Coraje archivos - BeHealth https://www.behealthpr.com/tag/coraje/ ¡Sé Sano! Fri, 01 Jul 2022 20:30:26 +0000 es hourly 1 https://wordpress.org/?v=6.7.1 https://www.behealthpr.com/wp-content/uploads/2020/04/cropped-BE-16-1-32x32.png Coraje archivos - BeHealth https://www.behealthpr.com/tag/coraje/ 32 32 El coraje que todo lo daña https://www.behealthpr.com/el-coraje-que-todo-lo-dana/ Fri, 01 Jul 2022 20:30:19 +0000 https://www.behealthpr.com/?p=29160 No vengo a hablar mal del coraje.  Las emociones no son ni buenas ni malas, sencillamente son. Hay que sentirlas y reconocerlas, y después proceder a manejarlas. El coraje es una de esas, de las más tóxicas cuando no se reconocen y se manejan. Y lo daña todo.   Tomemos la diferencia entre la admiración y …

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No vengo a hablar mal del coraje.  Las emociones no son ni buenas ni malas, sencillamente son. Hay que sentirlas y reconocerlas, y después proceder a manejarlas. El coraje es una de esas, de las más tóxicas cuando no se reconocen y se manejan. Y lo daña todo.  

Tomemos la diferencia entre la admiración y la envidia, por ejemplo.  Aprendí hace muchos años de una amiga muy sabia que la envidia es “admiración con rabia”. El tener la capacidad de admirar a otros es una cualidad hermosa y poderosa porque nos hace crecer en humildad. Pero cuando en vez de admirar eso que tiene otra persona, sentimos coraje porque lo tiene, la admiración se transforma en envidia.  Y la envidia siempre nos mata por dentro.  

La envidia, en otras palabras, es el resultado directo de un coraje mal dirigido. Aprendí también hace muchos años de ese texto maravilloso titulado  “Un curso en milagros”, que uno generalmente no tiene coraje por la razón que cree, siempre hay algo detrás. Un incidente o la acción de una o varias personas puede dispararnos ese coraje, pero la semilla ya estaba ahí. Vivimos muchas veces acumulando corajes sin darnos cuenta porque el coraje se convierte en el disfraz ideal para el dolor. No nos gusta que nos “duelan” las cosas, y tendemos a pensar que en dolor somos más débiles. Así que inconscientemente bañamos ese dolor de coraje y nos quedamos con él, creyendo erróneamente que nos provee fuerza y evita que otros nos vuelvan a herir.  

Cuando se termina una relación de pareja, para dar otro ejemplo, generalmente hay coraje de una o ambas partes. Y como dije al principio, ese coraje de primera intención puede ser una emoción necesaria para procesar la pérdida de esa relación. Pero es de personas emocionalmente inteligentes entender cuando se hace necesario soltar ese coraje porque no aporta en nada a nuestra vida ni a la de los demás. Al no hacerlo, esa emoción tóxica se convierte en el motor invisible y silente que guía sus acciones. En vez de alegrarse de que esa persona que amaron pueda ser feliz, lo resienten y en demasiadas ocasiones intoxican a los hijos con ese veneno que cargan. Y claro que te puede doler el que alguien te haya sido infiel o haya querido terminar la relación cuando menos lo esperabas. Es natural que nos duela. Lo que no es natural es acostumbrarnos a vivir con ese dolor disfrazado de coraje y pretender que todo está bien.  

Sí, el coraje sostenido y alimentado lo daña todo porque dirige nuestras vidas. Inconscientemente nos lleva a desconfiar y, por lo tanto, deteriora todas nuestras relaciones interpersonales. Hay quien piensa que el deseo de venganza que puede nacer del coraje puede ser una excelente fuente de motivación. Es posible que sí motive al principio, pero cuando la motivación es la venganza, a la larga siempre va a explotarnos en la cara.  El coraje nos torna obsesivos y egoístas, nos desconecta de la compasión y la empatía y nos convierte en eternas víctimas. 

La mayoría de las personas infelices que conozco, esas que en vez de reconocer sus bendiciones viven lamentándose por lo que no tienen, están muchas veces llenas de coraje que cargan desde hace años. El coraje las lleva a vivir reaccionando, siempre experimentando estrés y ansiedad. Eso no hay cuerpo que lo aguante. El coraje daña nuestra salud mental y también la física. 

