Tratamientos disponibles para el manejo y control de la esclerosis múltiple
La esclerosis múltiple es una enfermedad del cerebro y la médula espinal (sistema nervioso central) que puede provocar discapacidad, que no tiene cura y que para tratarla, se basa en la recuperación después de los ataques.
BeHealth habló con la Dra. Patricia de Jesús, neuróloga y especialista en esclerosis múltiple, quien explicó algunos de los métodos para desacelerar el avance de la enfermedad y tratar los síntomas. Por lo general, los medicamentos orales son una de las opciones más comunes para tratar esta patología.
La neuróloga explicó algunos de los fármacos orales más comunes para la esclerosis múltiple:
- Fingolimod
- Cladribina
- Dimetilfumarato
- Teriflunomida
Recordemos que existen pacientes con sintomatología tan leve que el tratamiento no es necesario.
“El tratamiento se divide principalmente en tres. Uno es el tratamiento agudo, cuando una persona está experimentando lo que llamamos una recaída. Cuando el paciente está teniendo una recaída o exacerbación, se pueden utilizar, en ciertos tratamientos, esteroides. También tenemos lo que es el tratamiento sintomático: para los síntomas de fatiga, de dolor, elasticidad, rigidez, memoria, estado de ánimo y depresión”, explicó la especialista.
¿En qué consiste el tratamiento sintomático? La Dra. de Jesús lo explicó: “Son los moduladores de la enfermedad, que están principalmente dirigidas a tratar de evitar que la condición progrese, a evitar que ocurran estas recaídas, a evitar que ocurran lesiones nuevas y a evitar que el paciente no desarrolle mayor capacidad. Además, permite que el paciente se mantenga estable, funcional y sin aumento en su limitación”, dijo.
Otras opciones
Corticosteroides: como la prednisona oral y la metilprednisolona intravenosa, según lo recetado para reducir la inflamación de los nervios. Los efectos secundarios pueden incluir insomnio, aumento de la presión arterial, aumento de los niveles de glucosa en la sangre, cambios de humor y retención de líquidos.
Intercambio de plasma (plasmaféresis): La porción líquida de parte de la sangre (plasma) se extrae y se separa de las células sanguíneas. Luego las células sanguíneas se mezclan con una solución de proteína (albúmina) y se vuelven a introducir en el cuerpo. El intercambio de plasma puede usarse si los síntomas son nuevos, graves y no han respondido a los esteroides.
“También tenemos medicamentos orales, inyectables y medicamentos que se administran por vía intravenosa. Cada medicamento puede ser diferente y eficiente en los pacientes. También hay medicamentos nuevos que son efectivos para tratar de evitar las lesiones, evitar las recaídas y evitar el desarrollo de incapacidad”, agregó la neuróloga.
Tratamientos no farmacológicos
Un terapeuta físico u ocupacional puede enseñarte ejercicios de estiramiento y fortalecimiento, y mostrarte cómo usar dispositivos para facilitar tus tareas cotidianas. La Dra. de Jesús habló sobre estas opciones:
“Muchas veces la primera alternativa ganadora para los pacientes es la parte de la terapia física. También contamos con los psiquiatras, la terapia y el ejercicio que es muy importante para el paciente. En algunos casos recurrimos a los oftalmólogos que nos pueden ayudar con el seguimiento de algunos de los medicamentos que pueden requerir una evaluación oftalmológica tanto previa o durante el tratamiento. Bien importante para los síntomas y la calidad de vida del paciente no solamente la parte farmacológica, sino también tenemos que incluir la parte física”, expresó la doctora, mientras recalcó la importancia de la salud mental y cómo preservarla si se tiene un diagnóstico de esclerosis múltiple.