Según un estudio reciente, los hombres en este sector son más propensos a experimentar violencia física, mientras que las mujeres enfrentan, en mayor medida, formas de violencia no física, como abuso verbal, acoso sexual y bullying. La investigación, liderada por Basnama Ayaz de la University of Toronto, resalta la escasez de datos empíricos sobre la violencia de género en entornos de atención médica, así como sus repercusiones en los profesionales, las organizaciones de salud y la atención al paciente.

Desigualdades de género en el lugar de trabajo

Las estructuras jerárquicas y las normas de género contribuyen a que las mujeres, aunque constituyan la mayoría de la fuerza laboral en salud, ocupen roles subordinados y se enfrenten a una mayor violencia de género. Los resultados del estudio muestran que, en la mayoría de los países, las mujeres sufren un alto índice de abuso verbal, acoso sexual y bullying, especialmente en el caso de las enfermeras. Además, la violencia hacia estos profesionales aumenta en el caso de personas más jóvenes o con menos experiencia, y en quienes pertenecen a grupos minoritarios étnicos o culturales, reflejando así las desventajas estructurales de las mujeres en el sector.

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Factores de riesgo y episodios de violencia

El estudio señala que los trabajadores de la salud son más vulnerables a episodios violentos en entornos clínicos de alta presión, donde el hacinamiento, los tiempos de espera prolongados y la sobrecarga laboral generan un ambiente propicio para el abuso. La violencia perpetrada por supervisores o colegas es frecuente en turnos largos y nocturnos, siendo particularmente alta en departamentos como emergencias, psiquiatría, quirófanos y maternidad. Ayaz destaca que la cultura organizacional y los sistemas de apoyo desempeñan un papel clave, pues pueden tanto mitigar como agravar estos incidentes.

Efectos en la salud y la profesión

La violencia en el lugar de trabajo afecta profundamente la salud física y mental de las trabajadoras y trabajadores de la salud, generando desgaste profesional, depresión, ansiedad e incluso síntomas de trastorno de estrés postraumático. La Dra. Karen Abrams, profesora de psiquiatría en la University of Toronto, quien ha investigado el acoso a médicos por parte de pacientes, afirma que estos incidentes impactan la capacidad de los profesionales para desempeñar su labor adecuadamente, afectando su sueño y concentración.

Organizaciones internacionales, como la Organización Mundial de la Salud, y legislaciones como la reciente reforma del código penal en Canadá, que penaliza la intimidación hacia trabajadores de la salud, son pasos hacia una mayor seguridad. Sin embargo, profesionales y asociaciones, como la Canadian Nurses Association, exigen políticas más amplias para prevenir la violencia en el sector, incluyendo financiación específica para infraestructura de prevención y estrategias nacionales de recursos humanos.

Linda Silas, presidenta de la Canadian Federation of Nurses Unions, subraya la necesidad de un marco integral de prevención de la violencia y mejoras en las condiciones laborales para mantener a los profesionales de salud en el sector público. La violencia de género en el lugar de trabajo representa un problema complejo que requiere una visión colaborativa y audaz para construir entornos de trabajo seguros que beneficien tanto a los profesionales de la salud como a los pacientes.

Este estudio destaca la urgencia de implementar soluciones basadas en evidencia y mejorar la seguridad en el lugar de trabajo para proteger a quienes están en la primera línea del cuidado de la salud.

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“Vivimos en una sociedad que aún no comprende en su totalidad las formas en que la violencia de género se manifiesta más allá de los golpes. La violencia económica, las microagresiones, el control y el silenciamiento son formas igualmente devastadoras y urgentes de atender. Con esta campaña, queremos que la gente se ponga las gafas violetas para ver esas realidades que están frente a nosotros pero que muchas veces no queremos o no sabemos reconocer”, expresó Lenna Ramírez Cintrón, directora ejecutiva de la Casa Protegida Julia de Burgos. 

