Pólipos intestinales: comprendiendo todo en 2 minutos
Los pólipos intestinales son crecimientos que se forman en la membrana mucosa que recubre el interior del colon. Se dan en el 30% al 50% de los adultos de los países industrializados. Es probable que los factores ambientales y dietéticos desempeñen un papel en su desarrollo.
Los pólipos adenomatosos o adenomas son lesiones precancerosas que representan alrededor del 70-75% de los pólipos. Es probable que se conviertan en cáncer de colon.
Otros tipos de pólipos no progresan a cáncer de colon. Se trata de pólipos hiperplásicos, hamartomatosos (juveniles o Peutz-Jeghers) o inflamatorios.
¿Qué son?
Los pólipos suelen tener unos pocos milímetros de diámetro, a veces más de un centímetro. Se detectan por medio de un análisis de sangre en las heces (prueba de sangre oculta en las heces o FOBT) y por medio de una colonoscopia, un examen que también suele permitir eliminarlas.
Los pólipos intestinales no suelen causar ningún síntoma. Sin embargo, se retiran rutinariamente cuando se detectan como medida preventiva contra el cáncer de colon.
Posibles complicaciones
Los pólipos adenomatosos, se transforman en cáncer de colon muy gradualmente en 10 a 20 años.
Cuanto antes se extraigan, menor será el riesgo de que se transformen en cáncer.
¿Cuándo consultar a un especialista?
A partir de los 50 años, los pólipos intestinales deben ser detectados en todos. Nadie debe escapar de ello. Para ello, tenemos una prueba de detección que puede pedir a su médico y que se distribuye gratuitamente. Esta prueba detecta la sangre en las heces. Debe repetirse regularmente cada dos años si es normal.
En caso de una prueba de detección anormal (4% de los casos), es decir, la detección de sangre en las heces, se realiza una colonoscopia para eliminar los pólipos. En la mayoría de los casos no hay nada (la sangre en las heces está relacionada con cualquier otra cosa, como las hemorroides o la fisura anal, por ejemplo), pero en el 30% de los casos hay pólipos. En el 8% de los casos, hay cáncer colorrectal, a menudo en una etapa temprana.
Si se han eliminado los pólipos, normalmente se debe programar una nueva colonoscopia de detección 5 años después o según lo recomiende el médico.
En caso de enfermedad familiar
Algunas familias sufren de poliposis familiar, una enfermedad genética que causa un gran número de pólipos con un riesgo muy alto de convertirse en cáncer. Cuando una persona tiene este tipo de enfermedad, es importante vigilar de cerca a los parientes cercanos.
Cuando se sufre la enfermedad de Crohn o colitis ulcerosa después del 8º o 10º año de la enfermedad, dependiendo de la progresión. Se realiza una colonoscopia regular con biopsias porque estas enfermedades aumentan el riesgo de cáncer de colon.
No obstante, este cáncer se produce más a menudo en una lesión plana que en pólipos como en el resto de la población. Estas lesiones se asemejan a las lesiones de los pólipos bajo el microscopio, pero a menudo son más difíciles de ver en la colonoscopia, por lo que se toma una muestra sistemática cada 10 cm.