Vacunar a tus hijos: Un acto de amor
Durante años, científicos y doctores dedicaron gran parte de sus vidas a encontrar vacunas contra enfermedades contagiosas. Reconocer el esfuerzo de esos héroes de nuestro pasado, es hoy utilizar sus valiosos descubrimientos, para cuidar la salud de los más pequeños.
Bajo esa premisa, se reunieron en una conferencia de prensa la Dra. Antonia Novello, 14ta cirujano general de los EE.UU., junto a la Dra. Yasmín Pedrogo, catedrática de Pediatría del RCM-UPR y un grupo de maestros, para urgir a los padres a la vacunación de sus hijos antes del comienzo de clases en Puerto Rico.
Ahora la vacunación cobra mayor importancia
Ante la nueva realidad que ha impuesto el Covid-19, es una prioridad proteger a los niños, y la manera más efectiva es vacunarlos contra enfermedades ya conocidas como sarampión, influenza, varicelas o meningitis, asegura la doctora Pedrogo. En este sentido, hace especial énfasis en la vacuna contra el virus del papiloma humano (VPH), que ha logrado disminuir de manera significativa la incidencia de cáncer en personas adultas.
“A nosotros los pediatras nos ocupa que se complete la segunda dosis de VPH para crear una inmunidad completa y que nuestros niños estén protegidos”, afirma la doctora Pedrogo.
¿Qué tan seguras son las vacunas?
Aunque muchos ponen en dudas los beneficios de las vacunas, la doctora Pedrogo explica que son muy seguras, la mayoría de las reacciones son leves y temporales.
“Los trastornos de salud graves que en el pasado han sido asociados con alguna vacuna han recibido un seguimiento riguroso. Incluso, las vacunas para niños se estudian durante periodos más largos de tiempo que cualquier otro medicamento antes de ser aprobados por la FDA (Administración de Drogas y Alimentos). Es más probable tener un trastorno grave por una enfermedad prevenible mediante vacuna, que por la vacuna en sí”, agrega la doctora Pedrogo.
Padres y maestros unidos por la salud de los pequeños
Por su parte, la doctora Novello, como portavoz de VOCES Coalición de Inmunización y Promoción de la Salud de Puerto Rico, enfatiza en la necesidad de que los padres, actualicen las vacunas de sus niños y adolescentes, y se eviten así complicaciones en la salud familiar y comunitaria.
“Durante esta pandemia se paralizó todo. Nos encerramos. Nos enseñaron que solo podíamos ir a hospitales, farmacias y a echar gasolina, pero no nos advirtieron que había que continuar con la vacunación de todos, especialmente los niños… Ahora es necesario consultar con su pediatra, y tener las vacunas al día”, resaltó la doctora Novello.
Los criterios de maestros de diferentes niveles de enseñanza convergen en un punto en común, su objetivo continúa siendo educar a los hijos en un ambiente seguro y saludable, ya sea en la escuela o en el hogar, como asegura Myrna Ortiz, maestra de tercer grado.
Sin embargo, reconoce que necesitan de la ayuda de los padres en este proceso, esto evitará que otras enfermedades peligrosas, además de Covid, se propaguen en el hogar o en el salón de clases.
El mensaje de Ángel Javier Pérez Hernández, maestro de Educación Física de nivel elemental e intermedio en la escuela José Pagán De Jesús de Vega Alta, resume el sentir de esos educadores que cuidan a los pequeños desde las aulas:
“Estamos preparándonos para el regreso a clases. Papá y mamá, por ti, por mí, por tus niños, por sus compañeros, por los niños inmunocomprometidos, por amor, vacúnalos. Queremos comenzar las clases protegidos, las vacunas a tiempo salvan vidas.”
El regreso a clases en septiembre, ya sea de manera virtual o presencial, requiere de la responsabilidad de los padres. La salud de los hijos está en sus manos, y en este momento, más que nunca, la vacunación es un acto de amor hacia los niños y jóvenes. ¡El tiempo es ahora!
Para conocer dónde vacunar a tus hijos puedes visitar dondemevacuno.com y vocespr.org.
La vacunación es importante porque ayuda a disminuir la tasa de mortalidad y mantener a la población saludable. El costo de las vacunas es menor que lo que costaría la enfermedad en la vida de una persona, en la pérdida de productividad y el detrimento de su calidad de vida. De manera que en el futuro evitará altos gastos económicos y cuidados por discapacidad a largo plazo.