En 2024, Puerto Rico enfrenta una situación alarmante en torno a la violencia de género y las desigualdades estructurales que afectan a las mujeres. Los siguientes datos subrayan la magnitud del problema:

• Feminicidios: Hasta abril de 2024 se han registrado 32 feminicidios en Puerto Rico, en su mayoría cometidos por parejas o exparejas, lo que refleja un aumento respecto a años anteriores.
• Violencia doméstica: En los primeros seis meses de 2024, se han reportado más de 5.500 casos de violencia doméstica que incluyen agresiones físicas y abusos psicológicos y económicos.
• Brecha salarial: En 2024, las mujeres en Puerto Rico ganan 30% menos que los hombres, y la disparidad salarial entre mujeres con educación universitaria puede superar los $11,000 anuales.
• Desapariciones: Hasta abril de 2024, se reportaron 16 desapariciones de mujeres y niñas. Un aumento alarmante relacionado con la violencia de género.
• Impacto en la salud mental: Para el 2024, ha aumentado la incidencia de depresión, ansiedad y TEPT entre las sobrevivientes de violencia de género, afectando gravemente su bienestar. AÑADE CRISIS LA VIOLENCIA DE GÉNERO TIENE UN IMPACTO EN LA SALUD MENTAL LAS MUJERES.
• Pobreza femenina: El 51% de las mujeres jefas de hogar viven en pobreza en 2024, una situación agravada por la brecha salarial y las responsabilidades de cuidado no remuneradas. 
• Crisis del cuidado: El trabajo no remunerado mayormente asumido por mujeres, tiene un valor anual estimado de $10.9 billones a nivel global. En Puerto Rico, 61% de las mujeres forman parte de la fuerza laboral no remunerada, lo que limita sus oportunidades laborales y económicas.
• Crisis de vivienda: La falta de acceso a viviendas seguras y asequibles agrava la situación de las sobrevivientes de violencia de género, que muchas veces no pueden abandonar ambientes de abuso debido a la crisis habitacional.

Colaboración y participación

La campaña «Ponte las Gafas Violetas» cuenta con la participación de más de 25 mujeres líderes de distintos sectores, quienes se han comprometido a visibilizar la violencia de género en Puerto Rico. Entre las portavoces se destacan periodistas como Celimar Adames, Katiria Soto, Milly Méndez, Lilia Luciano Mariliana Torres, Lily García y Grenda Rivera; presentadoras como Yizette Cifredo, Anoushka Medina, Estefanía Soto y Karla Guilfú; comentaristas deportivas como Natalia Meléndez y Xiomara Ríos; actrices como Norwill Fragoso, Sara Pastor y Juliana Rivera. También participan empresarias y líderes como Vivian Santiago, Celina Nogueras (fundadora de Jefas y Jevas), la diseñadora Rebeca Tiago, la coach financiera Yessica Delgado y la motivadora Uka Green. 

Además, colaboran la cuatrista Fabiola Méndez, las psicólogas Francheska Mieles e Irma Torres, y creadoras de contenido como Gabriela Rocafort, Larissa Gloriel, Jaynnie Morales, Leuryck Valentín, y Señas Con Celi. También se suman Ana Morales (conocida como Mamita Obrera), Andrea Colón, Laura Irizarry, la plataforma “Por Dónde Empezar”, Alexandra Vélez, Debora Aurora Rodríguez y las cantantes Cita, Karla Marie Rosado, Andrea Cruz y Nore Feliciano, entre otras.

La campaña culminará el 25 de noviembre, en el marco del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, con el Día de Ponerte las Gafas Violetas. En esta fecha, la Casa Protegida Julia de Burgos invita a la comunidad a usar gafas y camisetas violetas como símbolo de apoyo a la lucha contra la violencia de género. Los productos estarán disponibles en el sitio web de la organización, y los fondos recaudados serán destinados a los programas de apoyo y acompañamiento para mujeres sobrevivientes.

Las personas interesadas en contribuir a la causa pueden hacerlo mediante donaciones a través de las siguientes plataformas: ATH Móvil, donando a /CasaJulia; PayPal, enviando sus aportes a apoyoajulia@gmail.com o directamente en la página web www.casajulia.org. Además, si alguien se encuentra en una situación de violencia o conoce a alguien que lo esté, puede comunicarse con la línea de emergencia de la organización al (787) 548-5290. 

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«La prevalencia de la diabetes en Puerto Rico es aproximadamente del 17.7 por ciento. Esto significa que alrededor de 500,000 personas en nuestra isla viven con diabetes, lo que equivale a una de cada seis personas. Nuestro estilo de vida sedentario y una dieta rica en grasas y carbohidratos simples contribuyen a ello. Además, la predisposición genética juega un papel importante en una isla donde compartimos herencia genética», contó la doctora.

