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¿Sabes qué es la vigorexia?: Un trastorno sobre nuestro aspecto físico

La vigorexia o también conocida como dismorfia muscular, es un trastorno psicológico donde las personas que son afectadas se obsesionan con su estado físico, la preocupación excesiva por el tamaño de sus músculos y la definición muscular. Generalmente, estas personas buscan la práctica continua de deporte y la ingesta de determinados alimentos para mantenerse en forma.

Esta condición se puede presentar en hombres y mujeres, pero, frecuentemente sucede en el género masculino. Además, forma parte de los denominados trastornos dismórficos corporales, los cuales hacen que las personas no puedan dejar de pensar en uno o más defectos percibidos de su apariencia.

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Síntomas y factores de riesgo

La causa de este trastorno no se conoce exactamente, pero en la mayoría de los casos es desarrollada por tener cierto complejo de inferioridad, producto de idealizar el cuerpo del hombre o de la mujer desde un aspecto social y cultural. Las personas que lo padecen oscilan en un rango de edad de 25 a 30 años.

Algunos de sus síntomas principales son:

  • Preocupación por la ingesta de proteínas diarias 
  • Comparación física con otras personas
  • Padecer estrés o ansiedad por saltarse o no asistir a una sesión de entrenamiento 
  • Descuidar las relaciones sociales con amigos, familiares, etc.

Los factores de riesgo más comunes que pueden ejercer una influencia en el desarrollo de este trastorno son: 

  1. Los jóvenes con antecedentes de sobrepeso u obesidad durante su infancia son más propensos a desarrollar vigorexia.
  2. Tener una baja autoestima y un alto nivel de autoexigencia y un comportamiento poco flexible.
  3. Cuando las personas tienen una personalidad obsesiva, en especial cuando es con ellos mismos. También, en personas que padecen de problemas emocionales en su desarrollo personal y profesional.
  4. Personas que han sufrido de acoso escolar o bullying por su aspecto físico durante la infancia.

Tratamiento

Para tratar la vigorexia se recomienda acudir a un profesional de la salud mental, allí se realizará una evaluación psicológica para poder abordar el problema desde diferentes terapias. Ahora bien, el tratamiento debe estar enfocado sobre todo en la modificación de la conducta y la perspectiva propia que tienen las personas sobre su cuerpo y físico.

Durante el tratamiento, se deben realizar ciertas acciones para tratar este trastorno: se debe identificar comportamientos relacionados con la vigorexia, limitar el ejercicio físico o actividades deportivas y detener el uso de suplementos dietéticos o dietas proteicas.

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