Polimialgia reumática vs. otras enfermedades reumáticas
Una de las ventajas para la prevención y reducción de complicaciones en los pacientes con polimialgia remática es el diagnóstico diferencia, que permite conocer una radiografía adecuada de las condiciones de la enfermedad y cómo iniciar a tratarla, evitando la intensificación del dolor y rigidez en los músculos y articulaciones que, según estudios, agrava principalmente a personas mayores de 65 años.
Además de estas complicaciones, dentro de las enfermedades que se pueden desarrollar partiendo de la polimialgia reumática es la artritis reumatoide o la arteritis de células gigantes que se asemejan con los síntomas como fatiga, dolor muscular y elevación de la eritrosedimentación.
Lee: Impacto en la salud mental de los pacientes con dermatitis atópica
El Dr. José Rodríguez, reumatólogo, explicó que prevenir complicaciones graves, como accidentes cerebrovasculares o ceguera, que pueden ocurrir si la PMR se asocia con arteritis de células gigantes, una condición que afecta hasta al 50% de los pacientes con PMR.
Diagnóstico diferencial: clave para una intervención efectiva
Uno de los grandes desafíos para los médicos es identificar de manera precisa cuando un paciente presenta PMR frente a otras enfermedades reumáticas. Este proceso implica una evaluación clínica cuidadosa y pruebas específicas, como la medición de los niveles de eritrosedimentación y proteína C reactiva, además de la exclusión de otras patologías.
La arteritis de células gigantes, que frecuentemente acompaña a la PMR, puede complicar aún más el diagnóstico. Los pacientes con arteritis suelen presentar dolores de cabeza intensos, dolor en la región temporal y pérdida de visión, síntomas que deben ser atendidos de forma inmediata para prevenir complicaciones permanentes. Un tratamiento rápido y adecuado, que incluya inhibidores de la interleucina-6, puede evitar daños irreversibles como ceguera o accidente cerebrovascular.
Más: ¿Cómo establecer una buena relación entre el niño y las vacunas?
Junto con el tratamiento farmacológico, el manejo integral de la polimialgia reumática incluye modificaciones en el estilo de vida y la implementación de ejercicios de bajo impacto, como el yoga y el Tai Chi, que ayudan a mantener la movilidad y mejorar la fuerza muscular. Estos ejercicios son esenciales para prevenir la pérdida de función física, especialmente en pacientes mayores que ya presentan debilidad muscular.