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Bienestar General

Nydia Burgos: Conectando a través de la endocrinología

Cuando desde pequeños algún tema o situación nos llama la atención, en muchas ocasiones sirve de preámbulo a lo que podríamos ejercer en el futuro. Este es el caso de la doctora endocrinóloga Nydia Burgos Ortega. 

Con un interés en las ciencias desde pequeña, la especialista entró a estudiar química en la Universidad de Puerto Rico. Sin embargo, lo que la convenció para entrar al mundo de las medicina fue la situación de salud que atravesó su padre. Cuando estaba en la universidad dividía sus días entre asistir a clases y visitar el hospital en donde se encontraba su papá, quien había recibido un trasplante de hígado.

La doctora compartió, en entrevista para BeHealth, que el paso de excelentes profesionales de la salud, y otros no tanto, en la atención hacia su padre la motivaron a considerar estudiar medicina como alternativa.

“Uno siempre es agradecido, y cuando uno es paciente o familiar… un ser empático que se encuentra en el camino con uno, puede hacer toda la diferencia”, expresó la doctora de 31 años.

Después de graduarse de la UPR, decidió estudiar Medicina en el Recinto de Ciencias Médicas. Optó por quedarse en la isla para quedarse cerca de su papá, además de su amor por la cultura puertorriqueña. Burgos Ortega nació en Estados Unidos y, describiéndose como una “army brat”, compartió que se mudaba mucho ya que su papá estaba en el ejército. Desde los 10 años, su familia se estableció en Puerto Rico y, después de estar moviéndose tanto, prefirió quedarse en dónde realmente disfruta estar.

Con mente abierta entró a Ciencias Médicas dispuesta a ver qué especialidad le apasionaba, permitiéndose el espacio de intentar todo lo que cruzara su camino. Sin embargo, desde el primer año, los cursos que tenían que ver con metabolismo le llamaban la atención.

Al solicitar entrar a sus tres años de estudio en medicina interna, endocrinología era una de las distintas ramas a escoger. De igual forma, iba con mente abierta a la residencia para ver qué le llamaba más. Los temas de diabetes y endocrinología le gustaban mucho, pero no fue hasta que comenzó a atender pacientes con tales diagnósticos que se dio cuenta de cuánto la llenaba. 

Entre las enfermedades endocrinas se encuentran la diabetes, tiroide, pituitaria, osteoporosis, y obesidad, por mencionar algunos. La endocrinóloga ha podido observar los distintos avances médicos y tecnológicos para el tratamiento de estas condiciones. La oportunidad de atender a sus pacientes y explicarles “en arroz y habichuela” lo que tienen y las distintas formas de tratarlo, son las que le confirman que tomó la decisión correcta.

Endocrinología en Puerto Rico

Se conoce que estudiar medicina es todo un reto, pero solo los que atraviesan esos estudios saben a lo que se exponen. La especialista en medicina interna compartió cuán retante fue pasar de su bachillerato en química a estudiar medicina. Describió estudiar química como algo más lógico, ver qué tiene sentido y cómo resolver un problema. Mientras tanto, la parte de biología y sus primeros años en medicina requirieron embotellar mucha información y retención de información. Al llegar a endocrinología se volvió a encontrar.

“En endocrinología uno ve la lógica detrás de las cosas y se me hace mucho más fácil entender todo y coger algo complicado y ponerlo en arroz y habichuela para que el paciente entienda, lo pueda asimilar y hacer los cambios que quiera hacer”, explicó Burgos Ortega.

Asimismo, describió que la interacción con los pacientes suele ser más cálida y “es diferente atender a su gente” ya que le permiten conectar más que la típica relación médico-paciente en Estados Unidos.

“Todo lo he hecho aquí, me encanta ayudar a las personas de aquí así que me entusiasma mucho poder por fin abrir mis oficinas aquí en Puerto Rico”, compartió sobre su nuevo espacio de trabajo que abrirá puertas en Guaynabo ahora en agosto.

La especialista extendió una invitación a los puertorriqueños a hacerse los estudios pertinentes ya que, al ser hispanos, se cuenta con un porcentaje más alto de padecer alguna enfermedad endocrina. En Puerto Rico, el estilo de vida es uno sedentario por lo que lo más mínimo de actividad física puede hacer la diferencia. 

Burgos Ortega compartió que suele caminar con sus tres perros o ir a la playa a caminar ya que es bueno “tanto para la salud física como para la salud mental”, además de una buena alimentación.

“Tener más especialistas dentro del campo de verdad hace falta. Si los endocrinólogos solo trataran diabetes como quiera no dan abasto”, expresó la doctora sobre la falta de especialistas tanto en el campo de adultos como en el pediátrico.

Participación en investigaciones y planes futuros

Por otra parte, la endocrinóloga ha aportado al mundo de las investigaciones de una forma un “poco accidentada”. Luego de hacer dos rotaciones en Estados Unidos, una en la Universidad de Pennsylvania y otra en Mayo Clinic, logró coincidir con un equipo que le abrió las puertas a otro estilo de trabajo.

En Mayo Clinic se topó con un equipo de endocrinólogos que se dedican tanto a tratar pacientes como a la investigación. Aportando al pensamiento crítico ante los diagnósticos y buscando mejores tratamientos para el beneficio del paciente, pudo colaborar con ellos. Entre todos, conectó con Naykky Singh Ospina, endocrinóloga en la Universidad de Florida en Gainesville, quien hizo su entrenamiento en endocrinología en Mayo Clinic. Su énfasis es más investigativo por lo que hacen un buen equipo cuando necesitan una participación clínica de los estudios.

“Es super beneficioso…poner el nombre de Puerto Rico en alto y ayuda a llegar a los manejos apropiados para los diagnósticos de endocrinología no solo aquí en Puerto Rico, pero a nivel de Estados Unidos también”, expresó sobre las oportunidades que ha tenido.

Con sus otras investigaciones ha podido colaborar con personas de distintas partes del mundo como Grecia, Argentina y Perú. También compartió que en Puerto Rico se hacen investigaciones desde el Departamento de Endocrinología con la doctora Mayra González. 

“Es una parte bien importante para poder entender estas enfermedades y sus implicaciones para nuestra población”, culminó al expresar que piensa retomar las investigaciones luego de abrir su oficina y dedicarle tiempo a su familia junto a su bebé.

La endocrinóloga estará trabajando en la Suite 1070 de Maramar Plaza y atendiendo pacientes de 21 años en adelante con condiciones endocrinas como diabetes tipo 1 y 2 e hipertiroidismo.

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