 7137 (Mayaguez).