Perdón archivos - BeHealth https://www.behealthpr.com/tag/perdon/ ¡Sé Sano! Sat, 17 Aug 2024 15:05:35 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.7.1 https://www.behealthpr.com/wp-content/uploads/2020/04/cropped-BE-16-1-32x32.png Perdón archivos - BeHealth https://www.behealthpr.com/tag/perdon/ 32 32 Yo no quiero ser grande https://www.behealthpr.com/yo-no-quiero-ser-grande/ Fri, 16 Aug 2024 23:39:29 +0000 https://www.behealthpr.com/?p=71134 Esta pasada semana estaba, como muchos puertorriqueños, siguiendo las noticias del paso de la tormenta tropical Ernesto por nuestras islas. Me impactó mucho el reportaje de una familia que perdió casi todas sus pertenencias luego de que los vientos del sistema le arrancaran el techo a su casa. La madre narró cómo  se puso a …

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Esta pasada semana estaba, como muchos puertorriqueños, siguiendo las noticias del paso de la tormenta tropical Ernesto por nuestras islas. Me impactó mucho el reportaje de una familia que perdió casi todas sus pertenencias luego de que los vientos del sistema le arrancaran el techo a su casa. La madre narró cómo  se puso a llorar ante lo que estaban viviendo. Y de repente, la mayor de sus dos hijas, que tendría seis o siete años, se le acercó, la abrazó y le dijo “Mami, cálmate. Sí, hemos perdido muchas cosas, pero estamos bien y estamos todos juntos.”  La madre jamás esperó que esas palabras tan sabias salieran de la boca de su niña. Pero la calmó.  

Y es que así son los niños, sabios de tantas maneras. Mi pregunta hoy es: ¿qué ocurre cuando crecemos, se nos olvida seguir viendo la vida a través de los ojos de la inocencia?  

Recuerdo que cuando era niña, a veces mami o papi salían de la casa y yo les pedía que me llevaran. Fueron muchas las ocasiones en que me dijeron, “No, Lily, no puedes ir porque vamos a hacer diligencias”. De repente, “hacer diligencias” se convirtió para mí en la definición de ser “grande”, y soñaba con que algún día crecería y podría hacer diligencias también.  

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Hoy que ya estoy pasada de ser “grande” y hacer “diligencias”, quisiera por momentos darle hacia atrás al calendario y regresar a aquellos momentos en que la vida era tanto más sencilla y menos estresante, no porque no ocurrieran cosas negativas, sino porque o nos protegían de ellas, o no las cogíamos tan a pecho como ahora que somos adultos.  

Es obvio que no puedo volver atrás. Pero sí puedo, al igual que todos, buscar reconectarme con esa niña interior que, como la niña de la familia que perdió sus pertenencias a raíz de la tormenta, puede enfocarse en lo que tiene, y no en lo que ha perdido. ¿Qué podemos aprender de los niños? Hoy comparto con ustedes algunas de sus fortalezas. 

  • Los niños viven en el momento presente. Practican el “mindfulness”, aunque no sepan lo que es, mucho más que los adultos. Se disfrutan el momento sin pensar en el futuro o el pasado.  Ellos viven en el hoy.  Si bien es cierto que es natural que los adultos tengamos mayores preocupaciones y temores, también hay que reconocer que muchas veces nos dejamos arropar por ellos, lo cual nos roba felicidad. 
  • Los niños tienen una imaginación sublime. Crean mundos que los hacen felices y a los cuales pueden escapar.  Si no han visto la película “If” sobre los amigos imaginarios, se las recomiendo. Los adultos muchas veces perdemos esa capacidad para ver más allá de la realidad, en ocasiones volviéndonos cínicos y poco creativos. Pienso que todos los grandes visionarios y visionarias están conectados con sus niños internos. 
  • Los niños son libres de ideas preconcebidas y prejuicios. Si muestran prejuicios es porque lo han aprendido de algún adulto. Para ellos no existen las diferencias. Todos son bienvenidos a sus vidas.  
  • Los niños se maravillan ante todo. Tienen ese enorme sentido de curiosidad, de querer descubrir y aprender del mundo, que a veces puede ser peligroso porque no están conscientes de las consecuencias de sus actos. Pero ya de adultos muchos pierden esa capacidad de ver la vida “con ojos de principiante”.  Desarrollarlo es algo que nos puede brindar gran felicidad y paz en la vida adulta. 
  • Los niños perdonan con gran facilidad. Unos hermanos o amiguitos pueden tener tremenda pelea mientras están jugando. Los padres los separan y se los llevan, y en minutos se están buscando. Ojalá nosotros aprendiéramos a aceptar y sanar así nuestras diferencias. 
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Y como estos les podría compartir muchos ejemplos más de fortalezas que tuvimos como niños y fuimos perdiendo en el proceso.  Pero nunca es tarde para conectarnos con ellas. No, yo no quiero ser grande, a menos que sea grande con el corazón de niña.

