El Ice Bucket Challenge, uno de los fenómenos virales más emblemáticos de la última década, regresa este 2025. Esta vez, con un propósito distinto y una nueva consigna: #SpeakYourMIND. La campaña, relanzada por estudiantes de la Universidad de Carolina del Sur, busca visibilizar los problemas de salud mental en jóvenes tras el suicidio de dos alumnos del campus.
El nuevo reto mantiene la mecánica original —arrojarse un cubo de agua helada, grabarse, subir el vídeo y nominar a otros—, pero cambia el foco: ahora, los fondos recaudados se destinan a la organización sin fines de lucro Active Minds, especializada en prevención del suicidio en adolescentes y universitarios. En menos de un mes, la iniciativa ya ha superado los 250.000 dólares.
El impulsor del movimiento, Wade Jefferson, fundó el club estudiantil MIND (Mental Illness Needs Discussion) tras perder a sus compañeros. “Queríamos canalizar el dolor hacia algo útil, que además nos ayudara a hablar de lo que normalmente se oculta”, declaró.
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El origen y la controversia
El Ice Bucket Challenge original nació en 2014 como una campaña para concientizar sobre la esclerosis lateral amiotrófica (ELA). En solo seis semanas recaudó 115 millones de dólares, impulsó descubrimientos científicos —incluida la identificación de cinco genes relacionados con la enfermedad— y llevó a la aprobación de nuevos tratamientos, el más reciente en 2023.
Ahora, con el resurgimiento del reto adaptado a otra causa, han surgido críticas desde algunos sectores. La Fundación ALS, ligada al desafío original, se pronunció con firmeza: “El Ice Bucket Challenge nació para luchar contra la ELA. No vamos a detenernos hasta encontrar la cura”.
En redes sociales, familiares de pacientes también han expresado su malestar por la falta de referencias al propósito inicial. “Ver este reto sin contexto borra años de lucha”, publicó una usuaria en TikTok.
Aun así, muchos defienden la evolución del reto. Desde Active Minds aseguran que ambas causas pueden coexistir. “No es una competencia. Ambos movimientos nacen de tragedias que merecen atención”, dijo la presidenta de la organización.
Advertencias médicas
Expertos han aprovechado la viralidad del desafío para recordar los riesgos físicos que puede implicar: El contacto repentino con agua helada puede provocar desmayos, subidas de presión y, en casos extremos, hemorragias cerebrales. El llamado “reflejo de inmersión” es especialmente peligroso para personas con afecciones cardíacas, niños o adultos mayores.
El médico Brian O’Neill recomienda moderar el uso de hielo, evitar hacerlo a solas y consultar con un profesional de salud en caso de dudas. “La solidaridad es importante, pero también lo es la precaución”, advirtió.