¿Qué es la mamografía? Descubriendo mitos y verdades
El ultrasonido y la mamografía (también llamada sonografía) son dos tipos de exámenes que son importantes para la salud de nuestros senos, dependiendo del grupo de edad en el que nos encontremos.
Cuando no hay ningún riesgo relacionado con los antecedentes familiares, es una buena regla comenzar a realizar una autopsia mensual a partir de los 20 años de edad. También es útil para familiarizarse con la estructura de los senos. Si notas alguna anormalidad, consulta a tu médico de cabecera o a tu especialista en senos.
Se aconseja realizar la primera mamografía alrededor de los 40 años y repetirla cada dos años combinada con una ecografía anual hasta la edad de unos 60. Después de esta edad, la glándula mamaria se atrofia y el diagnóstico de la ecografía se reduce considerablemente.
¿Mamografía o ultrasonido?
La ecografía preventiva consiste en un examen que a través de la radiografía de los senos permite estudiar las características morfológicas del seno. Con este examen se revelan la presencia de lesiones tempranas o cualquier alteración invisible a la vista. Este procedimiento se hace mediante pulsos de ultrasonido y la medición del eco de retorno (de ahí el nombre de ecografía o sonografía).
Por otra parte, la mamografía se considera la mejor prueba diagnóstica en la búsqueda de cáncer de mama. Esta prueba permite encontrar pequeños tumores que aún están clínicamente silenciosos o para investigar un síntoma clínico como un bulto.
En el caso de las mujeres con senos densos (senos compuestos principalmente por la glándula mamaria y tejido graso pequeño) la mamografía por sí sola puede no permitir ver los detalles, por lo que se recomienda un examen de ultrasonido como complemento.
Típicamente, se pueden realizar dos tipos de mamografías: mamografía de exploración y mamografía dignóstica.
La mamografía es un examen útil para las mujeres que no presentan ningún signo o síntoma. Permite el diagnóstico temprano de enfermedades que son todavía demasiado pequeñas para ser notadas o percibidas solo con la palpación física.
Hay mayores probabilidades de éxito en el tratamiento cuando el diagnóstico es oportuno.
También se recomienda una ecografía como complemento de diagnóstico después de la mamografía solo para mujeres con una densidad de glándulas mamarias muy alta (densidad ACR 4).
¿Cuándo se considera que la densidad de una glándula es densa?
Se considera que una glándula mamaria es densa cuando los senos de una mujer están compuestos casi exclusivamente de tejido glandular y pequeñas cantidades de tejido graso.
En estos casos la capacidad de la mamografía para encontrar pequeños tumores es limitada, por lo que se recomienda completar el examen con una ecografía.
¿Cómo se hace una mamografía?
El examen consiste en la colocación del seno que, espolvoreado con un gel específico, se coloca sobre un soporte especial con una ligera compresión entre dos placas especialmente recubiertas para facilitar la detección diagnóstica.
La sonda examina cuidadosamente la morfología del seno y destaca cualquier anormalidad. Si es necesario verificar el origen y el tipo de problema encontrado, se prescribe un examen adicional como la resonancia magnética, el ultrasonido o la extirpación de una pequeña parte del tejido del seno para realizar un examen histológico.
¿Cuánto tiempo dura una mamografía?
La duración de la radiografía se realiza en pocos segundos tanto desde arriba como lateralmente con la emisión de rayos ultrasónicos no perjudiciales para nuestra salud porque es un examen posible incluso durante el embarazo.
¿Es dolorosa la mamografía? ¿Sigue doliendo el pecho después del examen?
Algunas mujeres sienten una ligera molestia en el momento de la compresión del seno en las radiografías o después del examen, pero para someterse a una mamografía no se necesitan indicaciones particulares, salvo el ciclo menstrual o preparados específicos, y no hay riesgos o contraindicaciones particulares.