Síndrome de intestino irritable archivos - BeHealth https://www.behealthpr.com/tag/sindrome-de-intestino-irritable/ Tu conexión con la salud Thu, 21 Nov 2024 22:44:30 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.7.2 https://www.behealthpr.com/wp-content/uploads/2020/04/cropped-BE-16-1-32x32.png Síndrome de intestino irritable archivos - BeHealth https://www.behealthpr.com/tag/sindrome-de-intestino-irritable/ 32 32 Comorbilidades de la migraña: condiciones de salud asociadas https://www.behealthpr.com/comorbilidades-de-la-migrana-que-otras-condiciones-de-salud-acompanan-esta-condicion/ Fri, 08 Nov 2024 17:37:33 +0000 https://www.behealthpr.com/?p=77009 RPara quienes viven con migraña, el dolor de cabeza no es lo único que enfrentan. Muchas veces, la migraña no llega sola; viene acompañada de otras condiciones de salud que pueden empeorar los síntomas o complicar la vida diaria. Síndrome de piernas inquietas (SPI) ¿Sientes una necesidad incontrolable de mover las piernas, especialmente cuando estás …

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RPara quienes viven con migraña, el dolor de cabeza no es lo único que enfrentan. Muchas veces, la migraña no llega sola; viene acompañada de otras condiciones de salud que pueden empeorar los síntomas o complicar la vida diaria.

Síndrome de piernas inquietas (SPI)

¿Sientes una necesidad incontrolable de mover las piernas, especialmente cuando estás en reposo o intentando dormir? Este es el síndrome de piernas inquietas, una condición que afecta el sistema nervioso y que es más común en personas con migraña. La combinación de SPI y migraña puede crear un círculo vicioso: el mal descanso puede empeorar las migrañas y las migrañas pueden agravar los problemas de sueño.

Ansiedad

La migraña y la ansiedad suelen ir de la mano. Vivir con la incertidumbre de cuándo llegará el próximo ataque de migraña puede generar una ansiedad constante, que a su vez puede desencadenar nuevos episodios de dolor. Además, tanto la migraña como la ansiedad afectan los mismos neurotransmisores en el cerebro, lo que refuerza el vínculo entre ambas condiciones. Si sientes que la ansiedad es un compañero constante en tu vida, es importante buscar apoyo para manejar tanto el dolor como la ansiedad de forma integral.

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Depresión

La relación entre la migraña y la depresión es profunda y compleja. Muchas personas con migraña experimentan sentimientos de desesperanza, especialmente si los ataques son frecuentes y limitan su vida diaria. Además, se ha demostrado que quienes padecen migraña tienen un mayor riesgo de desarrollar depresión, y viceversa. Tratar la depresión en personas con migraña puede ayudar a mejorar no solo el estado de ánimo, sino también a reducir la frecuencia y la intensidad de los ataques.

Síndrome de intestino irritable (SII)

¿Dolor abdominal, hinchazón, cambios en los hábitos intestinales? Estas molestias son características del síndrome de intestino irritable, que afecta a un número considerable de personas con migraña. Aunque a primera vista parece que no tienen relación, se cree que la conexión entre el SII y la migraña podría estar en el sistema nervioso autónomo, que regula tanto el sistema digestivo como los vasos sanguíneos en el cerebro. El manejo del SII junto con la migraña puede requerir ajustes en la dieta y el estilo de vida, pero puede hacer una gran diferencia.

Alteraciones en el sueño

No es raro que las personas con migraña tengan problemas de sueño, desde insomnio hasta apnea del sueño. Las alteraciones en el sueño pueden desencadenar ataques de migraña o hacerlos más severos. La migraña y el mal descanso se retroalimentan: dormir mal aumenta la probabilidad de sufrir un ataque, y los ataques de migraña dificultan conciliar el sueño. Mejorar la calidad del sueño a través de buenos hábitos de descanso es una de las formas más efectivas de reducir la frecuencia de las migrañas.