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Lo mejor y lo peor de nosotros… https://www.behealthpr.com/lo-mejor-y-lo-peor-de-nosotros/ Fri, 21 Jun 2024 21:57:29 +0000 https://www.behealthpr.com/?p=68352 Como últimamente no he tenido mucho tiempo para leer, estoy escuchando un audiolibro titulado “Cuchillo: meditaciones después de un intento de asesinato” del escritor Salman Rushdie. Y ni es una novela, ni son realmente meditaciones. Es el recuento del intento de asesinato al cual sobrevivió el autor en el 2022, cuando, justo antes de ofrecer …

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Como últimamente no he tenido mucho tiempo para leer, estoy escuchando un audiolibro titulado “Cuchillo: meditaciones después de un intento de asesinato” del escritor Salman Rushdie. Y ni es una novela, ni son realmente meditaciones. Es el recuento del intento de asesinato al cual sobrevivió el autor en el 2022, cuando, justo antes de ofrecer una conferencia en Nueva York, un joven musulmán logró subir al escenario y lo acuchilló causándole heridas graves en varias partes del cuerpo y la pérdida de un ojo. Es un milagro que a sus setenta y seis años esté vivo para contarlo. 

Pero este no fue el primer atentado contra la vida de Rushdie. Hubo uno en el 1989 cuando otro musulmán extremista trató de detonar una bomba en el hotel en el cual el escritor se estaba hospedando en Londres, destruyendo dos pisos de la estructura. Pero en esta ocasión Rushdie salió ileso. ¿Y qué hizo este hombre para ganarse tanto odio? Todo comenzó en 1988 cuando Rushdie escribió “Los versos satánicos”, novela que muchos musulmanes catalogaron como un ataque irreverente a la figura de Mahoma. El líder supremo de los musulmanes en aquel momento pidió la ejecución de Rushdie e inclusive se ofreció una recompensa a quien lo capturara. Salman Rushdie vivió años escondido y temiendo por su vida.  

Lo que jamás imaginó es que treinta y dos años más tarde, alguien iba a intentar asesinarlo de nuevo y casi lograrlo. Rushdie especula que tal vez era un joven buscando notoriedad porque, después de todo, ya la controversia por sus “Versos satánicos” se disipó hace décadas. Pero lo cierto es que este incidente ha transformado su vida.  El análisis existencial que el autor hace en “Cuchillo” de cada aspecto de ese día, de lo que sintió, de lo que vivió, y de lo que sigue viviendo, me ha tocado profundamente. Y hubo algo que mencionó que me hizo querer compartir esta historia con ustedes. 

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Tan pronto un guardia de seguridad se llevó al agresor, comenzaron a subir al escenario muchas personas, la mayoría de ellas desconocidas para Rushdie, que intentaban en medio del caos de mantenerlo con vida en lo que llegaban los paramédicos. Aunque admite no recordar todo lo que escuchaba, si pudo, a pesar del trauma físico y emocional que estaba viviendo en aquel momento, guardar en su memoria algunas de las palabras de los que lo rodearon. Hoy reconoce que está vivo gracias a estas personas. Y su gran revelación fue descubrir cómo en cuestión de minutos él experimentó lo peor y lo mejor de la humanidad.  Vio lo peor en el odio, el egoísmo, y la soberbia de un hombre que, sin conocerlo, quiso acabar con su vida.  Y vio lo mejor en los actos de compasión y generosidad de esos que llegaron a tratar de rescatarlo, sobre todo de ese amigo que se abalanzó sobre el agresor, arriesgando su propia vida, para quitárselo de encima.  

