Myra Plumey: «la vacunación contra el VPH es un regalo de vida»
Myra Plumey es la madre de Rhaiza, una joven madre y abogada que falleció a temprana edad como consecuencia de un cáncer cervical.
Durante el Mes del Cáncer Cervical, BeHealth se comprometió a hacer un llamado a la población para prevenir esta condición y por ello, a través de su especial #STOPCáncerCervical destacó la labor de la organización Las Voces de Rhaiza, una entidad de Puerto Rico que lucha contra el cáncer cervical.
Tras una lucha intensa contra el cáncer cervical causado por el VPH, Rhaiza murió a sus 32 años, sin embargo, tenía claro que quería ayudar a muchas mujeres, por eso, siendo paciente de esta condición empezó una Fundación en la que hoy trabajan para continuar llevando su legado sus padres y hermanos.
Las Voces de Rhaiza
Es un movimiento que se creó como resultado de un acercamiento con Lilly Rodriguez, directora ejecutiva de VOCES, quién conoció la historia de Rhaiza en una publicación.
Así se concretó a través de VOCES continuar con el legado y dar a conocer una historia con el objetivo de que ninguna otra mujer se enfrentara a lo que ella había padecido, enfatizando principalmente en la prevención y en la vacunación contra el VPH al ser uno de los precipitantes del cáncer cervical.
La historia de Rhaiza
A sus 32 años fue diagnosticada con cáncer cervical, luego de acudir a exámenes por la presencia de un dolor intenso.
Para ese momento, Rhaiza se encontraba embarazada y por eso los síntomas se relacionaban con su embarazo y el tamaño de su barriga, sin embargo, luego de su parto, el dolor continuaba presente de forma intensa, llevándola a acudir a sala de emergencia.
“Le hacen estudios que ya le habían ordenado con anterioridad y le diagnostican cáncer cervical, un cáncer significativo en tamaño”, recuerda Myra.
Comúnmente, el virus del VPH tarda muchos años en convertirse en cáncer, pero en el caso de Rhaiza, no tuvo un diagnóstico temprano y al detectarlo, ya se encontraba en estadio IV, el cual es realmente muy avanzado.
“Cuando el médico la evalúa y como resultado de unas complicaciones le realiza una cirugía, el cirujano oncólogo señaló que el tumor estaba solo ahí, pero luego de del CTScam se reveló que estaba en otros órganos como riñones y pulmones y en ese momento el oncólogo me dice mamá te tienes que preparar porque el pronóstico aquí no es bueno”, recuerda Myra.
¿Cómo se prepara una madre para esto?
La madre de Rhaiza señala que no hay una preparación para esto, se atraviesa por diversas etapas en donde lo principal es la negación.
“Yo creo que yo recé en 6 meses lo que no había rezado en 59 años”, destaca.
Recuerda como confió hasta el último momento en que Rhaiza se iba a salvar pero no ocurrió así.
“Tú no te preparas para perder a un hijo, las mamás creemos que vamos a fallecer antes que los hijos, así que uno no se prepara”, afirmó.
Luego de transitar por sentimientos de frustración, negación y coraje, con el paso de los días y de los años, y confiando en su fe y su creencia en Dios afirma tener la confianza de que algún día van a encontrarse y eso le da las fuerzas para continuar.
Los hijos de Rhaiza
Al fallecer Rhaiza dejó un pequeño bebé y dos hijos más, sin embargo, su padre en palabra de la señora Myra ha sido ejemplar.
“Ellos lo han manejado muy bien, su papá ha sido un padre ejemplar en todos los aspectos y él vive para sus hijos y a mi eso me da mucha fortaleza y paz, él es padre y madre y aunque él reanudó su vida, tiene una esposa maravillosa y yo a ellos les agradezco que la presencia de Rhaiza siempre está ahí”, destacó.
Los niños tienen una mamá en la tierra pero su mamá del cielo siempre está ahí, la recuerdan y hablan de ella y los niños son el enfoque de ese papá.
Un ejemplo para salvar otras vidas
Aunque Rhaiza ya no está aquí, su voz sigue siendo trasmitida por sus hermanas y por Myra Plumey, su madre. Su mensaje y llegar a personas a través de las actividades de VOCES han llevado a muchas mujeres a un diagnóstico oportuno y a salvar vidas.
“El fin de semana pasado yo estaba con mi hija menor y una señora se me acerca y me dice yo soy sobreviviente de cáncer cervical hace 5 años y me habló de la historia de Rhaiza y como ella la recordaba y es gratificante saber que ella tocó vidas y saber que a través de Voces de Rhaiza hemos podido llevar este mensaje”, destacó.
Además, añadió, “Además de Lilly y de VOCES yo le agradezco a ese grupo de amigos que siempre estuvieron ahí para ella y que permiten llevar este mensaje”.
Lo aprendido con la experiencia
Al ser diagnosticada Rhaiza su madre se niega a aceptar la condición, señalando que en la familia no había más casos, aprendiendo así que esto no es un tema hereditario, sino que se trata de una condición en la que se está expuesto a un virus y en la que tanto mujeres como hombre se pueden infectar.
“Aprendí que toda mujer activa sexualmente puede desarrollar el virus y hay muchas mujeres que lo van a eliminar de forma natural pero otras lo van a retener y eventualmente van a desarrollar el cáncer”, destacó.
Rhaiza además alertó a su madre sobre la importancia de la vacunación empezando por su hermana Claudia.
“Las mujeres tienen hasta un periodo de 45 años para poder vacunarse y prevenir el que puedan tener este virus”, afirmó.
¿Sabía Rhaiza de la presencia del VPH?
Rhaiza se entera cuando recibe el diagnóstico de cáncer pero antes de esto, algunos síntomas pudieron ser vistos como alerta.
“Un día ella me llama y me dice estoy teniendo un sangrado anormal sobretodo cuando tengo relaciones sexuales y yo le digo tú tienes que correr y avanzar a que te revisen y esto fue en promedio tres meses ante de que la diagnosticaran, probablemente el cáncer ya estaba ahí”, recuerda Myra.
Es solo cuando Rhaiza va a sala de emergencia y el médico que era de la familia hace el examen entra a la habitación y en los ojos se le veía que había llorado, una señal para entender que las cosas no estaban bien.
Rhaiza fue diagnosticada en mayo y falleció en enero, un proceso rápido que dejó dolor en su familia, pero ese dolor ha sido el impulso para llevar un mensaje de la importancia de la prevención y de la lucha contra este tipo de cáncer.
“La vacunación es un regalo de vida, cuando vacunas a tus hijos a temprana edad”, concluye.