Prolapso de la válvula mitral

El prolapso de la válvula mitral es una condición cardíaca en la que una de las válvulas del corazón no cierra correctamente. Esto puede causar síntomas como palpitaciones, fatiga y, en casos graves, dolor en el pecho. Aunque no todas las personas con migraña tienen esta condición, es más común entre quienes sufren de migraña que en la población general. El prolapso de la válvula mitral se ha asociado con una disfunción en el sistema nervioso autónomo, el mismo que juega un papel en los ataques de migraña.

Vivir con migraña no es solo lidiar con el dolor de cabeza; es enfrentarse a una serie de desafíos físicos y emocionales que a menudo se interconectan. Las comorbilidades de la migraña nos recuerdan que esta condición es compleja y necesita un enfoque de tratamiento integral. Al atender no solo los ataques de migraña, sino también las condiciones asociadas, es posible mejorar significativamente la calidad de vida.

Si reconoces alguno de estos problemas en tu vida, considera hablarlo con un profesional de la salud. Abordar la migraña y sus comorbilidades de manera conjunta puede marcar una gran diferencia y ayudarte a vivir mejor. Recuerda, no estás solo en esto, y hay apoyo disponible para ti.

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Síndrome de intestino irritable y enfermedad inflamatoria intestinal: diferencias y similitudes https://www.behealthpr.com/sindrome-de-intestino-irritable-y-enfermedad-inflamatoria-intestinal-diferencias-y-similitudes/ Thu, 25 Aug 2022 20:18:00 +0000 https://www.behealthpr.com/?p=32715 En el caso del SII, más allá de una inflamación en el colon, se sensibilizan los nervios responsables de las contracciones (llamadas peristaltismo)

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El síndrome de intestino irritable, (SII) suele relacionarse erróneamente con «colitis» y «colitis mucosa». Sin embargo, el sufijo «itis» se emplea cuando una de las características de la afección médica es la inflamación, y este no es el caso del SII. 

En el caso del SII, más allá de una inflamación en el colon, se sensibilizan los nervios responsables de las contracciones (llamadas peristaltismo) que impulsan el alimento a través del órgano, haciendo que el interior de la pared muscular responda de forma exagerada a estímulos suaves como productos lácteos o estrés emocional y generando espasmos. 

Suele relacionarse con enfermedades como la colitis debido a su similitud en algunos signos como dolores de tipo cólico y episodios de diarrea o estreñimiento.

Enfermedad Inflamatoria del intestino (EII)

La enfermedad intestinal inflamatoria suele ocasionar un daño en el tejido del intestino delgado y del intestino grueso, dependiendo el tipo de trastornos que se presente, siendo los más graves, enfermedad de Crohn y colitis ulcerosa.

En la población pediátrica, la enfermedad de Crohn es dos veces más común que la colitis ulcerosa. La colitis ulcerosa sólo afecta el revestimiento interior del intestino y se limita a una sola sección presentando úlceras y llagas abiertas que supuran sangre y pus, en los lugares donde la inflamación ha ocasionado daño sobre el tejido. 

Por su parte, la enfermedad de Crohn puede afectar completamente la pared intestinal y tiende a producirse en más de una sección.

Síntomas del síndrome de intestino irritable 

Algunos de los signos que más afectan a los pacientes pueden incluir:

  • Dolor de tipo cólico y espasmos en la parte inferior del abdomen
  • Náuseas
  • Hinchazón y gases
  • Dolor de cabeza
  • Dolor rectal
  • Dolor de espalda
  • Pérdida del apetito
  • Episodios de diarrea y estreñimiento que se alternan
  • Fatiga
  • Depresión
  • Ansiedad
  • Dificultad para concentrarse

