Según mencionó el geriatra José Francisco Parodi García en un foro para Grupo Sinapsis, hasta un 56% de las demencias se pueden prevenir. Para el especialista, el ejercicio funciona como una herramienta de prevención de la demencia. 

Explicó que el ejercicio estimula la producción de sustancias que salvaguardan el cerebro. “El ejercicio físico tiene un mecanismo de producción de sustancias químicas que protegen al cerebro, actúan como antiinflamatorios del cerebro, pero también producen estimulación de conexiones nerviosas”, indicó Parodi García. 

De acuerdo con el especialista, las personas solo piensan en el músculo como herramienta para movilizar el cuerpo. Sin embargo, aseguró que estimular el músculo durante el ejercicio es beneficioso para la salud cerebral.  

“El músculo no es solamente un órgano que sirve para movilizarme, sino que al estimular el músculo y hacerlo trabajar de manera adecuada, se están produciendo factores de crecimiento cerebral y neuronal”, explicó el geriatra durante el conversatorio. 

El ejercicio como prevención para otras comorbilidades asociadas a la demencia

Cuando un paciente sufre de demencia, mayormente presenta otras condiciones asociadas a esta enfermedad. 

Parodi García explicó que la demencia vascular se relaciona con otras condiciones como la fibrilación auricular y la arritmia.   

De acuerdo con el Departamento de Salud y Servicios Humanos de los Estados Unidos (HHS, por sus siglas en inglés), esta enfermedad es un tipo de demencia que daña los vasos sanguíneos del cerebro. Como resultado, se interrumpe el oxígeno y el flujo de sangre hacia el cerebro. 

Asimismo, el especialista destacó que el colon irritable, otra condición asociada con la demencia, también es prevenible si se realiza ejercicio. 

Para Parodi Garcia, la utilización de medicamentos para condiciones como la incontinencia urinaria aumentan el riesgo de demencia. 

Igualmente, mencionó que el consumo de antidepresivos para tratar la depresión se ha relacionado con enfermedades de degradación cognitiva: “el uso de antidepresivos también podría estar vinculado a ciertos tipos de deterioro cognitivo”. 

Destacó que la ciencia médica ha probado el ejercicio físico como herramienta para el manejo de la depresión sin necesidad de utilizar medicación. De esta forma, los pacientes pueden prevenir el desarrollo de demencia. 

“El hacer ejercicio no solamente es terapéutico y sirve como una terapia no farmacológica para mejorar la depresión, sino que también se ha demostrado que las personas que usan un antidepresivo y hacen ejercicio, tienen menores efectos secundarios del antidepresivo”, puntualizó el geriatra.  

Además de realizar ejercicio, Parodi García recomendó mantener hábitos de alimentación saludable para prevenir la demencia y otras enfermedades relacionadas.

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¿Qué es la demencia vascular?

La demencia vascular se considera la segunda causa más frecuente de demencia después de la enfermedad de Alzheimer. Su principal característica es la reducción de las capacidades cognitivas, un problema que puede aparecer repentinamente, por ejemplo, después de un derrame cerebral, u ocurrir gradualmente con el tiempo, tendiendo a empeorar.

¿Cuáles son las causas de la demencia vascular?

La demencia vascular subyacente son problemas de circulación de la sangre en los vasos sanguíneos del cerebro que pueden asociarse con otras formas de demencia, incluida la propia de Azheimer. El principal factor de riesgo es el envejecimiento, pero todas las condiciones que aumentan el riesgo cardiovascular también pueden contribuir a la aparición del problema.

¿Cuáles son los síntomas de la demencia vascular?

Los síntomas pueden variar enormemente dependiendo del daño vascular subyacente a la demencia y de las áreas del cerebro involucradas. Los problemas pueden ser más obvios cuando son el resultado de un derrame cerebral. En este caso puede tratarse de confusión, pérdida del sentido de la dirección, problemas para hablar o entender lo que se dice y pérdida de visión.

En otros casos, los síntomas pueden aparecer más lentamente con la acumulación de daños cerebrales, lo que puede afectar al juicio, la planificación y la atención, provocar llanto y risa incontrolables, perjudicar las interacciones sociales y aumentar la dificultad para encontrar las palabras adecuadas para decir.

Prevención

Al controlar los factores de riesgo que pueden comprometer la salud cardiovascular también se puede proteger el cerebro. Por esta razón, para prevenir la demencia vascular, es mejor no fumar, controlar la presión arterial y los niveles de colesterol y azúcar en la sangre, seguir una dieta sana y equilibrada, asegurar el ejercicio regular, mantener un peso normal y limitar el consumo de alcohol.

Diagnóstico

El diagnóstico de la demencia vascular pasa por pruebas de memoria y razonamiento. En el caso de que estas pruebas hagan sospechar que existe un problema, puede ser necesario realizar más investigaciones, como por ejemplo:

• Un examen neurológico para comprobar los reflejos, el equilibrio, los sentidos, las habilidades motoras y de coordinación
• Análisis de sangre
• Análisis de imágenes del cerebro, por ejemplo, la resonancia magnética
• para las personas en riesgo, la detección de la depresión, una enfermedad que podría ayudar a enmascarar los síntomas o acentuarlos.

Tratamientos

No hay medicamentos específicos contra la demencia vascular, pero parece que algunos medicamentos que se toman en caso de Alzheimer pueden ser útiles para algunos pacientes que sufren de estas condiciones.

El mejor enfoque de la situación sólo puede establecerse mediante una evaluación cuidadosa del caso con los médicos; en caso de accidente cerebrovascular, por ejemplo, puede ser útil una rehabilitación adecuada. En términos más generales, mantener los factores de riesgo bajo control ayuda a evitar el empeoramiento de los síntomas.

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