Y sí, así vivimos, en un planeta donde encontramos lo peor y lo mejor; la capacidad para gran destrucción y para gran sanación; donde hemos visto generarse tanto odio, y a la misma vez manifestarse el poder del amor incondicional. 

No vayamos lejos, como bien dice la Ley de Correspondencia, “como es afuera es adentro y como es adentro es afuera”, no es solo allá afuera “en el mundo” que encontramos el bien y el mal. Ambos están también dentro de nosotros mismos.   Por eso es que tenemos que practicar el autoconocimiento, aprender a vivir conectados a nuestras emociones, las positivas y las negativas, para reconocer de dónde vienen. Si las pillamos a tiempo, si podemos reconocer que ese resentimiento se puede transformar en odio, podemos detenernos y negarnos a echarle abono a ese pensamiento/emoción negativa. 

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No permitas que lo peor en ti eche raíces, enfócate en germinar  compasión, empatía, generosidad y perdón. No te sientas culpable si en algún momento te ha cruzado un pensamiento egoísta o le has deseado mal a otros, es completamente normal que nos ocurra a veces, lo importante es que detengamos ese pensamiento ahí, lo reconozcamos y lo podamos sustituir por un “Te bendigo…y te dejo ir”. Sé siempre lo mejor que puedas ser y estarás creando circunstancias maravillosas para ti y los tuyos.   

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Navegando la vida después de los 50, consejos de Lily y Silverio https://www.behealthpr.com/navegando-la-vida-despues-de-los-50-consejos-de-lily-y-silverio/ Wed, 28 Feb 2024 11:10:00 +0000 https://www.behealthpr.com/?p=61936 Al cuidar nuestra salud física y emocional, practicar el perdón y cultivar la gratitud, podemos abrazar esta etapa de la vida con entusiasmo y optimismo.

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El paso del tiempo nos lleva a diferentes etapas de la vida, y alcanzar los 50 años marca un punto de inflexión notable. Es un momento en el que reflexionamos sobre nuestras experiencias pasadas, evaluamos nuestros logros y nos preparamos para el futuro con renovado vigor y sabiduría. Lily García y Silverio Pérez, dos individuos que han abrazado esta fase con determinación y una mentalidad positiva, comparten sus perspectivas sobre cómo vivir la vida después de los 50 con plenitud y salud.

«Los estudios dicen que a medida que envejecemos, somos más felices, si somos saludables», enfatiza Lily García, destacando la importancia fundamental de cuidar nuestra salud a medida que avanzamos en edad. Esta noción es respaldada por Silverio Pérez, quien comparte una analogía perspicaz: «Cuidar nuestra salud es como una cuenta bancaria para el retiro. Ahora es el momento de hacer depósitos, y esos depósitos son cuidar nuestra salud».

La idea del equilibrio fue también un tema recurrente en su conversación. «Lo más importante en la vida es el equilibrio», enfatiza Lily. «No digo que nunca debas disfrutar de una dona, pero si te la comes todas las noches junto con el bizcocho, entonces el problema está claro».

En términos de salud física, Silverio Pérez destaca la importancia de hacer ajustes en el estilo de vida, especialmente en términos de alimentación y ejercicio. «Debemos hacer ajustes, combinar cambios en la alimentación con algo de ejercicio«, afirma. Además, subraya la importancia de la actividad física simple pero efectiva: «El ejercicio más simple que cualquiera puede hacer es caminar».

