Salud mental: aprende como afrontar los desafíos emocionales del cuidado de niños con trastornos
Según datos de la CDC, en 2019, uno de cada siete niños de entre 3 y 17 años (13 %) tenía un problema de salud mental o conductual diagnosticado en ese momento
Criar a un niño con problemas de salud mental puede ser una experiencia enriquecedora, pero también está llena de retos emocionales y físicos para los cuidadores. Desde la gestión de los síntomas hasta las citas médicas constantes, los padres y tutores suelen enfrentar un estrés significativo que, si no se maneja adecuadamente, puede llevar a un agotamiento severo.
El impacto emocional en los cuidadores puede ser abrumador, pero existen estrategias efectivas para sobrellevar la carga.
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Cinco estrategias para proteger el bienestar emocional
- Priorizar el autocuidado
Aprende a entender que atender tus propias necesidades no es egoísta, sino esencial. Esto incluye descansar lo suficiente, alimentarse bien, realizar actividad física y buscar momentos para relajarse.
- Construir una red de apoyo
Rodearse de familiares, amigos o grupos de apoyo puede hacer una gran diferencia. Compartir experiencias con otros que atraviesan situaciones similares ayuda a sentirse comprendido y respaldado.
- Buscar orientación profesional
La ayuda de terapeutas, consejeros o especialistas en salud mental no solo beneficia al niño, sino también a los cuidadores, brindándoles herramientas para gestionar el estrés y mantener su equilibrio emocional.
- Establecer límites saludables
Es importante definir hasta dónde puedes llegar sin afectar tu propia salud. Delegar responsabilidades, cuando sea posible, y aprender a decir NO a demandas externas son pasos clave.
- Celebrar los pequeños logros
Reconocer y valorar los avances, por pequeños que sean, refuerza la motivación y fomenta un ambiente positivo dentro del hogar.
La importancia de no hacerlo solos
El camino puede ser difícil, pero no tiene que recorrerse en soledad. Los desafíos del cuidado pueden transformarse en oportunidades de crecimiento cuando se cuenta con las herramientas adecuadas y un círculo de apoyo.
“Cuidar de un niño con problemas de salud mental es una tarea demandante, pero también puede ser una fuente de fortaleza y aprendizaje para toda la familia”, afirma la psicóloga clínica Ana Pérez. La clave está en reconocer que el bienestar del cuidador es tan importante como el del niño.
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