La galena también destacó la necesidad de estrategias educativas desde temprana edad para cambiar factores modificables y reducir la prevalencia de la diabetes en el futuro. «Implementar estrategias educativas en nuestra población, enfocándonos en la alimentación saludable, la actividad física y la mejora del estilo de vida, incluyendo patrones de sueño, es esencial para reducir la prevalencia en el futuro», dijo.

La endocrinóloga recalca que no es solo cuestión de ingesta de azúcar, explicando que el desarrollo de la diabetes tipo 1, una condición autoinmune, no está vinculado directamente a la cantidad de azúcar consumida. Destaca la importancia del diagnóstico oportuno y del seguimiento médico para controlar la enfermedad, resaltando casos de personas que han controlado la diabetes mediante el ejercicio regular.

«En todos los tipos de diabetes, ya sea tipo 1, tipo 2 o gestacional, adoptar un estilo de vida saludable que incluya ejercicio regular puede mejorar significativamente el control de la condición. La clave está en integrar el ejercicio como parte integral de nuestro enfoque para vivir de manera saludable y controlar efectivamente estas condiciones crónicas».

La doctora Hernández mencionó una nueva campaña educativa llamada «Código Diabetes». «Nosotros llevamos un estilo de vida saludable, contribuyendo activamente a detener las complicaciones y frenar la progresión de estas condiciones.»

Código Diabetes: protegiendo a la comunidad en tiempos de crisis

La diabetes, especialmente durante situaciones de emergencia, plantea desafíos adicionales. La Sociedad Puertorriqueña de Diabetes, junto a organizaciones y el Consejo Renal, lanzaron la campaña «Código Diabetes».

La Dra. Hernández explica: «Esta campaña busca concientizar y educar sobre los desafíos únicos que enfrentan las personas con diabetes, especialmente en situaciones de emergencia y adversidad. Proporciona información crucial sobre cómo manejar la diabetes en condiciones difíciles y busca fomentar la solidaridad y el apoyo mutuo dentro de la comunidad diabética».

Esta iniciativa coincide con la firma de la Ley de Protección y Derechos para Personas con Diabetes, conocida como «Proyecto 636». La Dra. Hernández celebra la noticia: «Esta ley implica que las personas con diabetes están protegidas. No solo se les identificará, sino que se garantizará su protección. El objetivo es asegurar el acceso a diagnósticos, tratamientos y campañas educativas para mejorar la calidad de vida de quienes viven con diabetes».

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Desafíos y soluciones: diabetes tipo 2 y atención pediátrica

Enfrentamos la diabetes tipo 2 como una preocupación significativa en la isla. La Dra. Hernández destaca la importancia de abordar también la diabetes gestacional y asegurar el acceso a servicios y tratamientos adecuados para prevenir complicaciones.

Señala un desafío particular en la atención pediátrica: «Al llegar a los 21 años, los niños con diabetes deben ser transferidos para recibir servicios de un endocrinólogo de adultos. Queremos garantizar que estos jóvenes no se pierdan en la transición, asegurando que continúen su tratamiento y alcancen una vida adulta plena con un control adecuado de su condición».

La concienciación y la educación juegan un papel clave en este proceso. «Es esencial que los pacientes comprendan la importancia de su papel en la gestión de la diabetes y que la sociedad apoye los procesos de transición, garantizando un cuidado continuo y efectivo».

Campaña educativa y protección contra la violencia de género

En otro frente, se destaca la lucha contra la violencia de género. Según el Observatorio de Equidad de Género, se han registrado 47 casos de feminicidio en Puerto Rico hasta septiembre de 2023. La Casa Protegida Julia de Burgos ha lanzado una campaña educativa para transformar la percepción y respuesta ante esta problemática.

La directora ejecutiva de la Casa Protegida Julia de Burgos, Elena Ramírez, compartió que «la campaña #NosTocaATodos busca cambiar la narrativa sobre la violencia doméstica. Queremos que todos reconozcan que esto es un problema de salud pública y derechos humanos. Todos debemos ser partícipes en la búsqueda de soluciones».

La campaña involucra a diversas personalidades para amplificar el mensaje. Elena destaca la importancia de pasar de la indignación a la acción y hace un llamado a la sociedad: «Todos, desde vecinos hasta médicos, podemos desempeñar un papel fundamental. La campaña inspira conversaciones que conduzcan a soluciones concretas».

