Visión integral de la psoriasis: Salud de la piel y las articulaciones
La psoriasis es mucho más que una condición de la piel; se trata de una enfermedad multisistémica que puede afectar tanto la piel como las articulaciones y otros sistemas del cuerpo. En su práctica diaria, el Dr. Luis Santaliz, dermatólogo, explica que su primer paso al evaluar a un paciente con psoriasis es preguntar si experimenta dolor en las articulaciones.
“Mi primera pregunta a un paciente es si siente dolor en las articulaciones, para luego evaluarlo y, de ser necesario, referirlo a un reumatólogo”, explica el Dr. Santaliz. Esto se debe a que algunos pacientes pueden desarrollar artritis psoriásica, una manifestación que afecta directamente las articulaciones y que, en algunos casos, puede llegar a ser incapacitante, debilitante, o incluso deformante.
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El Dr. Santaliz destaca la importancia de realizar un examen de piel completo: Esta revisión es fundamental, ya que la psoriasis puede presentarse de múltiples maneras y en áreas del cuerpo que los pacientes quizá no esperen, como las axilas, el área inguinal, las líneas del sostén y entre los glúteos. En estos casos, la piel afectada no siempre exhibe las escamas blancas típicas de la psoriasis en áreas como codos y rodillas, lo que puede llevar a subestimar o pasar por alto ciertos síntomas.
Existen diversos tipos de psoriasis, cada uno con características y factores desencadenantes únicos. Por ejemplo, «la psoriasis en gotas, que suele presentarse en niños, puede surgir tras una infección de garganta o del tracto respiratorio, generalmente vinculada al estreptococo», comentó el especialista. La variedad de presentaciones clínicas de la psoriasis demuestra la complejidad de esta enfermedad y la necesidad de un diagnóstico y tratamiento precisos.
La psoriasis, además, se asocia con condiciones metabólicas como el obesidad, la diabetes y el colesterol alto, aumentando el riesgo de complicaciones a largo plazo. Los pacientes cuentan hoy en día con diversas opciones de tratamiento, que incluyen desde cremas tópicas hasta inhibidores sistémicos, que ayudan a manejar la inflamación y otros síntomas de la enfermedad.
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Sin embargo, el impacto de la psoriasis no es solo físico; también afecta la calidad de vida, disminuyendo la productividad laboral y afectando el bienestar emocional de los pacientes, quienes a menudo deben aprender a convivir con una condición visible y, en algunos casos, dolorosa.