En BeHealth conversamos con la reconocida gastroenteróloga y fundadora de FEAT, la Dra. Esther Torres, sobre la importancia del diagnóstico temprano de las enfermedades inflamatorias intestinales (EII) y las claves para su detección oportuna.
Colitis ulcerativa y enfermedad de Crohn
Los pacientes con colitis ulcerativa suelen presentar diarrea con sangre debido a que la inflamación que se presenta en la capa exterior del intestino grueso.
Además, su enfermedad puede estar acompañada de otros signos como dolor abdominal, retortijones o pujos (deseos de ir al baño frecuentemente).
Por su parte, el paciente con enfermedad de Crohn, suele presentar signos y síntomas como dolor abdominal crónico que puede ir y venir frecuentemente por periodos que van desde semanas hasta meses cuando no se alcanza un diagnóstico.
Otros signos comunes de la condición, son la pérdida de peso, la falta de apetito, fiebre ocasional y, en los niños, atraso en su crecimiento.
¿Cómo diagnosticar una EII?
Para la especialista es importante demostrar la presencia de la enfermedad a través de pruebas como:
La colonoscopia, para mirar el intestino y hacer un diagnóstico visual de la colitis ulcerosa, o para evaluar el final del intestino delgado y determinar si existe enfermedad de Crohn.
Las biopsias que se toman como parte del procedimiento para hacer un diagnóstico específico.
Las imágenes que se utilizan especialmente en la enfermedad de Crohn, donde gran parte del intestino delgado no se ve en la colonoscopia.
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“Hoy en día las imágenes preferidas son los estudios con tomografía computarizada de abdomen, la resonancia magnética y más recientemente el uso de sonografía o ultrasonido intestinal para ver la inflamación en el intestino.”
La Dra. Torres explica que todas estas técnicas, solas o combinadas, son necesarias para demostrar definitivamente cuál es el diagnóstico correcto.
¿Por qué es importante crear conciencia sobre las EII?
Resulta fundamental que tanto la sociedad como los proveedores de salud piensen en esta condición cuando un paciente llega en busca de atención con algunos síntomas gastrointestinales que no tienen una explicación clara.
“Los estudios han demostrado que mientras más temprano se haga el diagnóstico, más rápido se ofrece un tratamiento adecuado y estos, disminuyen los riesgos de complicaciones, recaídas y de que la enfermedad a largo plazo sea severa.”
¿Pueden confundirse las EII con otras condiciones?
Los signos de estas enfermedades suelen generar confusión al parecerse a los de otras enfermedades. Por ejemplo, la sangre en la excreta puede ser colitis ulcerosa, enfermedad de Crohn, cáncer en el colon, pólipos en el intestino e incluso hemorroides.
El dolor abdominal se confunde regularmente con el síndrome del intestino irritable, que no tiene nada que ver con las EII.
“Hay que tener un historial bien detallado de todo lo que el paciente siente. No pensar en estas condiciones cuando el paciente se presenta, resulta en una barrera o un retraso en el diagnóstico.”
Además, la especialista señaló que el tiempo en el que un paciente logra llegar al gastroenterólogo puede implicar meses e incluso años, lo que impacta la calidad de vida de quienes conviven con estas enfermedades inflamatorias.