Vaginosis: ¿podría ser considerada una enfermedad de transmisión sexual?
La vaginosis bacteriana (VB) es una infección vaginal que se produce cuando hay un desequilibrio en las bacterias naturales de la vagina. Aunque hasta la fecha había sido manejada como una infección común por su frecuencia en mujeres, una nueva investigación abre la puerta para considerar si se trata o no de una infección de transmisión sexual.
De acuerdo con los CDC, la vaginosis bacteriana es la condición médica vaginal más común entre las mujeres de 15 a 44 años.
«El equilibrio normal de las bacterias vaginales se puede alterar por el uso de duchas vaginales, por no usar condones y por tener múltiples o nuevas parejas sexuales y esta alteración aumenta el riesgo de presentar vaginosis bacteriana», detallan los CDC.
Lee aquí Un nuevo enfoque para tratar la vaginosis bacteriana: ahora también en hombres
Síntomas característicos
- Secreción vaginal que puede ser de color gris, blanco o verde
- Mal olor
- Picazón
- Ardor al orinar
Detalles de la investigación
Un estudio publicado en The New England Journal of Medicine destaca la importancia de empezar a considerar la vaginosis bacteriana como una infección de transmisión sexual, tal como la gonorrea, la clamidia o el virus del papiloma humano.
Un estudio realizado en varios centros de salud sexual australianos comparó dos tratamientos para la vaginosis bacteriana en parejas monógamas.
- A 83 parejas se les administró el tratamiento estándar, que consistía en antibióticos para la mujer durante siete días.
- A otras 81 parejas, se les administró a los hombres tratamiento antibiótico tanto en crema como por vía oral, mientras que las mujeres recibieron el tratamiento estándar.
Tres meses después, la vaginosis bacteriana recurrió en el 63 % de las mujeres del primer grupo, en comparación con solo el 35 % de las mujeres del segundo grupo.
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Lo que se espera de ahora en adelante es un cambio en el protocolo de manejo de esta infección, asegurando un tratamiento que involucre a las parejas masculinas de estas mujeres, convirtiéndose en un factor clave para la recuperación de ese desequilibrio bacteriano.
Si no se trata, la vaginosis bacteriana puede desaparecer sola, pero aumenta el riesgo de:
- Contraer o transmitir el VIH.
- Parto prematuro durante el embarazo.
- Contraer otras ETS (como clamidia o gonorrea).
- Enfermedad inflamatoria pélvica (EIP), que puede causar infertilidad.