Una historia de esperanza con la dermatitis atópica
Las enfermedades crónicas a menudo cambian el rumbo de la vida de quienes las padecen. Estas condiciones de salud no solo afectan el bienestar físico, sino que también dejan una huella profunda en la vida emocional y social de los pacientes. Así, cada paciente tiene una historia única que cuenta su lucha y determinación para sobrellevar los desafíos.
En esta ocasión, Brenda Gerena, paciente con dermatitis atópica y directora ejecutiva de AAPDA, compartió con BeHealth su historia de vida con esta condición.
Un comienzo inesperado
La historia de Brenda comienza de manera inusual, ya que la dermatitis atópica no hizo su aparición en su niñez, como suele ser el caso, sino que se manifestó cuando era una adolescente.
«Los síntomas comenzaron con un sarpullido en su rostro, que luego se extendió hacia su cuello, espalda, brazos y piernas. La inflamación se propagó rápidamente, marcando el inicio de su batalla contra esta afección de la piel», contó la entrevistada.
No obstante, Brenda tuvo la fortuna de contar con un médico de confianza, el Dr. José González Chávez, quien rápidamente identificó su condición como dermatitis atópica. A pesar de no ser su médico original para esta afección, ya había establecido una relación médico-paciente previa con él. El diagnóstico oportuno proporcionó una base sólida para abordar su enfermedad.
El viaje del tratamiento
El camino de Brenda no estuvo exento de obstáculos, y el tratamiento no fue inmediato. En sus primeros encuentros con el Dr. González Chávez, las recetas incluían cremas específicas que resultaron efectivas para controlar la afección. Sin embargo, como con muchas enfermedades crónicas, los brotes eran inevitables y requerían atención adicional.
El más reciente episodio de exacerbación de la DA de Brenda fue particularmente severo. Esta vez, la afección afectó sus manos y los dedos, causando fisuras dolorosas en las yemas de los dedos. Para enfrentar esta situación, ha comenzado un tratamiento con medicamentos inyectables, que requieren un control más riguroso.
El impacto del estrés y la ansiedad
«La dermatitis atópica no solo se manifiesta en la piel, sino que también responde a factores emocionales y psicológicos». Brenda reconoce que el estrés y las responsabilidades pueden desencadenar brotes de su afección. Durante estos momentos de ansiedad, la picazón en su piel tiende a agravarse.
Para manejar estos momentos, Brenda ha adoptado una estrategia que involucra respiraciones profundas. La relajación y la reducción del estrés son elementos clave en su enfoque para mantener bajo control los síntomas de la dermatitis atópica.
Aunque el tratamiento ha ayudado a Brenda a mantener sus síntomas bajo control, también ha requerido ajustes en su estilo de vida. A pesar de que sus exacerbaciones no son frecuentes, ha identificado al sudor como un desencadenante significativo de sus síntomas.
«Anteriormente, disfrutaba de caminatas en el parque y asistía al gimnasio, pero dado que el sudor puede exacerbar la picazón, he tenido que modificar mi rutina de ejercicios. Ahora busco actividades más suaves que no generen sudoración excesiva, lo que le permite evitar desencadenar los síntomas de la dermatitis atópica», contó.
El poder de la comunidad: AAPDA
El compromiso de Brenda con la AAPDA se basa en su propia experiencia con esta condición. La Alianza, creada por el Dr. José González Chávez, «surgió a raíz de las experiencias del doctor en su consulta médica con pacientes que enfrentaban la dermatitis atópica. Observó que muchos de ellos experimentaban niveles significativos de ansiedad, depresión e incluso pensamientos suicidas debido a la afección. Este fue el punto de partida para la creación de un grupo de apoyo dedicado a ayudar a los pacientes».
La Alianza ha completado un año de existencia y opera a través de un grupo de apoyo en WhatsApp. Esta comunidad proporciona apoyo y recursos para personas afectadas por la dermatitis atópica y sus cuidadores. Además, ofrece acceso a profesionales de la salud, incluidos dermatólogos, cuya experiencia es esencial para comprender y gestionar la dermatitis atópica.
Un vistazo a la Fundación Cross the Goal
Además de su compromiso con la AAPDA, Brenda también está involucrada en la Fundación Cross the Goal. Esta fundación se origina en la experiencia personal de Brenda y su esposo, cuando su hijo fue diagnosticado con diabetes tipo 1 a la edad de 12 años. Este diagnóstico los sumió en un mundo desconocido, lleno de incertidumbre y desafíos.
«Su misión es proporcionar apoyo y recursos a personas y familias afectadas por la diabetes y aumentar la conciencia sobre esta condición. La fundación se esfuerza por asegurarse de que otros padres y personas que enfrentan desafíos similares reciban el apoyo y la información necesarios para sobrellevar la diabetes».
La Fundación Cross the Goal ha estado activa y comprometida con su propósito. Ofrece programas educativos y produce un programa de televisión que aborda temas relacionados con la diabetes y su manejo. Además, su hijo, a pesar de vivir con diabetes, se ha convertido en un exitoso entrenador personal, lo que destaca cómo, con el apoyo adecuado y la información, es posible llevar una vida plena y exitosa a pesar de los desafíos de la diabetes.
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