Por lo general, comienza luego de las 20 semanas de embarazo en mujeres cuya presión arterial ha estado dentro de los valores normales hasta ese momento. Si esta condición no se trata a tiempo, puede generar complicaciones graves que incluso pueden ser mortales, tanto para la madre como para el bebé.

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¿Cuáles son los riesgos?

La preeclampsia puede tener diversos riesgos, en los que podemos encontrar:

• Falta de oxígeno y nutrientes
• Parto prematuro
• Parto de feto muerto.

Los bebés que nacen prematuros por preeclampsia tienen más riesgo de tener problemas de salud a largo plazo, en los que se pueden evidenciar:

• Problemas relacionados con su prematuridad 
• Discapacidades del aprendizaje
• Parálisis cerebral
• Epilepsia
• Sordera
• Ceguera.

Sobre la investigación

De acuerdo a un estudio aleatorizado WILL (When to Induce Labour to Limit risk in pregnancy hypertension), en el que reclutó a 403 participantes con una edad promedio de 30 años en 50 centros de Reino Unido, se evidenció que el parto planificado a las 38 semanas para mujeres que tienen hipertensión crónica o gestacional que llegan a término, da como resultado un parto promedio de seis días antes y disminuye el 26 % el riesgo de preeclampsia, de acuerdo a quienes reciben la atención usual. Además, reduciendo el uso de recursos sanitarios y sin que haya diferencia en otros resultados maternos adversos ni en la morbilidad neonatal.

¿Cuál es su importancia?

La hipertensión crónica gestacional (HCG) tiene complicaciones en un aproximado del 7 % de los embarazos, en el que la mitad de ellos alcanza las 37 semanas de gestación; esto representa una población importante que requiere de un manejo específico. Ahora bien, los datos que se observan en el estudio sugieren que el parto prematuro que se sitúa entre las 37 y 38 semanas de gestación, pueden reducir la aparición de complicaciones maternas, cesáreas y muertes fetales.

Por otra parte, las recomendaciones actuales sobre el momento del nacimiento varían, y las directrices del Reino Unido recomiendan que la mujer y el obstetra jefe acuerden el momento en que se va a dar el parto. Este es el mayor estudio aleatorizado hasta el momento que ha examinado sin adelantar un poco el parto de manera programada en el que reduce el riesgo de desenlaces adversos en mujeres y bebés.

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En el lapso de la gestación la madre e hijo comparten todo tipo de sustancias, fluidos nutritivos, hasta moléculas relacionadas con la respuesta inmunitaria, también hacen intercambio de la células que comparten durante el embarazo, a esto se le denomina microquimerismo materno, un fenómeno que puede tener muchas consecuencias.

¿Qué es?

El microquimerismo es una condición en la cual una persona alberga poblaciones celulares distintas a las suyas. Esta se puede dar por diferentes causas, como una transfusión de sangre pero, en el proceso de gestación, ocurre de manera natural. Durante este lapso sucede un intercambio bidireccional de células entre el feto al cuerpo de la madre, y de la madre al feto.

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Además, el microquimerismo fetal tiene que ver con las células fetales dentro de la madre; se puede entender que, el feto es un organismo en desarrollo, en el que muchas células no se encuentra aún desarrolladas, pero sí puede tener un gran impacto en el cuerpo de la madre. Las células que pasan desde el feto a la madre se le denominan células madre totipotentes, estas pueden persistir en el cuerpo durante décadas o de manera indefinida. Por ello, se puede dar una relación completamente duradera entre madre e hijo más allá del sólo del vínculo del embarazo.

Sin embargo, cuando se comparten estas células, es algo recíproco. En el cuerpo del hijo también quedan células de la madre que son alojadas en su organismo, incluso hasta la etapa de adulto. Es posible que todos llevemos algunas células de nuestra madre en el interior de nuestro cuerpo.

¿Cuándo sucede? ¿Qué beneficios tiene?

Se da particularmente durante el primer trimestre del embarazo, durante la segunda semana de gestación y se desarrolla hasta el parto. Pueden surgir efectos beneficiosos para el cuerpo, especialmente en la reparación y la regeneración de tejidos. También podemos encontrar otros beneficios:

• El cuerpo de la madre puede estar protegido ante ciertas patologías, ya que las células fetales cuentan con la capacidad de formar otras células diferentes.
• Si las células del feto viajan hasta el estroma mamario, pueden aumentar la producción de leche materna.
• En caso de cesárea, las células del bebé protegen a la madre de patologías, ayudando con la cicatrización.

Consecuencias

Si bien sabemos, todo en la vida no puede ser perfecto. También existe el lado negativo; en ocasiones, las células del feto que se pasan a la madre mediante el microquimerismo al ser un agente externo al cuerpo de la madre, existe el riesgo de que el sistema inmunitario reconozca estas células como algo que debe expulsar directamente.

En algunos casos, las madres pueden sufrir enfermedades autoinmunes en su etapa de embarazo o después del parto. Las complicaciones pueden durar después del parto el primer año, ya que el sistema inmune lo primero que va a realizar es poder acabar con las células fetales transmitidas durante el embarazo.

En conclusión, la conexión que tenemos con nuestras madres se puede presentar por el intercambio de células que se dan durante el embarazo, conexión que perdura por muchos años.

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Beber agua favorece el adecuado funcionamiento de muchos de los sistemas y órganos del cuerpo y resulta mucho más saludable que el consumo de otros productos como sodas, que a largo plazo pueden llegar a ocasionar por ejemplo problemas de azúcar.

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¿Por qué hacerlo durante el embarazo?

Tomar agua durante el embarazo trae beneficios incalculables tanto para la madre como para el bebé que viene en camino, así que, si ya tienes el buen hábito de tomarla constantemente, ¡maravilloso!, pero si no, es hora de empezar a hacerlo.

En general se recomienda beber dos litros de agua al día, pero es importante que consultes con tu dietista, teniendo en cuenta factores como tu estatura y peso.

¿Cómo te favorece?

• Ayudas al organismo a expulsar los excesos de sodio, así, puedes prevenir infecciones en el conducto urinario, las cuales son muy frecuentes en este periodo.
• Aunque no lo creas, manteniendo una buena ingesta evitas problemas como la retención del líquido y te mantienes en buenas condiciones de salud.
• Como sabes, tu pequeño toma partes de ti para su formación, así que entre mejores condiciones te encuentres, su desarrollo será más favorable. De este modo, al depurar las toxinas, tu sangre estará en mejores condiciones y así llegará a tu vientre.
• El agua renueva permanentemente e hidrata el líquido del saco amniótico permitiendo el adecuado crecimiento y desarrollo del bebé.
• El agua evita la aparición o complicación de problemas digestivos como el estreñimiento y las hemorroides tan comunes en el embarazo.

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Además de la importancia de su consumo, la práctica de ejercicios en agua resulta ser una alternativa favorable para mantener estable el peso, tonificar músculos y sentirse activa y vital.

A diferencia de otros tipos de deportes, no tienen impacto sobre la superficie como cuando corres en el parque, así evitarás algún tipo de lesión en huesos y articulaciones.

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