Las autoridades de salud de Colorado confirmaron este martes un caso de contagio humano de peste bubónica en el condado de Pueblo, al sur del estado. Este es el tercer caso reportado de esta enfermedad en 2024, tras los detectados en Oregón en febrero y en Nuevo México en marzo.
El paciente, infectado con la bacteria Yersinia pestis (causante de la peste bubónica), fue hospitalizado la semana pasada y su condición ha mejorado desde entonces, según informó Trysten García, portavoz del Departamento de Salud Pública y Medio Ambiente del Condado Pueblo (Pdphe). Aún se desconoce el lugar y modo de contagio.
La peste bubónica, conocida históricamente como la plaga, es endémica en ciertas regiones del oeste de Estados Unidos, incluyendo Colorado, Arizona, California, Nevada, Nuevo México y Oregón. La forma más común de contagio es a través de la picadura de pulgas infectadas que saltan de roedores a humanos. Sin embargo, también puede ocurrir por contacto directo con animales infectados, como ratas o perros, o por la tos de estos animales. Los humanos también pueden contagiarse entre sí al toser.
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Cada año, se registran en promedio siete casos de peste bubónica en Estados Unidos. El último brote significativo en el país ocurrió en Los Ángeles en la década de 1920, resultando en aproximadamente 30 muertes, según los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC).
El Pdphe ha aconsejado a los dueños de mascotas evitar que estas cacen roedores y ha advertido que los collares antipulgas no siempre son efectivos contra pulgas infectadas con peste. Además, se sugiere no dormir junto a las mascotas para reducir el riesgo de contagio.
«La peste se puede tratar con éxito con antibióticos, pero una persona infectada debe recibir tratamiento rápidamente para evitar complicaciones graves o la muerte», expresó Alicia Solís, directiva del Pdphe.
Actualmente, no existe una vacuna contra la peste bubónica, que puede ser mortal si no se trata a tiempo. La bacteria puede infectar los pulmones (peste neumónica) o la sangre. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la tasa de mortalidad de la peste bubónica varía entre el 30% y el 60%, dependiendo del país y otros factores.
Los síntomas de la peste bubónica pueden aparecer entre uno y siete días después de la infección e incluyen fiebre repentina, escalofríos, dolor de cabeza intenso, dolores musculares, náuseas, vómitos y la inflamación de los ganglios linfáticos, conocidos como bubones.
Históricamente, la peste bubónica causó la muerte de aproximadamente 50 millones de personas en Europa durante el siglo XIV, con posteriores epidemias en China e India. En la actualidad, los países con mayor incidencia de peste bubónica endémica son la República Democrática del Congo, Madagascar y Perú, según la OMS.
Las autoridades de salud de Colorado y los CDC continúan monitoreando la situación y recomiendan a la población estar alerta a los síntomas y buscar atención médica inmediata si se sospecha de infección por peste bubónica.
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