Apoyo a pacientes y desafíos personales: más allá de la diabetes

También contamos con la experiencia personal de enfrentar una enfermedad, que fue compartida por un paciente con discinesia primaria del desarrollo (PSD). Este paciente compartió su historia: «Desde mi infancia, recibí un diagnóstico erróneo de asma, una etiqueta que me acompañó hasta los 55 años de edad. Fue en ese momento que consulté al Dr. Wilfredo de Jesús en el hospital Menonita, quien finalmente diagnosticó PSD».

Este paciente destaca la importancia de superar obstáculos con esfuerzo y las herramientas adecuadas: «A pesar de la limitación de mi condición, he demostrado que es posible llevar una vida plena, siempre y cuando sigamos las directrices de nuestros neumólogos y trabajemos en conjunto con nuestras comunidades y organizaciones».

En esta línea, la Fundación PSD de Puerto Rico surge como una respuesta al diagnóstico, brindando apoyo y recursos a aquellos que enfrentan esta enfermedad pulmonar poco común.

Proyecto de construcción del Centro de Aprendizaje del Niño en el Hospital del Niño

Finalmente, una nota positiva cierra el programa, resaltando la donación de 50 mil dólares por parte de la Sociedad Tropical del Niño para el proyecto de construcción del Centro de Aprendizaje del Niño en el Hospital del Niño. Yadirka Rosa, Directora de Relaciones Públicas, comparte detalles sobre este proyecto crucial.

«Este centro proporcionará un espacio dedicado para la educación y el entretenimiento de los niños en el hospital. Nuestra sociedad se dedica a mejorar la calidad de vida de los niños, y este centro será un paso significativo hacia ese objetivo».

Nuestro programa especial destacó la importancia de la educación, la concienciación y el apoyo comunitario en diversos aspectos de la salud, desde la diabetes hasta la violencia de género y la atención pediátrica. A través de estas iniciativas y la participación activa de la comunidad, se busca construir un entorno más saludable, seguro y compasivo para todos.

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Es por esta razón que varias empresas líderes en el mercado local continúan reforzando su apoyo a la concienciación en contra de las violencias de género a través de la iniciativa Unidas Somos Más. Este año se suma la voz de la reconocida periodista y sobreviviente de violencia de género, Luz Nereida Vélez. Como portavoz de la iniciativa, Vélez comentó que, “ser parte de este proyecto es servir de inspiración y ejemplo de que podemos romper las cadenas de la violencia de género, ser mujeres más fortalecidas, sin miedos y llenas de fe y esperanza”.

En esta ocasión, la iniciativa Unidas Somos Más será beneficio del Hogar Nueva Mujer, una entidad sin fines de lucro que ofrece servicios enfocados en la seguridad, la educación, el empoderamiento y la autosuficiencia económica y emocional de los individuos y sus comunidades para contribuir a erradicar la violencia en la familia puertorriqueña.

Las marcas U BY KOTEX®, POISE®, SUAVE®, DOVE®, HERSHEY’S y COLGATE®, donarán 25 centavos por la compra de cada producto vendido en las tiendas Walmart y Walmart Pickup entre el 1 al 28 de febrero de 2023 para que la entidad continúe socorriendo a mujeres con hijos que tienen que abandonar sus hogares en busca de un lugar seguro donde protegerse, y obtener servicios que le permitan salir del ciclo de la violencia.

“Contribuir al bienestar de las comunidades siempre ha sido uno de nuestros compromisos principales desde que llegamos a la Isla hace ya 30 años. Nos enorgullece participar en esta importante alianza porque somos conscientes de la grave situación de las violencias de género en nuestro país y sus consecuencias para la sociedad”, expresó Viviana Mercado, Gerente Senior de Asuntos Corporativos de Walmart Puerto Rico.

“Necesitamos continuar apoyando a las mujeres que son víctimas de violencias de género para que no se sientan solas y puedan enfrentar y escapar de esa realidad para lograr un mejor futuro para ellas y sus familias”, manifestó por su parte, Catherine Mir, Trade Marketing Lead de Kimberly-Clark Puerto Rico. “A través de Unidas Somos Más, no solo expresamos nuestra solidaridad, sino que podemos reforzar la educación que necesita nuestra sociedad para erradicar este mal”.  

Walmart y las marcas participantes invitan a las consumidoras a unirse a esta campaña que tiene como meta alcanzar una donación de $25,000 para el Hogar Nueva Mujer, que fue establecido en 1990 por un grupo de mujeres y hombres comprometidos con la búsqueda de la paz y la justicia familiar como respuesta al problema de la violencia doméstica. 

