Por estas razones los tratamientos contra la psoriasis deben ser personalizados
Especialistas en todo el mundo han insistido en la importancia de un tratamiento personalizado en los pacientes con psoriasis, más en aquella población que puede presentar afectaciones secundarias como la artritis psoriásica. Durante décadas de estudios, se ha entendido que una estrategia de atención y tratamiento personalizado se adapta con mayor eficacia a las necesidades de paciente.
Ambas enfermedades pueden manifestarse al tiempo y generar síntomas leves, moderados o graves; diferentes en cada persona. Acción Psoriasis a través de su portal sugiere tener en cuenta la localización, la severidad, el tiempo de evolución y el número de brotes en cada tratamiento, que además permite reducir los efectos secundarios.
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Cabe mencionar que a los factores anteriores se le debe adicionar enfermedades previa, medicación clínica y rutina en el estilo de vida.
Estrategias terapéuticas
Especialistas han indicado algunas estrategias de tratamiento para esta enfermedad (psoriasis) que según laOMS, afecta cerca de 125 millones de personas en el mundo, de las cuales, cerca de un 30% logran desarrollar artritis psoriásica. Aquí algunas de estas estrategias que incluso, se pueden alternar entre fármacos sistémicos tradicionales como metotrexato, acitretina o ciclosporina, o la terapia UVB y UVA; que puede disminuir los efectos secundarios y prevenir la taquifilaxia:
- Rotación de tratamientos: Con el tiempo, la enfermedad puede volverse resistente a un tratamiento, lo que exige aumentar la dosis o cambiar a un medicamento diferente.
- Vacaciones terapéuticas: Esto ayuda a reducir la exposición a medicamentos y sus posibles efectos secundarios, mientras se mantiene el control de la enfermedad.
- Tratamientos combinados: Buscan reducir la cantidad de cada medicamento y minimizar los efectos secundarios, a la vez que se potencia su eficacia para acelerar la remisión de los síntomas.
- Cambio de medicamentos tópicos: Se recomienda alternar con derivados de la vitamina D o emolientes. Este enfoque ayuda a prevenir la resistencia a los esteroides tópicos y a disminuir el «efecto rebote» cuando se interrumpe su uso.
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Recomendaciones para un buen control y estilo de vida
Adoptar un estilo de vida saludable es fundamental en el manejo de la psoriasis y la artritis psoriásica. La inflamación, que es el principal desencadenante de la enfermedad, también está asociada con un mayor riesgo de enfermedades cardiovasculares. Por ello, se recomienda seguir estrategias que respeten el bienestar del organismo:
- Mantener una buena relación con el especialista: Es crucial seguir las pautas indicadas por el médico, no saltarse visitas programadas y evitar la automedicación.
- Cuidado diario de la piel: El uso de cremas hidratantes y emolientes ayuda a mantener la piel flexible, reduce el picor y previene la formación de grietas.
- Baños de agua templada: Los baños de 20-30 minutos con aditivos como aceites, sales o avena pueden aliviar los síntomas y ayudar a mantener la piel hidratada.
- Exposición solar controlada: Tomar el sol de manera moderada puede ser beneficioso, siempre evitando las quemaduras.
- Dieta equilibrada: Un plan alimenticio rico en frutas y verduras, junto con la reducción del peso en casos de obesidad, puede mejorar los síntomas.
- Eliminación de malos hábitos: El tabaco, el alcohol y las drogas pueden empeorar la psoriasis, por lo que es esencial eliminarlos.
- Ejercicio físico: Mantenerse activo es clave para mejorar la movilidad y reducir la inflamación, especialmente en pacientes con artritis psoriásica.