El contacto con la naturaleza también emerge como un elemento vital para el bienestar emocional y físico. Lily menciona la práctica del «earthing», que implica caminar descalzo sobre la tierra, como una forma de equilibrar el cuerpo y la mente. «Conectar con la tierra, caminar descalzos sobre la tierra, aunque sea por un rato, puede equilibrar muchos elementos químicos en el cuerpo», explica.

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En el ámbito emocional, destacaron la importancia del perdón como una herramienta para la salud cardiovascular y el bienestar general. «La infelicidad en mucha gente proviene de la incapacidad para perdonar y soltar», reflexiona Lily. Silverio Pérez comparte su perspectiva, comparando el perdón con la liberación de una carga emocional pesada: «Al perdonar, cortas las cadenas que te atan al pasado».

Silverio también compartió sus estrategias para contrarrestar el exceso de pensamiento y sobreanálisis, enfatizando la importancia de actividades como la meditación y la gratitud: «Es fundamental entender cómo funciona nuestro cerebro, ya que de lo contrario, nos convertimos en esclavos de nuestros propios pensamientos y emociones».

El tema de la culpa también se aborda, con Silverio compartiendo su experiencia personal sobre cómo liberarse de las expectativas externas y vivir cada día con plenitud: «Es crucial liberarnos de esa culpa que sentimos por no haber cumplido con las expectativas que otros tenían de nosotros».

Para finalizar, resaltaron la importancia de la risa y el crecimiento continuo. «La risa es una de las mayores bendiciones que tenemos», afirma Silverio, destacando la importancia de aprovechar cada momento y seguir aprendiendo y creciendo juntos.

La vida después de los 50 ofrece una oportunidad para vivir con plenitud, sabiduría y alegría. Al cuidar nuestra salud física y emocional, practicar el perdón y cultivar la gratitud, podemos abrazar esta etapa de la vida con entusiasmo y optimismo. Como Lily y Silverio nos recuerdan, cada día es una bendición que merece ser celebrada y disfrutada al máximo.

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No te pierdas esta increíble charla:

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Nos vemos en la próxima https://www.behealthpr.com/nos-vemos-en-la-proxima/ Sun, 28 Jan 2024 09:42:00 +0000 https://www.behealthpr.com/?p=60474 Los que me conocen, o conocen mi historia de vida, saben que me he casado y me he divorciado tres veces. En mis charlas, y cuando hago “stand up comedy”, bromeo con tener un superpoder que las mujeres envidian. El poder consta en que mis ex, ya sean maridos o ex parejas, o se mudan …

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Los que me conocen, o conocen mi historia de vida, saben que me he casado y me he divorciado tres veces. En mis charlas, y cuando hago “stand up comedy”, bromeo con tener un superpoder que las mujeres envidian. El poder consta en que mis ex, ya sean maridos o ex parejas, o se mudan de Puerto Rico y nunca los vuelvo a ver, o se mueren. En otras palabras, que no puedo tener un encuentro “incómodo” con un ex en algún lugar de Puerto Rico, porque aún a los que están vivos, no los veo desde hace años. 

Y ese es el caso del que fue mi primer esposo, mucho antes de yo ser periodista y figura pública. Fuimos novios desde mis diecisiete años y me casé teniendo veintiuno. Ya a los veintiséis me estaba divorciando. Tomé esa difícil decisión porque me di cuenta de que nuestras visiones de vida y lo que aspirábamos en términos de nuestro futuro como pareja, no eran compatibles.  Pienso que como nuestra relación siempre fue de larga distancia, porque en esos cuatro años de noviazgo solo nos veíamos en vacaciones, en realidad no nos conocíamos bien. Y cuando se dio la convivencia, me di cuenta de que a pesar de que era un excelente ser humano, yo no caía dentro del marco de lo que él había visualizado como esposa. Hubiese tenido que dejar de ser yo para hacerlo feliz, y eso era algo que no estaba dispuesta a negociar. 

