Síntomas y actividad de la artritis reumatoide: ¿Cuándo duele más?
La inflamación de la artritis reumatoide suele ser uno de sus síntomas más comunes. A esto, sumado a otros indicios de la condición, los reumatólogos lo han descrito como la “actividad de la enfermedad”.
Sin embargo, debes saber que la artritis reumatoide no genera los mismos síntomas en todos los pacientes, por lo que hay unos que pueden tener mayor o menor dolor por la inflamación, así como otros de los molestos síntomas.
Incluso, la ciencia médica ha evidenciado que las personas que tienen la enfermedad y no toman el tratamiento como se les prescribe pueden presentar una inflamación peor, al punto que puede generar brotes y nuevos episodios dolorosos.
Te contamos, a continuación, algunas de las fases que podría experimentar un paciente con artritis reumatoide cuando la enfermedad se manifiesta de manera de leve a agresiva.
Alto
En esta etapa, la inflamación causada por la enfermedad es demasiado alta y podría generar debilidad incapacitante en los individuos diagnosticados con esa enfermedad reumática.
Moderada
Cuando un paciente se encuentra en esta fase puede que, aunque los síntomas sean persistentes y se conviertan en una carga, el paciente pueda seguir, aunque con dificultad, su vida diaria.
Baja
Aunque la debilidad, la inflamación y otros de los difíciles síntomas en esta etapa suelen estar presentes en el organismo del paciente con artritis, no son notables
Remisión
Esta es una de las etapas que, por lo general, más añoran los pacientes con ese tipo de artritis debido a que puede, o que no tengan los síntomas, o que sean tan mínimos que no requieren incapacidad.
Eso sí, debes saber que, aunque estés en remisión, no quiere decir que te hayas librado de la artritis reumatoide porque, como ya se sabe, esta condición autoinmune no tiene cura. Sin embargo, quiere decir que tu calidad de vida puede mejorar considerablemente durante estos momentos porque no te atacarán, como hasta ahora, la molesta sintomatología.
Síntomas a tener en cuenta
El Instituto Nacional de Artritis y Enfermedades Musculoesqueléticas y de la Piel, de los Estados Unidos, describe al dolor, hinchazón, rigidez y pérdida de funciones como algunos de los indicios más comunes de esta patología. Sin embargo, hay otros a los que se les debe prestar especial atención como:
- Dolor articular en reposo y al moverse, junto con sensibilidad, hinchazón y calor en la articulación.
- Rigidez articular que dura más de 30 minutos.
- Cansancio inusual o poca energía.
- Fiebre baja ocasional.
- Pérdida de apetito.