Síntomas de enfermedad intestinal inflamatoria 

Enfermedad de Crohn

  • Dolor abdominal de tipo cólico y dolor, especialmente después de las comidas
  • Náuseas
  • Diarrea
  • Malestar general
  • Fiebre
  • Pérdida del apetito que puede producir bajo peso
  • Heces con sangre
  • Inflamación, dolor, rigidez en las rodillas y los tobillos
  • Aftas (ampollas) en la boca.
  • Inflamación de los ojos
  • Irritación o hinchazón en el área del recto
  • Fatiga
  • Depresión
  • Ansiedad
  • Dificultad para concentrarse
  • Retraso en el crecimiento y desarrollo sexual de los preadolescentes, debido a la falta de nutrición

Colitis ulcerosa

  • Dolor y cólicos en el costado izquierdo del abdomen
  • Episodios intermitentes de heces con sangre y mucosidad
  • Inflamación, dolor, rigidez en las rodillas y los tobillos
  • Aftas (ampollas) en la boca
  • Fatiga
  • Depresión
  • Ansiedad
  • Dificultad para concentrarse
  • Retraso en el crecimiento de los preadolescentes, debido a la falta de nutrición

Los ataques agudos pueden incluir:

  • Hasta veinte deposiciones blandas con sangre por día
  • Necesidad urgente de defecar
  • Cólicos fuertes y dolor rectal
  • Sudoración profusa
  • Deshidratación
  • Náuseas
  • Pérdida del apetito
  • Bajar de peso
  • Hinchazón abdominal.
  • Fiebre de hasta 104 °F (40 °C).

Aunque muchos padres pueden relacionar la irritación o inflamación en el área del recto de sus hijos con algún caso de hemorroides, esta condición no es común en los menores, por lo que, siempre es importante consultar para detectar cuanto antes casos de colitis o enfermedad de Crohn.

¿Cómo se diagnostica el SII?

La revisión física por parte de un especialista, el seguimiento en el historial médico y algunas pruebas pueden ayudar al profesional de la salud a confirmar un diagnóstico cuando se sospecha de esta enfermedad. Entre ellos:

  • Análisis de orina
  • Cultivo de orina
  • Hemograma (conteo sanguíneo) completo
  • Análisis de sangre para determinar la velocidad de sedimentación eritrocitaria (velocidad de sedimentación)
  • Análisis para detectar sangre en las heces
  • Sigmoidoscopia

Diagnóstico de la enfermedad intestinal inflamatoria

Los siguientes procedimientos junto con una revisión física y un seguimiento del paciente y de su historial familiar son necesarios para diagnosticar un caso de EII.

  • Hemograma (conteo sanguíneo) completo
  • Análisis de sangre para determinar el tiempo de protrombina
  • Análisis de sangre para determinar la velocidad de sedimentación eritrocitaria (velocidad de sedimentación)
  • Análisis para detectar sangre en las heces
  • Análisis de orina
  • Sigmoidoscopia o colonoscopia
  • Serie gastrointestinal superior (también conocida como deglución de bario)

Tratamientos para el síndrome de intestino irritable y la enfermedad intestinal inflamatoria

Si bien el SII y las EII son consideradas condiciones crónicas, es decir, que no tienen cura, si existen algunas formas para controlar la enfermedad y para ofrecer al paciente una calidad de vida.

Algunas medidas como las que mencionamos a continuación pueden reducir la frecuencia y gravedad de los signos:

  • Cambios en la dieta: es fundamental que niños con SII o EII cuenten con el apoyo de  un pediatra, un nutricionista y un gastroenterólogo con el fin de que elaboren un plan de alimentación individualizado.

En el síndrome de intestino irritable, en muchas ocasiones se recomienda incorporar fibra a la dieta para aliviar los cólicos y ablandar las heces endurecidas o eliminar la diarrea. 

Lo contrario sucede al ofrecer un alto contenido en fibras a pacientes con enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa, por ello se recomienda ajustarse a alimentos fáciles de digerir y con pocos residuos como caldo, gelatina, carne de ave sin piel, pescado, arroz, huevos y pastas. 