Nunca lo volví a ver después del divorcio porque él hizo su vida fuera de Puerto Rico. Eso fue hace cuarenta años. Ni él ni su familia inmediata, padres y hermanos, me volvieron a hablar o procurar. No me perdonaron el que yo terminara la relación. Fue algo que me dolió mucho, ya que los consideraba familia. Pero así es la vida. Sí he mantenido comunicación con algunas de sus primas y primos que siempre me han tenido mucho cariño.  

Fue precisamente una de esas primas quien se comunicó conmigo a principios de enero para informarme que él había fallecido. Fue duro escucharlo, no solo porque él solo tenía sesenta y siete años y nunca me enteré de que estaba enfermo, sino también porque albergaba la esperanza de que en algún momento nos pudiésemos sentar a hablar y sanar las heridas que dejó nuestra separación. 

A principios del 2020 hice un intento por comunicarme con él escribiéndole un correo electrónico. Fue un comienzo de año convulso en muchos sentidos. Enero nos recibió en Puerto Rico con dos terremotos de más de 6 de intensidad. A nivel personal fui diagnosticada con artritis reumatoide. Y a pocas semanas llegó el encierro por la pandemia. Sentí que era el momento para intentar atar ese único “cabo suelto” que tenía.  El “combo” de esos sucesos me motivó a conseguir su email y escribirle.  

En el correo le dejaba saber lo mucho que me alegraba de que había podido construir una vida personal y profesional exitosa y feliz (lo sabía por lo que me había contado una amiga en común). Le dije lo que tal vez nunca le había dicho, lo importante que había sido en mi vida independientemente de que la relación entre nosotros no hubiese funcionado. Y terminé escribiéndole que, si en algún momento venía a Puerto Rico, me gustaría mucho que pudiésemos encontrarnos y hablar.  Nunca me contestó, pero pienso que yo no esperaba que lo hiciera. Tal vez le escribí para mí, no para él. Pero tampoco me rebotó el email, como ocurre cuando uno tiene la dirección incorrecta. Así que es posible que lo haya leído. Les cuento esto porque si en estos momentos en tu vida tienes un cabo suelto por ahí que entiendes te gustaría intentar amarrar, no sigas esperando para dar el paso. La vida se nos va, y aunque nada nos garantiza que las heridas van a sanarse, por lo menos nos queda la satisfacción de haber hecho el intento. En mi caso, como creo en la reencarnación, sé que el encuentro se volverá a dar en algún momento. Mientras tanto, a ti, HC, gracias por el amor y por lo aprendido, y nos vemos en la próxima.

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Dime de dónde vienes… https://www.behealthpr.com/dime-de-donde-vienes/ Fri, 27 Jan 2023 22:03:15 +0000 https://www.behealthpr.com/?p=41725 Entiendo que todos estamos claros en que nuestras circunstancias de vida forman parte de la materia prima de la cual estamos construidos. Y por circunstancias de vida me refiero a lo que recibimos en nuestro proceso de crianza; los ejemplos que hemos tenido a nuestro alrededor, y las experiencias por las cuales hemos ido atravesando. …

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Entiendo que todos estamos claros en que nuestras circunstancias de vida forman parte de la materia prima de la cual estamos construidos. Y por circunstancias de vida me refiero a lo que recibimos en nuestro proceso de crianza; los ejemplos que hemos tenido a nuestro alrededor, y las experiencias por las cuales hemos ido atravesando. Todo forma parte de quienes somos, de lo que sentimos y hasta de como reaccionamos. Una vez aprendí de un gran maestro espiritual que aquellas actitudes tuyas que te hacen sufrir y te roban felicidad no vinieron contigo de fábrica, y eso quiere decir que de la misma forma que las recogiste en el camino, también las puedes soltar. A veces necesitamos ayuda para reconocerlas y dejarlas ir, pero de que es posible, es posible. Solo así podemos transformar la victimización en responsabilidad por lo que nos toca.

Lo que a veces se hace más difícil es usar esa misma fórmula, la de identificar de donde vienen, con personas a nuestro alrededor cuyo comportamiento nos hiere o nos ha herido. Ellos también tienen su historia, y esa historia los ha formado para bien o para mal. Hace unos días conversaba con una amiga acerca de su relación con su madre. Esta conversación no solo la ayudó a ella a descubrir elementos que no había visto, sino que también me recordó a mí aspectos de mi propia madre que a veces olvido y me llevan a impacientarme con ella.

