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Redes sociales, presiones de género y depresión en adolescentes: ¿por qué las niñas son más vulnerables?

En los últimos años, el aumento de los problemas de salud mental entre las adolescentes ha generado gran preocupación entre expertos en psicología y pediatría. Datos recientes sugieren que las niñas enfrentan tasas significativamente más altas de depresión y ansiedad en comparación con sus pares masculinos. Para entender esta tendencia y explorar cómo podemos apoyar a las jóvenes, es esencial analizar el impacto de factores como las redes sociales, las expectativas culturales y las presiones relacionadas con el género.

El papel de las redes sociales en la salud mental de las adolescentes

Las redes sociales son una parte integral de la vida de los jóvenes hoy en día, pero su impacto en la salud mental de las adolescentes es complejo. La Dra. Lindsay Henderson, psicóloga clínica infantil y Directora Clínica en Fort Health, advierte que «las redes sociales no son inherentemente beneficiosas; tienen tanto aspectos positivos como negativos». Si bien las plataformas permiten a las jóvenes mantenerse en contacto y formar comunidades, también presentan riesgos que pueden agravar problemas emocionales, especialmente entre las niñas.

Un hallazgo clave es que las niñas tienden a usar las redes sociales a tasas más altas que los niños y reportan mayores dificultades para desconectarse de ellas. Este fenómeno es particularmente notable en plataformas basadas en imágenes, como Instagram y TikTok, donde los usuarios se desplazan por interminables publicaciones visuales. “El tipo de contenido que se consume y la forma en que se consume son tan importantes como el tiempo que se pasa en redes sociales”, explica el Dr. Omar Gudiño, director del Thrive Center for Children, Families, and Communities. Este consumo constante de imágenes y contenidos aspiracionales fomenta la comparación social y el perfeccionismo, llevando a muchas adolescentes a desarrollar estándares poco realistas de belleza y éxito.

En el caso de las niñas, este efecto se ve exacerbado por la naturaleza de los algoritmos que determinan lo que aparece en sus feeds. Las redes sociales tienden a amplificar mensajes que refuerzan la insatisfacción corporal y la inseguridad. Las adolescentes están expuestas a ideales de belleza que son a menudo inalcanzables, y esto puede generar una sensación de insuficiencia. «Las niñas a menudo están expuestas a mensajes que amplifican la insatisfacción corporal, llevándolas a sentirse infelices con su apariencia o a percibir que otras personas llevan vidas más atractivas o exitosas», comenta la Dra. Henderson. La presión de estas imágenes crea un entorno que favorece la comparación constante y la autoevaluación negativa, lo que contribuye a los síntomas depresivos.

Estrés relacional y ciberacoso

Además de la insatisfacción corporal, las redes sociales también amplifican el estrés relacional, proporcionando una plataforma para conflictos y dinámicas sociales que antes se limitaban al ámbito presencial. «Proporcionan una plataforma donde los factores de estrés social pueden manifestarse de nuevas maneras«, advierte el Dr. Gudiño. Las redes sociales permiten que personas desconocidas comenten y opinen libremente, lo que puede llevar a interacciones dolorosas que rara vez ocurrirían en persona. El acoso en línea o ciberacoso es otra dimensión preocupante, ya que la retroalimentación negativa o las burlas pueden quedar permanentemente en línea, creando un estrés continuo y prolongado para la víctima.

Los algoritmos de las redes sociales también juegan un papel en la perpetuación de este estrés. Las plataformas están diseñadas para mantener a los usuarios comprometidos el mayor tiempo posible, lo que dificulta la desconexión y genera un ciclo de ansiedad y dependencia emocional. La Dra. Henderson señala que “los algoritmos dificultan que las adolescentes se desconecten de estos estresores, lo que contribuye a la ansiedad y el malestar emocional”. Este constante ciclo de retroalimentación negativa, combinado con la falta de descanso mental, crea un ambiente emocional que propicia el desarrollo de problemas de salud mental.

Presión académica y el ideal de “perfección”

Las redes sociales no son el único aspecto que aumenta la presión sobre las adolescentes; la cultura contemporánea en general establece expectativas elevadas en múltiples áreas de la vida. Las niñas a menudo se sienten presionadas para sobresalir académicamente, destacarse en actividades extracurriculares y mantener relaciones sociales armoniosas, todo al mismo tiempo. Estas expectativas elevadas pueden resultar abrumadoras y, en última instancia, contribuir al estrés crónico. “Las niñas están abrumadas por altas expectativas en varios aspectos de sus vidas, incluidas las redes sociales, el hogar y, especialmente, la escuela”, dice el Dr. Gudiño.

A medida que la competencia académica aumenta, las jóvenes sienten que deben rendir al máximo en todo momento, lo cual contribuye a sentimientos de ansiedad y agotamiento. Esta presión por lograr una «perfección» en todas las áreas genera un ambiente en el que la vulnerabilidad y el fracaso no se consideran opciones aceptables, lo cual exacerba la sensación de estrés y ansiedad. El perfeccionismo, en especial, es un factor de riesgo conocido para la depresión, ya que genera una constante insatisfacción consigo mismas y una incapacidad de reconocer los propios logros.