Los alimentos fritos y los productos lácteos también están prohibidos cuando la enfermedad está activa.

En los casos de EII resulta favorecedor ofrecer cinco o seis comidas ligeras al día en lugar de las tres comidas abundantes habituales.

  • Farmacoterapia: algunos agentes antiespasmódicos pueden resultar efectivos para disminuir su actividad. Los fármacos más utilizados son, entre otros, los corticosteroides como la prednisona  y los agentes 5-ASA sulfasalazina, olsalazina y mesalamina. 

En caso de no lograr detener la inflamación, se pueden emplear otros medicamentos como los inmunomoduladores: azatioprina, ciclosporina, metotrexato o 6-mercaptopurina,  que se encargan de alterar la respuesta inmunitaria del cuerpo. 

  • Cirugía: en los casos de EII en los que los pacientes resultan ser resistentes a la farmacoterapia puede ser necesario extirpar una parte o todo el colon, sin embargo, es importante aclarar que este procedimiento es poco común durante la adolescencia.
  • Asistencia de salud mental: Aunque se ha comprobado que el estrés emocional no causa la presentación del SII ni de las EII, si puede empeorar sus sintomas y puede agravar la enfermedad. Por lo tanto, los pacientes pueden beneficiarse mucho de la atención de un profesional de salud mental que les enseñe técnicas para reducir el estrés y para manejar las crisis, miedos o preocupaciones.

Con información Healthy Children

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Tratamiento del síndrome de intestino irritable: 6 dietas recomendadas https://www.behealthpr.com/tratamiento-del-sindrome-de-intestino-irritable-6-dietas-recomendadas/ Thu, 30 Jul 2020 19:57:33 +0000 https://behealthpr.com/?p=4848 Prestar atención a la dieta es un gesto fundamental para controlar los síntomas causados por el síndrome de intestino irritable, un trastorno cada vez más extendido. Para tratar el síndrome del intestino irritable es necesario cambiar los hábitos alimenticios. En este artículo proponemos 6 dietas ideales para las personas que sufren de esta condición. Se …

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Prestar atención a la dieta es un gesto fundamental para controlar los síntomas causados por el síndrome de intestino irritable, un trastorno cada vez más extendido.

Para tratar el síndrome del intestino irritable es necesario cambiar los hábitos alimenticios. En este artículo proponemos 6 dietas ideales para las personas que sufren de esta condición.

Se trata de una enfermedad que afecta preferentemente a las mujeres menores de 45 años, pero por supuesto también puede afectar a los hombres y a las personas mayores. Esta condición, que afecta al intestino grueso, suele manifestarse con cólicos, gases, hinchazón, estreñimiento y diarrea.

Aunque se trata de un trastorno generalizado, por el momento aún no se han determinado las causas exactas. Si sospechas que sufres de síndrome de intestino irritable, no dudes en acudir a tu médico para que te dé un diagnóstico preciso.

6 dietas para tratar el síndrome de intestino irritable

Los síntomas son molestos, pero puedes mantenerlos bajo control haciendo algunos cambios en tu dieta. De hecho, no hay un acuerdo completo de los médicos sobre la mejor dieta a seguir. Sin embargo, se aplican las siguientes reglas generales:

  • Eliminar la comida de la dieta solo por consejo médico.
  • Evitar las bebidas gaseosas.
  • Limitar el consumo de alimentos grasos.
  • Aumentar el consumo de fibra.
  • Evitar las comidas excesivas.
  • Beber entre dos y tres litros de agua al día.
  • Evitar el consumo de legumbres y otros alimentos que puedan causar gases intestinales.
  • Eliminar el tabaco y el alcohol.