Comencemos por la relación entre mi amiga y su madre. Ella recuerda que a pesar de que siempre ha sido una buena madre, también fue seca y poco cariñosa. Para esa hija, hay una herida que todavía parece seguir abierta, y esa fue la infligida por la falta de apoyo que recibió de su progenitora cuando quiso estudiar comunicaciones en vez de ciencias. Su padre la apoyó en todo momento, pero la madre siempre se enfocó en la inseguridad económica que representaría el campo de las comunicaciones. Conversando con ella, le hice una pregunta sencilla: “¿y de dónde vino tu madre?” En ese momento esta mujer, hoy una exitosa profesional de las comunicaciones, se fue en un viaje en el tiempo. Recordó como esa madre tuvo pérdidas significativas cuando era joven y tuvo que hacerse cargo de sus hermanos a temprana edad; de la difícil situación económica en la cual se crío; del sueño que tenía de estudiar medicina, el cual fue tronchado ante su necesidad de comenzar a generar ingresos lo más rápido posible.

Recordó también lo creativa que siempre fue su madre, lo buena que era en el diseño y la costura y lo mucho que los disfrutaba. Recordando de donde vino “mami” de repente pudo descubrir que el rechazo a su decisión de estudiar comunicaciones y su aparente falta de validación no tenía nada que ver con ella como hija y todo que ver con el miedo de que su hija experimentara la inseguridad económica que ella había tenido que enfrentar. Además, posiblemente veía sus propias metas realizadas en una hija con una carrera en las ciencias. Eso la tiene que haber decepcionado, pero no por su hija, sino por ella. Y esa mirada al pasado materno también le recordó que compartían una vena de creatividad que en el caso de su madre nunca se manifestó.

La conversación con mi amiga me recordó lo que me dijo mi madre cuando, a mis veintiséis años, le dejé saber que había tomado la decisión de divorciarme de mi primer esposo. Yo pensaba que iba a tratar de convencerme de que no lo hiciera. Después de todo, me iba a convertir en el primer divorcio de la familia. Pero sus palabras fueron: “Tal vez tú estás dando el grito que yo nunca he podido dar.” Sé que no era lo que ella hubiese querido para mí, pero sentí que entendió.

De la misma forma, mi amiga posiblemente ha dado “gritos” y tomado decisiones en su vida que su madre nunca pudo dar o tomar. Y al poner en perspectiva ese pasado materno, puede comenzar a sanar heridas viejas y a practicar el perdón a través de la compasión y la empatía hacia esa madre que tanto la ha amado, aún cuando no siempre ha sabido demostrarlo. Si quieres dar el primer paso en un proceso de perdón, comienza por preguntarte de donde vino esa persona que te hirió. La idea no es justificar lo que hicieron, sino tratar de entender que la gente da lo que puede dentro de sus circunstancias. Bendice, genera compasión, y deja ir. Y ya comenzaste a perdonar.

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La nena de papi https://www.behealthpr.com/la-nena-de-papi/ Fri, 17 Jun 2022 19:42:54 +0000 https://www.behealthpr.com/?p=28241 La primera llamada que recibía por las mañanas tan pronto terminaba mi programa de radio era la suya. “¿Vas para San Juan? Es para que me lleves a la agencia hípica y después a visitar a tu mamá a la joyería”. Ya para esa época no guiaba así que dependía de un pon o de …

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La primera llamada que recibía por las mañanas tan pronto terminaba mi programa de radio era la suya. “¿Vas para San Juan? Es para que me lleves a la agencia hípica y después a visitar a tu mamá a la joyería”. Ya para esa época no guiaba así que dependía de un pon o de la guagua para llegar al Viejo San Juan.  Cuando podía lo recogía y seguíamos nuestra rutina. Lo dejaba en la Agencia Hípica en la Calle Fortaleza y yo me iba a desayunar a la Mallorca o a La Bombonera. Y después de jugar su “cuadrito” de caballos llegaba hasta allá a tomarse un café conmigo.  