Te invito a que a través de un esfuerzo honesto de tu parte analices si estás cargando corajes que no has sanado. Busca ayuda si la necesitas y libérate. Sé feliz y alégrate de que otros lo sean, y verás como las bendiciones lloverán.   

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El coraje siempre está adentro https://www.behealthpr.com/el-coraje-siempre-esta-adentro/ Fri, 12 Nov 2021 20:06:23 +0000 https://www.behealthpr.com/?p=20727 Quiero compartir con ustedes una historia de la tradición budista que ha sido repetida en múltiples ocasiones por grandes maestros de esta filosofía.  “Un monje decidió meditar solo. Se alejó del monasterio y tomó un botecito que lo llevaría al mismo centro de un lago. Cerró sus ojos y comenzó a meditar.  Después de algunas …

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Quiero compartir con ustedes una historia de la tradición budista que ha sido repetida en múltiples ocasiones por grandes maestros de esta filosofía. 

“Un monje decidió meditar solo. Se alejó del monasterio y tomó un botecito que lo llevaría al mismo centro de un lago. Cerró sus ojos y comenzó a meditar.  Después de algunas horas meditando en silencio ininterrumpido, de repente sintió el jamaqueón de otro bote golpeando el suyo. Con sus ojos cerrados todavía, sintió cómo le subía el coraje, y abrió los ojos, listo para gritarle a la persona que se había atrevido a interrumpir de esa forma su meditación. Pero cuando abrió los ojos, se percató de que el bote estaba vacío, no lo habían atado, y flotaba solo en medio del lago.  

Fue entonces que el monje tuvo un momento de autorrealización y entendió que el coraje está dentro de él, necesitando un objeto externo que lo provocara.  

Después de ese día, cada vez que se encontraba con alguien que lo irritaba o le provocaba coraje, recordaba que esa otra persona es como un bote vacío y que el coraje estaba dentro de él.”

Todos sentimos coraje en algún momento, y en muchos casos está justificado, y es una emoción que siempre debemos reconocer y validar. El problema está ahí, en reconocer no solo la emoción, sino la fuente de la misma. Como bien dice ese texto maravilloso que se llama “Un Curso en Milagros”, “nunca tenemos coraje por la razón que creemos”, por la que parece más obvia, siempre hay otra detrás. Y esa que está detrás es la que debemos identificar.  

No estoy diciendo que no podemos ser asertivos y dejarle saber a ciertas personas el que tenemos coraje por cómo nos pueden estar haciendo sentir. Pero vamos a ser honestos, en la mayoría de los casos, como dice el refrán “la soga corta por lo más finito”. Terminan pagando justos por pecadores en lo que a nuestros corajes se refiere. Y en muchas ocasiones las víctimas inocentes son las personas más cercanas a nosotros, esas que más queremos, porque después de todo, “hay confianza”. 

Sí, hay personas y situaciones que nos van a generar coraje. Pero comenzamos a caminar el verdadero camino del autoconocimiento cuando podemos identificar que el coraje está dentro de nosotros y que esas circunstancias lo único que están haciendo es despertándolo.  Hay corajes que van y vienen, pero hay otros que se convierten en veneno, que sabemos que los tenemos por dentro, que nos están matando poco a poco.  En ocasiones son hasta subconscientes, ni cuenta nos damos que ese coraje está ahí. Y esos son los más peligrosos porque desde adentro están guiando nuestro comportamiento todos los días. 

El identificar y sanar corajes no solo nos va a ayudar a desarrollar relaciones interpersonales más saludables, sino que va a aportar grandemente a nuestra salud física. Existen múltiples estudios que apuntan hacia la relación entre el coraje no manejado y las condiciones cardiovasculares, la ansiedad, la depresión y hasta el cáncer.  Es hora de comenzar a sanar.  Es hora de darnos cuenta que ese bote allá afuera está vacío y que sería ridículo culparlo por algo de lo cual no es responsable. Obsérvate. Identifica esas fuentes recurrentes de coraje y pregúntate de dónde realmente vienen. Y si se te hace difícil hacerlo solo o sola, busca ayuda.  Estarás invirtiendo en una vida más plena, más saludable y más feliz.  

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