Música y productividad: ¿Qué escuchar para concentrarme y cuáles debo evitar?
¿Alguna vez has sentido que la música te ayuda a concentrarte mejor? No es solo una impresión. Numerosos estudios han explorado la relación entre la música y la productividad, encontrando que ciertos géneros pueden potenciar el enfoque, mientras que otros pueden distraernos más de lo que creemos.
La música ideal para concentrarse
Investigaciones de la Universidad de Stanford han demostrado que la música instrumental, especialmente la clásica y ambiental, mejora la atención y la memoria de trabajo. Esto se debe a que estas melodías reducen el estrés y promueven la liberación de dopamina, una sustancia clave para la motivación y el aprendizaje.
Por otro lado, un estudio publicado en Scientific Reports señala que la música barroca, como la de Bach o Vivaldi, puede aumentar la actividad cerebral relacionada con la resolución de problemas y la creatividad. Este tipo de composiciones tienen estructuras rítmicas repetitivas que ayudan a mantener la concentración sin resultar invasivas.
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Para quienes prefieren algo más moderno, las bandas sonoras de películas y videojuegos también son recomendadas. Según el Music Cognition Lab de la Universidad de Arkansas, estas piezas están diseñadas para mantener la atención sin ser una distracción.
Géneros que pueden jugar en contra
Si bien la música puede ser una aliada, no todos los géneros tienen el mismo efecto positivo. Investigaciones de la Universidad de Londres sugieren que las canciones con letras complejas pueden interferir con la comprensión lectora y la retención de información. Esto se debe a que el cerebro debe dividir su atención entre el contenido de la canción y la tarea que se está realizando.
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Algunos estudios sugieren que la música con ritmos intensos y cambios abruptos, como el rock pesado y ciertos estilos de reguetón, puede influir en la concentración. Investigaciones han encontrado que la música con patrones rítmicos complejos puede afectar la atención sostenida y el desempeño en tareas cognitivas, aunque el impacto varía según el individuo. Además, un estudio publicado en Applied Cognitive Psychology indicó que la música con letras puede interferir en la memoria de trabajo al competir por recursos cognitivos.
La clave: el equilibrio
No hay una fórmula única para todos. La elección de la música depende del tipo de tarea y de la persona. Si necesitas concentrarte, prueba con música instrumental o ambiental a un volumen moderado. Y si te encuentras tarareando más de lo que trabajas, quizá sea hora de cambiar la playlist.