Había ocasiones en que tenía trabajo después del programa de radio, y mi respuesta era, “Hoy no, papi, voy para Ponce (o Camuy, o Arecibo, etc.), a dar una charla”. Y la pregunta de seguimiento era siempre la misma: “¿Y te pagan?” “Sí, papi, me pagan”. “Pues que bueno, que salgas bien”, como si fuese un examen.  Y por la tarde llegaba entonces la segunda llamada. “¿Cómo estuvo la charla?” “Bien, papi”.  “¿Y te pagaron?” “Sí, me pagaron”. “Que bueno, me llamas mañana si vas para San Juan”.   

Desde septiembre del 2015 no recibo esas llamadas. No tienen idea la falta que me hacen. Por ser la única de los seis que no tuvo hijos, y por lo tanto tenía más tiempo, y al tener una profesión que hace muchos años no me obliga a un itinerario de trabajo fijo, yo me convertí en la chofera de papi y acompañante a citas médicas durante los últimos años de su vida. Duró hasta los ochenta así que tuvo una vida plena y logró disfrutarse los logros de sus seis hijos y ver nacer y comenzar a desarrollarse a sus diez nietos. Papi fue un padre imperfecto, como muchos, pero con una capacidad de amar extraordinaria. Y yo aprendí desde muy joven, a pesar de las heridas que puedan quedar todavía, a aceptarlo como era, y a escoger quedarme con lo mejor de él.  

Papi tenía un gran sentido del humor, y puede que piensen que eso no debe extrañarle a nadie porque fue actor y comediante toda su vida. Pero no crean, yo conozco excelentes comediantes que fuera de las cámaras y los escenarios no tienen un pelo de graciosos. En el caso de papi sí. Él siempre decía que menos mal que sus hijos heredaron su sentido del humor porque a mami tú le haces un chiste de doble sentido y no entiende ninguno de los dos. Y es cierto.  Mi madre tiene grandes cualidades, pero su sentido del humor siempre ha sido rarito.  

Hay veces que estoy en el carro guiando y me río sola acordándome de anécdotas suyas. Tuve la bendición de poder llevarlo junto a mami a un crucero a Europa. Poder viajar en góndola con ellos por los canales de Venecia y ver a papi con mami sentada detrás en una motora recorriendo la isla de Santorini son momentos que jamás voy a olvidar. El día de la motora pensé que los perdía. Papi tendría como setenta años y él juraba que sabía correr motora porque lo había hecho en sus veintes. Y lo grande es que mami se montó con él.  

Recuerdo yo siendo una nena sentarnos a escuchar discos de algunos de sus comediantes favoritos. Había muchos chistes que yo no entendía, y él me los explicaba. Nos reíamos mucho. Y también bailábamos. Mi mamá fue maestra de ballet durante más de cuatro décadas, pero el bailarín de salón era mi padre. Recuerdo en ocasiones, bastante frecuentes, que llegaba con dos o tres palos encima, y ponía el disco de su película favorita, Zorba el Griego, y bailábamos el baile de Zorba en el estudio de ballet de mami en casa. Cada vez que escucho música griega se me aguan los ojos.  

Aquellos que tengan a sus padres vivos, disfrútenlos, abrácenlos y déjenles saber lo importantes que son en sus vidas. Y traten, de ser posible, de trabajar con sanar resentimientos y con perdonar.  Solo así nos podremos quedar con lo mejor de ellos el día que ya no estén. Te quiero, papi…

Lily García estará ofreciendo el taller “Los secretos de las mentes felices” el sábado 25 de junio en el Aguadilla Mall y el 16 de julio en la Fundación para la Cultura Popular del Viejo San Juan.  Para más información pueden visitar su página Lily García Fan Page en Facebook, escribir a lilybuenosdias@gmail.com o llamar al (787)234-6906.      

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