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Cardiovasculares

Comprendiendo el corazón femenino y sus factores de riesgo

Las diferencias en los riesgos cardiovasculares entre mujeres y hombres son un tema de creciente interés en la medicina moderna. Para profundizar en este asunto, contamos con la valiosa perspectiva de la Dra. Gabriela Cotto-Pérez, MD, especialista en medicina primaria preventiva y promotora de salud comunitaria. 

Antes de abordar los riesgos, es importante señalar que, aunque hay dos o tres hombres en la audiencia, la mayoría del público presente ha sido mujeres. «Es fundamental reconocer que existen diferencias significativas en los riesgos cardiovasculares entre hombres y mujeres, especialmente a partir de los 40 años», enfatiza la Dra. Cotto-Pérez. En este sentido, se destaca la importancia de que los hombres también se preocupen por la salud de sus madres y parejas, creando una red de apoyo mutuo.

 Factores hormonales y su impacto en la salud cardiovascular

Las mujeres suelen ser diagnosticadas con condiciones cardiovasculares o periféricas a una edad más avanzada. Esto se debe, en parte, al estrógeno cardioprotector que produce nuestro cuerpo durante la etapa reproductiva. «El estradiol, un tipo de estrógeno que se genera en los ovarios, tiene un efecto protector en el corazón», explica la especialista. Sin embargo, a partir de los 40 años, se observa un aumento en la incidencia y prevalencia de enfermedades cardiovasculares en mujeres, lo que resalta la importancia de abordar la salud hormonal en esta etapa.

La disminución gradual de hormonas, especialmente durante la perimenopausia y la menopausia, puede llevar a que muchas mujeres lleguen a consulta con problemas como hipertensión arterial descontrolada o dolor en pies y piernas, síntomas que a menudo se asocian con la enfermedad arterial periférica. «Es vital tener estos espacios para visibilizar estos temas y permitir que las mujeres conozcan y controlen sus factores de riesgo«, afirma la Dra. Cotto-Pérez.

 La menopausia y sus implicaciones

Las enfermedades cardiovasculares son la principal causa de mortalidad en mujeres, superando incluso al cáncer. «Esto no es casualidad, ya que la perimenopausia puede comenzar hasta 8 años antes de la menopausia, lo que se convierte en un factor común en el diagnóstico de condiciones cardiovasculares», destaca la Dra. Cotto-Pérez. Por lo tanto, la suplementación hormonal puede ser un aspecto a considerar en la salud cardiovascular de las mujeres.

La terapia de reemplazo hormonal se centra en tratar los síntomas climaterales que surgen cuando la paciente ha estado 12 meses sin su período menstrual. Es importante aclarar que esta terapia no debe confundirse con el estrógeno endógeno que el cuerpo produce de forma natural y que tiene un efecto cardioprotector. Los síntomas más comunes de la menopausia, como sofocos y dificultades en la gestión de las emociones, pueden llevar a confusiones en el diagnóstico y tratamiento de las mujeres, ya que «muchas veces las pacientes son medicadas con tratamientos para la depresión mayor o la ansiedad, cuando en realidad lo que experimentan es un descontrol hormonal».

 Síntomas de problemas cardiovasculares en mujeres

Es crucial estar atentos a los síntomas que pueden indicar problemas cardiovasculares en las mujeres. Uno de los síntomas más mencionados es la claudicación, que se refiere al dolor en las piernas al caminar. «Muchas veces, mis pacientes se asustan al experimentar esto, ya que no están acostumbrados a que los médicos examinen sus pies», explica la Dra. Cotto-Pérez. Es fundamental realizar una evaluación física adecuada, que incluya palpar los pulsos distales, como los pulsos pedales. 

Durante la evaluación, si un paciente presenta dolor en las piernas, disminución en el pulso, calambres al caminar, cambios en la pigmentación de la piel o úlceras que no sanan, es posible que estemos ante la enfermedad arterial periférica. «Estas úlceras no son necesariamente diabéticas; pueden ser el resultado de problemas de circulación», advierte la especialista.

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Además, es importante estar alerta a la fatiga. «Las mujeres tienden a cuidar de todos los demás, pero descuidan su propia salud», observa la Dra. Cotto-Pérez. Esto contrasta con los hombres, quienes suelen presentar síntomas más agresivos y definidos, como un dolor de pecho opresivo, que pueden ser indicativos de un infarto o una oclusión en las arterias coronarias. 

Por lo tanto, es esencial que las mujeres se realicen una visita al cardiólogo al menos una vez al año. «Dependiendo de los hallazgos, el médico primario puede optimizar la referencia al especialista», sugiere la Dra. Cotto-Pérez. En su práctica, ella suele realizar un Doppler arterial para que, cuando sus pacientes visiten al cardiólogo, ya cuenten con la información necesaria para iniciar el tratamiento adecuado.

 Estilo de vida y su impacto en la salud cardiovascular

El estilo de vida de una mujer es crucial para proteger su salud cardiovascular. «Adoptar hábitos saludables puede marcar una gran diferencia en la prevención de enfermedades y en la calidad de vida», enfatiza la Dra. Cotto-Pérez. Muchas veces, las mujeres dicen: «Yo camino, hago ejercicios», pero es fundamental incluir actividad cardiovascular, especialmente a partir de los 30 años, ya que «el metabolismo basal de las mujeres comienza a cambiar».

Se recomienda una rutina de actividad física que combine ejercicios cardiovasculares con entrenamiento de fuerza y resistencia. «No hay que tener miedo a las pesas; no es necesario comenzar con pesos altos», aconseja. Ejercicios como simular el pedaleo en una bicicleta o usar pesas ligeras en los tobillos son excelentes formas de combinar el cardio con el entrenamiento de resistencia. 

Además, la salud emocional también tiene un impacto directo en la salud cardiovascular. El estrés y la ansiedad pueden aumentar la frecuencia cardíaca y la presión arterial. «Es crucial reconocer que somos seres integrales; nuestra salud emocional y física están interconectadas», afirma la especialista. Por lo tanto, es fundamental contar con un equipo de salud que incluya un profesional de la salud mental, un médico primario y un nutricionista.

 La importancia de la nutrición

La nutrición es un componente esencial que a menudo pasamos por alto. «En términos generales, hay tres macronutrientes clave a considerar: las proteínas, los carbohidratos y las grasas«, comenta la Dra. Cotto-Pérez. Cada plato debe incluir una fuente de proteínas, preferiblemente magras y bajas en grasa. El salmón, por ejemplo, es ideal por sus beneficios nutricionales y por ser una excelente fuente de omega-3, que es cardioprotector.

Es fundamental incluir carbohidratos en la dieta; eliminarlos por completo no es saludable. «El cuerpo necesita azúcar como fuente de energía, pero lo crucial es qué tipo de azúcar ingerimos y en qué cantidad», aclara. Optar por carbohidratos complejos que contengan fibra es esencial para una alimentación saludable. «Entre las opciones saludables se encuentran los vegetales y los granos integrales, que son excelentes elecciones», sugiere.

No se trata de eliminar los placeres de la vida, sino de encontrar un equilibrio. «Las mujeres tenemos la responsabilidad de cuidar de nosotras mismas y priorizar nuestra salud«, concluye la Dra. Cotto-Pérez. En resumen, para lograr una vida longeva y saludable, es fundamental conectar con un propósito, cuidar tanto la salud física como la mental y fomentar una comunidad que apoye la salud integral de las mujeres.

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Mira aquí la entrevista completa:

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