Mieloma múltiple: ¿Cómo convivir con la enfermedad?
Síntomas como dolor óseo, falla renal, debilidad o fatiga, pérdida de apetito y de peso, afectan a miles de personas que padecen mieloma múltiple.
Ante tal circunstancia, es normal que los pacientes con esos padecimientos se sientan desesperados, pero es importante que conozcan qué hacer para vivir con la enfermedad durante muchos años y disfrutar de una buena calidad de vida.
El más difícil paso es enfrentar la situación de manera positiva y aprender lo máximo posible sobre el tema y lo que sucederá a partir de ese momento.
Cuidar su alimentación
En primer lugar, el paciente oncológico debe velar por su alimentación. Aunque puede que el apetito se vea afectado durante el proceso de tratamiento, una dieta equilibrada, rica en frutas, verduras, productos con alto contenido en fibra, buenas cantidades de pescado y pollo, logra incrementar los niveles de energía, ayudando al paciente a recuperarse más rápido.
En aquellos días que se haga más difícil ingerir alimentos, es recomendable comer poco pero de manera frecuente durante todo el día y beber siempre mucho líquido.
Practicar ejercicios
Igualmente, la práctica de ejercicios puede ofrecer sensaciones de bienestar tanto físico como mental. Se recomiendan actividades ligeras como la natación, ciclismo, yoga o caminatas, idóneas para el aumento de la fuerza muscular y ósea. Sin embargo, siempre se deberá consultar con un fisioterapeuta o un entrenador especializado antes de empezar cualquier ejercicio.
Pero, ¿cómo lidiar con el dolor y la fatiga?, dos problemas comunes para las personas que viven con mieloma.
Algunos consejos:
- Tomar analgésicos de forma regular según hayan sido prescritos por el médico
- Aprender a relajarse. La meditación, visualización o las diferentes técnicas de relajación pueden ser de utilidad para mitigar el dolor. Estas técnicas se deben practicar con regularidad para conseguir los mejores resultados
- Buscar actividades que alejen la mente del dolor, como ver la televisión, escuchar música o charlar con un amigo. Nada de esto hará que el malestar desaparezca por completo, pero sí distraerá la atención
- Dormir el tiempo necesario para sentirse fresco
- Usar ropa que resulte fácil de poner y quitar, y sentarse a la hora de vestirte
- Permitirse momentos de reposo y descanso durante el día
- Realizar tareas, como planchar o preparar los alimentos, sentado
- Intentar no preocuparte en exceso ya que la ansiedad y el estrés pueden hacer que el dolor resulte más intenso
Por último, el apoyo emocional es imprescindible en todo momento. Es normal que tanto los pacientes con mieloma como los miembros de la familia lleguen a sentirse aislados, la intensidad de las sensaciones puede hacer difícil el diálogo sobre los miedos. Conversar con alguien que entiende por lo que se está pasando puede ayudar a eliminar esa sensación de soledad.