PANLAR impulsa el rol del paciente en los ensayos clínicos en América Latina
En el marco del Congreso de Pacientes organizado por la Liga Panamericana de Asociaciones de Reumatología (PANLAR), expertos, pacientes y cuidadores se reunieron para reflexionar sobre el impacto de la investigación clínica en el tratamiento de enfermedades reumatológicas. El evento recalcó la importancia de educar e involucrar a la comunidad en estos procesos, esenciales para el acceso a terapias innovadoras y la mejora en la calidad de vida.
Uno de los momentos destacados fue la participación del Dr. Alejandro Benítez, médico clínico, reumatólogo e investigador médico. Habló sobre “¿Qué significa la investigación en reumatología?”. El especialista explicó que el desarrollo de nuevos tratamientos es posible gracias a un modelo estructurado y cada vez más consolidado de investigación clínica.
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“Esta práctica ha demostrado ser un mecanismo eficiente y capaz, con inversiones que continúan creciendo entre 2012 y 2025”, afirmó. Además, destacó que Argentina y Chile lideran en la región latinoamericana en cantidad de estudios clínicos, seguidos por Brasil.
Benítez mencionó también que la participación de pacientes en ensayos clínicos ofrece múltiples beneficios: permite acceder a tratamientos innovadores antes de su aprobación general, incluso para enfermedades huérfanas, bajo estricta supervisión médica y en entornos seguros.
“El paciente puede desempeñar un rol activo en su tratamiento, lo cual genera una sensación de bienestar y propósito”, explicó. A esto se suma una mejora en la calidad de atención y un impacto positivo a nivel psicológico.
La Dra. Verónica Savio, reumatóloga e investigadora clínica, complementó la presentación con una explicación sobre qué son los ensayos clínicos, sus fases y fundamentos. Destacó la necesidad de contar con un método científico sistematizado, ordenado y reproducible para generar evidencia confiable. Según Savio, existen tres tipos de investigación: básica, clínica y epidemiológica. La básica se desarrolla en laboratorio; la clínica involucra pacientes para probar tratamientos; y la epidemiológica analiza datos de poblaciones para entender el comportamiento de las enfermedades.
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En cuanto a los ensayos clínicos, detalló sus fases:
- Fase 1: Participan entre 20 y 100 personas sanas, y tiene como objetivo establecer la dosis segura del medicamento.
- Fase 2: Involucra entre 100 y 500 pacientes que ya presentan la patología, con una duración de hasta dos años.
- Fase 3: Incluye de 300 a 3.000 pacientes, evaluando la eficacia y seguridad a gran escala.
- Fase 4: Etapa posterior a la aprobación, donde se monitorea el uso del tratamiento en la vida real.
“La comunidad ha comenzado a hablar de investigación clínica con más apertura, especialmente desde la pandemia, lo que nos permite avanzar con más conciencia e información”, afirmó Savio.
Por su parte, la Sra. Verónica Molinar profundizó en el “¿Por qué, cómo, cuándo y dónde?” de la participación en estudios clínicos, desmontando algunos mitos frecuentes, como la creencia de que los pacientes son “conejillos de indias”. Molinar aclaró que todo proceso se basa en el consentimiento informado, precedido por jornadas educativas que garantizan que cada participante conozca y comprenda en qué consiste su participación.
En la sesión final, la Sra. Gina Ochoa facilitó un espacio de preguntas y respuestas, dando voz a las inquietudes de los pacientes y subrayando la necesidad de más espacios como este, donde se fomente la participación activa e informada.
Pese al avance, los expertos señalaron las barreras que aún enfrenta la región: protocolos complejos, barreras médicas, falta de recursos y escasez de personal capacitado para conducir estudios con el rigor necesario.
El Congreso dejó claro que la investigación clínica no solo es fundamental para el avance médico, sino que también tiene un fuerte impacto social y económico.
Con la participación activa de pacientes, profesionales y sistemas de salud, América Latina puede posicionarse como un actor clave en el desarrollo de soluciones para enfermedades reumatológicas. Como expresó el Dr. Benítez, “La investigación clínica es una actividad trascendente para la comunidad”.