Lee más: Por qué más niñas sufren de depresión y cómo apoyarlas: un análisis profundo

Expectativas de género y su impacto en la salud mental de las niñas

Otro factor relevante en la salud mental de las adolescentes es la influencia de las expectativas de género y las presiones culturales. La sociedad establece estándares diferentes para niñas y niños, y las expectativas sociales para las niñas suelen incluir una serie de roles y comportamientos ideales que generan presión adicional. La Dra. Dionne Smith Coker-Appiah, del Child Mind Institute, explica que «las presiones y expectativas impuestas a las niñas, particularmente en relación con las normas de género, impactan significativamente su salud mental».

Las niñas son socializadas para priorizar la armonía en las relaciones y, desde una edad temprana, aprenden que su valor muchas veces se mide en función de su capacidad para cuidar, agradar y mantener la paz en su entorno. Este énfasis en la perfección relacional puede hacer que se sientan responsables del bienestar emocional de quienes las rodean, una carga que añade estrés y aumenta su vulnerabilidad a la ansiedad y la depresión. Como señala la Dra. Henderson, “las niñas crecen en un entorno donde se les dice que deben sobresalir en cada aspecto, desde la escuela hasta sus relaciones, y que todas estas expectativas son cruciales”. 

Además, las normas de género también influyen en cómo las niñas sienten que pueden expresar su angustia. En muchos contextos, expresar emociones intensas como la ira o el desacuerdo es menos aceptable para las niñas que para los niños, lo que las lleva a internalizar sus sentimientos en lugar de procesarlos de manera abierta. Esto puede provocar una acumulación de emociones no expresadas que eventualmente contribuye a problemas de salud mental.

Estrategias para apoyar a las adolescentes en la era de la presión social y digital

Dado el panorama descrito, es crucial que tanto los padres como las comunidades en general adopten un enfoque proactivo para apoyar la salud mental de las adolescentes. A continuación, se presentan algunas estrategias recomendadas por los expertos:

1. Fomentar la educación emocional y el diálogo abierto  

Crear un ambiente en el que las adolescentes se sientan cómodas hablando de sus emociones es fundamental. “Los padres y educadores deben ofrecer espacios seguros donde las niñas puedan hablar sobre sus emociones sin miedo a ser juzgadas”, enfatiza la Dra. Henderson. Enseñarles a reconocer y expresar sus emociones desde una edad temprana les permitirá desarrollar una mayor resiliencia y una autoconciencia emocional que será crucial a lo largo de sus vidas.

2. Educar sobre el uso consciente de las redes sociales  

Aunque es difícil eliminar las redes sociales de la vida de las adolescentes, los adultos pueden ayudar a que las utilicen de manera saludable. Esto incluye enseñarles a cuestionar las imágenes idealizadas que ven y recordarles que las redes sociales no siempre reflejan la realidad. El Dr. Gudiño recomienda que “las adolescentes aprendan a ser críticas con el contenido que consumen, para que no se vean tan afectadas por la comparación social”.

3. Reducir la presión por el rendimiento académico y social  

Es importante que los padres y educadores fomenten un enfoque equilibrado hacia el rendimiento académico y las actividades extracurriculares, recordando a las adolescentes que su valor no depende de sus logros. Crear un entorno donde puedan cometer errores sin miedo a represalias o a la decepción ayuda a reducir la ansiedad y les permite desarrollar una identidad basada en la autenticidad y no en la perfección.

4. Enseñar habilidades de afrontamiento y resiliencia  

Proporcionar herramientas para manejar el estrés, como técnicas de respiración, mindfulness y estrategias de resolución de problemas, puede ayudar a las adolescentes a enfrentarse mejor a las dificultades emocionales. Estas habilidades de afrontamiento las ayudarán a lidiar con la ansiedad y a enfrentar los retos de la adolescencia de una forma más saludable.

La salud mental de las adolescentes enfrenta múltiples desafíos en un mundo cada vez más digital y exigente. El impacto de las redes sociales, las altas expectativas académicas y las presiones de género crean un entorno de estrés que aumenta la vulnerabilidad a la depresión y la ansiedad. Como comunidad, es fundamental reconocer estos desafíos y trabajar en conjunto para apoyar a nuestras jóvenes en su desarrollo emocional.

En palabras de la Dra. Coker-Appiah, “es esencial que nuestra sociedad entienda las diferencias en el desarrollo emocional entre niñas y niños, y que trabaje activamente para ofrecerles un ambiente seguro y de apoyo”. Al tomar en serio estos factores y alentar un diálogo abierto y honesto sobre la salud mental, podemos ayudar a las adolescentes a navegar los desafíos de la adolescencia y a construir una base emocional sólida para el futuro.

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Redacción BeHealth

Grupo multimedios especializado en promover la preservación de la salud física, mental y emocional.

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