“En nuestra sociedad con demasiada frecuencia las mujeres son maltratadas hasta los extremos de poner en riesgo su seguridad y la de sus hijos, lo que hace necesario que se les brinde un albergue y servicios de apoyo, orientación y consejería que le faciliten salir del ciclo de violencia”, explicó Emma Santiago, directora del Hogar Nueva Mujer. Además de albergue temporero, la entidad ofrece los programas CAISS, Vivienda transitoria y reubicación, así como servicios de intercesoría comunitaria, de menores, autogestión y legal, y servicios psicológicos. 

Para obtener más información sobre la iniciativa y cómo puedes recibir apoyo, puedes acceder al sitio https://www.hogarnuevamujer.com/, visitando los puntos de ventas en todas las tiendas Walmart alrededor de la isla y en las redes sociales de las marcas participantes.

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Para saber cómo actuar desde la prevención y para educarnos sobre cómo apoyar a personas que están enfrentando este tipo de conflictos, BeHealth entrevistó a la consejera profesional y parte de los servicios terapéuticos del Grupo SEPY, Lcda. Naidymar Santiago Vega, quién compartió algunas recomendaciones para hacer frente a la situación.

¿Son prevalentes los casos de violencia en la Isla?

La principal problemática a la que se enfrentan los profesionales es que las personas identifiquen y acepten que están atravesando por una situación de violencia.

“Esto no solo se ve en la persona que enfrenta la situación principalmente, sino también, en las víctimas secundarias que pueden ser los hijos o la familia en general, así que es una epidemia, una situación que está afectando a muchas personas en nuestra sociedad”, alertó la especialista.

Víctimas y victimarios

Generalmente quienes acuden en busca de ayuda profesional son las víctimas y no quienes generan las agresiones.

Las personas que sufren la violencia tardan un tiempo en admitir la situación. Sin embargo, resulta mucho más difícil aceptar la situación para ellos, que para quien está llevando a cabo la agresión.

“Tenemos tan normalizada en nuestra sociedad esta conducta de violencia, que para el agresor en su día a día, ese es el rol que le corresponde y la actitud y la forma que las personas esperan y se ve como algo normal”, explicó.

¿Cuál es el apoyo que se brinda desde la parte profesional?

La Lcda. Santiago destaca que desde su profesión ha tenido la oportunidad de guiar a las personas en el proceso en el que deben aprender a identificar las emociones que le generan las situaciones que viven en su diario vivir, para así, identificar lo que los está o no haciendo felices.

“Hay momentos en los que le he preguntado a la sobreviviente o al sobreviviente qué cosas son las que tú no quieres en tu vida, porque usualmente al preguntar qué es lo que quieren para su vida se quedan en blanco y al indagar sobre lo que no quieren en su vida y sobre lo que dejarían de lado para sentirse mejor, poco a poco esa persona se va haciendo consciente de la realidad en la que está viviendo”, aseguró la Lcda. Santiago.

El tiempo para alcanzar esta aceptación va a depender del apoyo que tenga la personas, del área social en el que se encuentre, del apoyo familiar y de otros factores que no involucran al factor de “clases sociales”, ya que este tipo de situaciones se presenta en todas las clases sociales.

¿Es este tipo de violencia un problema de estratos socioeconómicos bajos?

Aunque es un tema que suele relacionarse con las comunidades menos favorecidas a nivel económico, para la terapeuta esta problemática también es común en las clases sociales altas.

“En el estrato social alto también está la guerra de si yo me divorcio quién se va a quedar con qué o a quién le van a tocar los niños como si ellos fueran un premio en este proceso de separación, así que la parte económica va a incidir en cualquiera de los dos aspectos, en uno porque existe una necesidad de saber cómo sostenerme de ahora en adelante y en el otro porque yo quiero mi parte y tú también quieres tu parte”, aseguró.

¿Qué tipo de tratamiento requiere una persona violentada?

Para la consejera profesional es importante ofrecer un acompañamiento multidisciplinario a las personas afectadas, en el que se involucren psicólogos, trabajadores sociales y asesores en la parte legal, para darle fortaleza y seguridad en las decisiones que debe tomar.

