Prevención de enfermedades neurodegenerativas: seis consejos
Además de una dieta saludable y rica en nutrientes, debemos evitar la exposición a pesticidas y metales pesados, y mantener el cerebro activo.
Los más conocidos son el Alzheimer y el Parkinson, la enfermedad de Huntington y la esclerosis lateral amiotrófica (ELA). Aunque actualmente no existe una cura y empeoran progresivamente, algunos factores pueden ayudar a prevenir las enfermedades neurodegenerativas.
En este artículo encontrarás 7 consejos para prevenir o aliviar los síntomas de las enfermedades que afectan al sistema nervioso central. La prevención se puede hacer a través de una dieta saludable, plantas medicinales y otros buenos hábitos.
¿Qué son las enfermedades neurodegenerativas?
Son un conjunto de enfermedades graves que terminan dañando funciones muy importantes. Estos incluyen el movimiento, el equilibrio, el habla, la respiración o el ritmo cardíaco.
Tienen un fuerte componente genético, aunque otros factores podrían ser decisivos, como:
- La acumulación de toxinas en el cuerpo
- La exposición a ciertos productos químicos o pesticidas
- Virus
- En otros casos, puede deberse a acontecimientos psicológicos, por ejemplo, un choque emocional que se produjo antes de la aparición de la enfermedad.
El deterioro progresivo producido por este tipo de enfermedad es muy duro para el paciente, pero también para la familia y los amigos.
Cómo prevenir las enfermedades neurodegenerativas
Aquí hay 7 maneras de prevenir las enfermedades neurodegenerativas o de aliviar sus síntomas y mejorar la movilidad si ya se han producido.
1. Evitar la exposición a los metales pesados
Este tipo de enfermedad también está relacionada con la intoxicación por metales pesados, especialmente en el cerebro. Así es como entramos en contacto con ellos:
- Consumo de grandes peces azules como el salmón, el atún o el pez espada. Por lo tanto, es preferible comer pequeños peces azules (caballa, sardinas, anchoas, etc.) o peces blancos.
- Contaminación.
- Plaguicidas presentes en los alimentos y el medio ambiente.
- Rotura de objetos como termómetros o bombillas.
- Agua no potable suministrada por el acueducto en algunos lugares.
- Algunos medicamentos.
- Cacerolas y sartenes hechas de metales pesados, como el aluminio.
2. Manteniendo el cerebro activo
La mejor manera de prevenir el deterioro del cerebro es mantenerlo activo y evitar la pereza.
Así que, ante los primeros síntomas de falta de memoria o concentración, debería, más que nunca, empezar a hacer ejercicios para el cerebro.
3. Comer nueces
Según algunas teorías, la forma de la nuez indica el órgano que más favorece: el cerebro.
Las nueces tienen un alto valor nutritivo: son ricas en vitaminas y minerales, ácidos grasos esenciales y fibra. Por lo tanto, son capaces de prevenir el daño oxidativo en el cerebro.
4. Tés de hierbas medicinales
Dos plantas, en particular, mejoran el flujo de sangre y oxígeno al cerebro:
Ginkgo biloba. Es muy eficaz, pero no debe tomarse durante más de dos meses consecutivos.
Centella asiática: también conocida como gotu kola, también adecuada para largos períodos.
Podemos tomar sus ingredientes activos en forma de infusiones o en cápsulas o comprimidos.
5. Aromaterapia
Otra forma de prevenir las enfermedades neurodegenerativas es la aromaterapia. Es el método curativo que se basa en el uso de aceites esenciales de calidad; es útil en un gran número de trastornos físicos, mentales y emocionales.
Los aceites aromáticos pueden añadirse a los difusores, a los productos de limpieza doméstica o a las lociones cosméticas. O, de nuevo, podemos poner unas gotas en un pañuelo, para ponerlo junto a la almohada de la cama.
Podemos elegir entre los siguientes aceites:
- Romero
- Lavanda
- Tomillo
- Sándalo
- Albahaca
6. Reequilibrar el intestino
El intestino está estrechamente relacionado con la salud del cerebro, a través de la flora bacteriana. Los estudios han demostrado, de hecho, que los que sufren de enfermedades degenerativas tienen una flora bacteriana alterada.
En primer lugar, es útil seguir una dieta equilibrada que incluya alimentos fermentados como el yogur, el kéfir, el chucrut o el vinagre crudo. También podemos usar suplementos probióticos.
Hay muchos tipos de probióticos, por lo que son preferibles los que tienen una mayor cantidad y variedad de cepas.