¿Qué son las enfermedades inflamatorias del intestino?
Las Enfermedades Inflamatorias del Intestino (EII) comprenden dos condiciones crónicas para las cuales aún no se ha encontrado una cura: la enfermedad de Crohn y la colitis ulcerosa.
Su prevalencia es mayor en países desarrollados del norte como Estados Unidos, Canadá y Europa, aunque en los últimos años se ha observado un aumento del número de pacientes diagnosticados en Puerto Rico. De hecho, en la actualidad existen unos 5 mil casos en la Isla, según las estadísticas obtenidas por un estudio llevado a cabo en la UPR.
Acerca de este particular, el Dr. Roberto Vendrell, especialista en gastroenterología, compartió sus conocimientos.
Causas o factores de riesgo
Según expuso el galeno, se conocen varios factores causantes o agravantes de estas condiciones: genéticos, ambientales y deficiencias en el funcionamiento del sistema inmunológico.
Acerca del primero, existen evidencias en cerca del 15% de los pacientes de historial familiar asociado a dichas enfermedades. Se estima que unos 240 genes intervienen en la respuesta del sistema inmunológico a las infecciones. Ello está relacionado con la acción deficiente de las defensas del organismo ante el ataque descontrolado de bacterias en los intestinos de pacientes con EII, lo cual conlleva a cascadas de inflamación y daños en la mucosa.
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Entre los factores ambientales existen ciertos medicamentos que pueden predisponer a desarrollar los síntomas o empeorarlos. El Dr. Vendrell mencionó algunos de los más comunes como los antiinflamatorios no esteroidales: aspirina, ibuprofeno y naproxeno, y determinados antibióticos.
Asimismo, el hábito de fumar agrava progresivamente la enfermedad de Crohn; en tanto el estrés es un factor importante en la exacerbación de los síntomas.
Enfermedad de Crohn
Es importante reconocer que la enfermedad de Crohn afecta cualquier parte del sistema gastrointestinal, desde la boca hasta el ano y puede alternar entre áreas sanas y otras enfermas. Así lo aseveró el especialista y agregó que “cerca del 45% de los pacientes presentan daños en la región ileocecal, en el lado derecho del abdomen”.
La consecuencia más notable de esta enfermedad es la inflamación que con el tiempo ocasiona áreas de estrechez, obstrucción e incluso fistulizantes, cuando los intestinos se conectan con otros órganos.
Muchas veces, debido a los síntomas, suele confundirse con una apendicitis, por ello es de suma importancia un diagnóstico certero. Lo más común es presencia de dolor abdominal, pérdida de peso, cansancio, pobre apetito, fiebre, diarrea, fisuras perianales.
Colitis ulcerosa
Por su parte, en cuanto a la colitis ulcerosa, el doctor especificó que esta condición solo afecta el área del colon o intestino grueso, con una inflamación más superficial. Los síntomas pueden ser similares a los de la enfermedad de Crohn, sin embargo, destacan: diarreas, sangrado, mucosidad en las heces fecales, sensación de pujo, dolor abdominal y fatiga.
Como dato relevante, el especialista señaló que existen diferentes tipos de colitis; puede ser ocasionada por un virus o bacteria o puede ser isquémica en personas mayores. Sin embargo, cuando se refiere a colitis ulcerosa esta se diferencia pues tiende a ser crónica, es decir, el paciente ha convivido con la condición durante algún tiempo.
Manifestaciones en otros órganos
Estas enfermedades pueden afectar otros órganos, por ello es importante reconocer señales como úlceras aftosas en la boca, inflamación del hígado o tromboflebitis. Además pueden surgir condiciones asociadas a la piel como eritema nodoso o pioderma gangrenoso. La artritis también es común en pacientes con EII.
Diagnóstico
“Ante todo, el médico debe sospechar la enfermedad. Luego de realizar los análisis de laboratorio correspondientes pueden aparecer indicios como baja hemoglobina y albúmina, plaquetas altas”, explicó el galeno.
Para confirmar el diagnóstico suelen efectuarse estudios endoscópicos para chequear el esófago, estómago y duodeno; así como colonoscopías y videocápsulas, en caso de que el paciente no tenga áreas estrechas en el intestino. Existen, además, algunas diferencias en la patología que ayudan a diferenciar la colitis ulcerosa de la enfermedad de Crohn.
Igualmente, el Dr. Vendrell ponderó los estudios de imagen, entre ellos la enterografía para observar en detalle el intestino delgado y la imagen por resonancia magnética (MRI) con el objetivo de buscar fístulas o abscesos, especialmente en la zona pélvica.
Los síntomas pueden cambiar en cuestión de semanas, por ello es de suma importancia saber reconocerlos y acudir de inmediato ante el médico para frenar el avance y procurar un manejo adecuado de las EII.