“En los momentos de bajas es cuando debemos recurrir a estas personas para que nos digan mira lo estas haciendo bien, no estás sola o solo en este proceso. Cuando se está tomando la decisión por ejemplo de dejar un hogar, tener una persona de apoyo que guarde la maleta, los documentos importantes, es clave para que los sobrevivientes tomen la decisión con seguridad”, destacó.

¿Por qué se presentan estos casos de violencia en PR?

“Estamos viviendo un proceso complejo en Puerto Rico porque nos cuesta reconocer la forma en la que nos han ido criando y aceptar que no era la forma correcta de ver las cosas, por lo que, romper de momento esos paradigmas cuesta”, advirtió.

La Lcda. Santiago además recomendó separar los aspectos sociales y las necesidades de vivir en bienestar a través de una educación en la que se resalte la importancia de respetar sin importar el sexo.

¿Cuáles son las señales de maltrato?

• Existe una comunicación agresiva en la que la persona grita, habla con palabras soeces, humilla e incluso ignora o se burla.

“Entrar en una comunicación asertiva es difícil pero es importante para expresar lo que se está sintiendo, el punto de vista (sin faltar el respeto)  y siendo un modelo de comportamiento para los niños que presencian la situación”, afirmó.

• Los celos.
• Querer tener control ( contraseñas, acceso a redes, querer que las cosas sean como esa persona quiere “por qué te aplicas perfume, por qué te maquillas”
• Poca comunicación asertiva.
• Molestarse es parte del día a día pero no vivir en una constante discusión.

Para el cierre la consejera destacó especialmente para los padres de adolescentes la importancia de ayudarlos a reconocer lo que realmente merecen en una relación a través del ejemplo .

“La comunicación con los adolescentes es sumamente importante para que puedan darse cuenta de lo que quieren y realmente merecen en una relación”, concluyó.

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Esa fue la grave advertencia que hizo la Dra. Eunice Tavarez, cardióloga internista de República Dominicana, quien logró evidenciar, tras un estudio de caso, que el abuso sexual podría desarrollar el llamado síndrome de corazón roto, que podría desarrollar los siguientes síntomas:

• Acumulación de líquido en los pulmones (edema pulmonar)
• Presión arterial baja (hipotensión)
• Latidos cardíacos irregulares (arritmia)
• Insuficiencia cardíaca
• Coágulos sanguíneos que se forman dentro del corazón debido al debilitamiento del músculo cardíaco

Para evidenciar esa premisa, la galena estudió la situación de violencia sexual que vivió una mujer de 47 años que había tenido preeclampsia luego de tener a sus dos hijos. Además, sufría de diabetes e hipertensión. 

La paciente iba a trabajar cuando fue abusada sexualmente y, tras dirigirse a un centro asistencial, la diagnosticaron con síndrome de Takotsubo, que suele conocerse como síndrome de corazón y se caracteriza por causar dolor repentino de pecho y que, incluso, podría llegar a confundirse con un ataque cardíaco.

«El caso ocurrió en noviembre de 2021, la paciente de quien es relevante decir que no estaba en menopausia, llegó a Urgencias luego de pasar por todo el proceso legal de denuncia, de la evaluación del médico forense y de pasar por la revisión de un ginecólogo, sin embargo, por la persistencia del dolor en el pecho pasó a medicina interna y ahí se descubrió que tenía toda la clínica de síndrome coronario a pesar de no tener tantos factores de riesgo», expresó la doctora dominicana.

Aunque la paciente presentó la condición, nueve meses después ya estaba completamente sana aunque tendrá que seguir en controles médicos, al menos, dos veces por año. Este caso, según los expertos, abre la puerta a entender que incluso la violencia de género podría desarrollar graves efectos al sistema cardiovascular.

De hecho, la cardióloga exhorta a sus colegas para que no “subestimen” ese tipo de situaciones que, desafortunadamente, siguen siendo bastante comunes dentro del diario vivir de las personas.

«Ni en Latinoamérica ni en ninguna parte del mundo podemos minimizar la violencia de género, no importa si tres meses después el corazón se recupera por completo, es un factor de riesgo que debe visibilizarse. Ahora, hay que destacar que los pacientes pueden tener un segundo episodio, no es una enfermedad tan benigna como pensamos, hay estudios que indican que, en un seguimiento a cinco años, el riesgo de morir es igual al de una persona que tuvo un infarto», señaló la Dra. Clara Saldarriaga, especialista en cardiología.

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