Dieta baja en FODMAP

Entre las dietas que ayudan a tratar el síndrome de intestino irritable se encuentra el régimen de bajo contenido de sodio. Se trata de una dieta basada en el consumo reducido de carbohidratos de cadena corta como oligosacáridos, disacáridos, monosacáridos y polioles fermentables.

¿Cómo podemos reducir el consumo de estos alimentos para aliviar los síntomas?

Simple: Muchas personas son incapaces de absorber estos nutrientes a nivel del intestino delgado y por lo tanto continúan su viaje hacia el colon. Aquí, al alimentar las colonias bacterianas, se fermentan y causan los síntomas típicos.

Algunos investigadores afirman que evitar este tipo de carbohidratos limita la fermentación de los alimentos por parte de las bacterias con menor malestar. Sin embargo, no hay estudios concluyentes al respecto.

Según la Sociedad Española de Patología Digestiva, tras una primera fase de fuerte limitación de la FODMAP (entre 4 y 8 semanas) sería bueno reintroducir los alimentos de forma gradual. Esto con el fin de verificar la tolerancia y calibrar la dieta de la manera menos restrictiva posible.

Debido a las restricciones de algunos alimentos importantes, esta dieta debe seguirse bajo supervisión médica especializada. Los riesgos-beneficios se evalúan de hecho según las condiciones personales.

Dieta sin lactosa

Si el médico sospecha que hay intolerancia a la lactosa, puede ser conveniente una exclusión parcial de los productos lácteos durante uno o dos meses. Al final, deben ser reintroducidos para observar la tolerancia.

Dieta sin gluten para tratar el síndrome del intestino irritable

Según algunas investigaciones, el 30% de los pacientes celíacos han sido previamente diagnosticados con el síndrome de intestino irritable. Por esta razón, en caso de sospecha de sensibilidad o alergia al gluten, el médico puede recomendar que se excluya temporalmente.

Dieta contra el estreñimiento

En caso de síndrome de intestino irritable con estreñimiento crónico, algunos especialistas recomiendan el consumo de alimentos ricos en fibra insoluble que aceleran el tránsito intestinal. Están presentes en las verduras y en los granos enteros.

Si el principal síntoma es la diarrea

La diarrea es un síntoma muy frecuente del síndrome de intestino irritable. Requiere un cuidado extremo ya que el riesgo es de efectos secundarios relacionados con la mala absorción de nutrientes esenciales.

Las personas que suelen sufrir de diarrea deben evitar el consumo de café y alcohol, dos bebidas que estimulan el intestino. Lo mismo se aplica a los productos lácteos, pero en este caso, no olvide incluir fuentes alternativas de calcio, como la leche de soja.

Tratamiento del síndrome de intestino irritable: Alimentos recomendados para limitar y evitar

Sería imposible hacer una lista completa de los alimentos recomendados y desaconsejados en el síndrome de intestino irritable porque, como hemos dicho, la dieta debe ser personalizada según los síntomas y la respuesta individual.

Sin embargo, le presentamos una lista indicativa de alimentos que pueden considerarse recomendados, restringidos o prohibidos.

Alimentos recomendados

  • Pan integral, salvado de trigo y granos enteros.
  • Huevos.
  • Frutas y verduras.
  • Productos lácteos desnatados.
  • Carnes magras.
  • Frutas secas
  • Pez blanco
  • Aceite de oliva en cantidades moderadas
  • Agua
  • Infusiones

Alimentos prohibidos

  • Verduras que generan gases intestinales como la coliflor o el brócoli.
  • Quesos grasos y productos lácteos enteros
  • Carnes rojas y salchichas
  • Pan industrial
  • Mantequilla y margarina
  • Comidas picantes
  • Salsas industriales
  • Café
  • Alcohol
  • Bebidas con gas

Se recomienda que consultes a tu médico antes de hacer cualquier cambio en tu dieta. El gastroenterólogo es el especialista más adecuado para planificar el plan de alimentación adecuado según tus síntomas y necesidades personales.

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