Terapia de habla: ¿cómo beneficia a los niños con síndrome de Down?
La terapia de habla es una intervención fundamental para los niños con síndrome de Down, ayudándoles a mejorar sus habilidades de comunicación y facilitando su integración social y académica. El síndrome de Down, una condición genética causada por la presencia de una copia extra del cromosoma 21, se asocia a menudo con una serie de desafíos en el desarrollo del lenguaje y la comunicación.
Estos niños pueden enfrentar dificultades en la articulación de sonidos, en la comprensión del lenguaje y en el uso de habilidades comunicativas no verbales. Por ende, la intervención temprana y continua es crucial para abordar estos retos y apoyar el desarrollo integral del niño.
En una entrevista con BeHealth, la licenciada Yalizet Jiménez, patóloga del habla en la Universidad de Albizu, nos brindó una visión detallada y experta sobre la importancia de la intervención temprana en niños con síndrome de Down. Aquí te presentamos lo más relevante.
La importancia de la comunicación no verbal
«La comunicación no verbal es quizás lo más importante. Puedo hablar sin ninguna expresión y nadie me entenderá, pero si muevo las manos, asiento o sonrío, incluso si estoy seria, eso forma parte del mensaje que transmito», explicó la licenciada. Para los niños con síndrome de Down, comprender y usar eficazmente la comunicación no verbal es crucial. Esto incluye gestos, expresiones faciales y lenguaje corporal, componentes esenciales del mensaje que transmiten.
En este sentido, la terapia de habla no solo se enfoca en la producción de sonidos y palabras, sino también en cómo los niños interpretan y utilizan las señales no verbales. «Es fundamental trabajar no solo la parte hablada con los niños, sino también lo que comprenden y expresan con su cuerpo, ya que esto también los integra en la sociedad y su entorno social».
Intervención temprana y diagnóstico
«Desde el momento en que se sabe, los niños necesitan intervención y estimulación en el mecanismo oral para mejorar la producción de sonidos y el uso del lenguaje». Afortunadamente, los avances en la ciencia médica han permitido identificar el síndrome de Down antes del nacimiento. Esta detección temprana es vital para comenzar la intervención desde los primeros días de vida. En Puerto Rico, la mayoría de los niños con síndrome de Down son diagnosticados al nacer, lo que permite a los profesionales de la salud iniciar intervenciones específicas de inmediato.
«Muchos niños con síndrome de Down nacen con condiciones de salud específicas, y una vez se estabilizan, la intervención temprana se inicia. Desde que nacen, en la unidad de cuidados intensivos neonatales (NICU), se observa cómo están chupando y utilizando el mecanismo oral, y a partir de ahí se puede empezar la intervención». La observación y el estímulo temprano del mecanismo oral son cruciales para el desarrollo de habilidades de comunicación.
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Desafíos y estrategias en la terapia de habla
«Afortunadamente, estas condiciones se detectan bastante temprano, lo cual es muy positivo. ¿Cuáles son los mayores retos con estos niños? Eso va a depender de cada niño». Los desafíos que enfrentan los niños con síndrome de Down en la terapia de habla son variados y dependen de cada caso individual. Mientras algunos niños pueden tener severos impedimentos en la comunicación, otros pueden ser más fluidos al hablar. Por ello, es esencial que la terapia sea personalizada y adaptada a las necesidades únicas de cada niño.
La Lcda. Jiménez enfatizó que «la comunicación es esencial. Si un niño tiene más dificultades con la producción de sonidos, se pueden utilizar comunicadores o palabras. Algunos niños incluso pueden llegar a leer y ser completamente funcionales, teniendo trabajos y llevando una vida independiente. Todo depende del enfoque durante su crecimiento». La terapia de habla debe ser integral y considerar todas las formas de comunicación para maximizar el potencial de cada niño.
La funcionalidad y la autonomía
«La funcionalidad y la autonomía son los objetivos principales en la terapia de habla. Es crucial proporcionar las herramientas necesarias para que los niños desarrollen sus habilidades al máximo y puedan ser lo más independientes posible».
La intervención no solo se centra en mejorar las habilidades de comunicación, sino también en preparar a los niños para una vida funcional y autónoma. Esto incluye enseñarles a utilizar dispositivos de comunicación alternativa y aumentativa cuando sea necesario.
«Si un niño tiene más dificultades con la producción de sonidos, se pueden utilizar comunicadores o palabras. Algunos niños incluso pueden llegar a leer y ser completamente funcionales, teniendo trabajos y llevando una vida independiente». Este enfoque holístico permite que los niños con síndrome de Down alcancen su máximo potencial y lleven una vida más plena y productiva.
Apoyo y participación familiar
De acuerdo con la especialista, la participación activa de la familia es esencial para el éxito de la terapia de habla. La Lcda. Jiménez destaca la importancia de integrar la estimulación del lenguaje en las actividades diarias. No se trata de añadir más tareas a la vida ocupada de los padres, sino de aprovechar cada oportunidad cotidiana para fomentar el desarrollo del lenguaje.
«Es dentro de lo que está pasando, cómo vamos a cenar o cuando vamos a bañar, cuando vamos al shopping, cuando voy en el carro, todo el tiempo es un momento para sonsacar y estimular el lenguaje. De hecho, eso es parte de lo que yo trabajo con mis estudiantes: desde el momento en punto en que usted ve a ese niño, usted empieza a sacar lenguaje». Esta estrategia permite a los padres y cuidadores aprovechar al máximo cada interacción con el niño para promover el desarrollo del lenguaje.
El apoyo continuo y la exigencia constante también son cruciales. «El lenguaje y la exigencia en todo momento son fundamentales. No se les puede tener lástima; ellos seguirán adelante, crecerán y avanzarán. Hay que empujarlos un poco, claro, pero a veces nos quedamos con esa pena debido a su condición». Los padres deben superar la tentación de proteger en exceso a sus hijos y, en cambio, fomentar su independencia y habilidades comunicativas.
Progresos y resultados
La intervención temprana y el apoyo constante pueden conducir a resultados sorprendentes. La Lcda. Jiménez menciona varios casos en los que ha observado mejoras significativas: «Tengo compañeras que han trabajado con jovencitos que inicialmente parecen muy difíciles de tratar. Pero después de dos años, los ves y dices: ‘Wow, ¡qué mucho habla, qué mucho está haciendo!'». Estos ejemplos demuestran que, con el enfoque y la intervención adecuados, los niños con síndrome de Down pueden superar muchas de sus limitaciones iniciales.
En la clínica, hay numerosos casos de niños que han mostrado un progreso notable. «Lo interesante de ellos es que enfrentan la barrera del miedo y del ‘qué dirán’. Eso es maravilloso. Se arriesgan, intentan las cosas y si no les salen bien, lo intentan de nuevo. Y eso es muy importante porque es así como se sigue practicando». La actitud positiva y la perseverancia son esenciales para el éxito de estos niños.
Vocación y pasión en la patología del habla
La Lcda. Jiménez compartió también su motivación para dedicarse a la patología del habla. «Me interesaba más el de patología del habla porque ella era en ese momento que yo estaba estudiando era ya a nivel de maestría y siempre me ha gustado trabajar con población pediátrica y pues por ahí seguí».
«Estoy otra vez enamorada de mis niños porque uno ve el cambio, ve el progreso y cuando trabajamos con adultos, uno ve el esfuerzo, uno ve la dedicación de la familia», finalizó.
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