La vida de Melanie Valdés es un testimonio vivo de resiliencia, determinación y amor por la vida. Como corredora en silla de ruedas, Melanie no solo ha abrazado el deporte como un pilar esencial para su salud física, sino también como un motor emocional que le ha permitido superar grandes adversidades. A través de su historia, inspira a otros a enfrentar sus retos con valentía y a descubrir el poder del ejercicio para transformar vidas.
Un diagnóstico desafiante
Melanie perdió la movilidad en sus piernas debido a la epilepsia refractaria, una forma de epilepsia que no responde a los tratamientos convencionales. “Tuve tantas convulsiones durante tanto tiempo que mi cuerpo terminó perdiendo el control de las piernas”, explica. Fue un diagnóstico arduo de asimilar, un proceso lleno de tratamientos, estudios y un constante reajuste a medicamentos que, a pesar de sus esfuerzos, no lograron controlar su condición. Sin embargo, lo que para muchos podría haber sido un obstáculo insuperable, para Melanie se convirtió en una motivación para seguir adelante.
El ejercicio: su camino hacia la sanación
Cuando su médico le recomendó hacer ejercicio para mantener activa la movilidad en las demás partes de su cuerpo, Melanie descubrió un nuevo propósito. Fue entonces cuando encontró en el deporte una herramienta no solo para fortalecer su físico, sino también para sanar sus emociones. “El ejercicio cura muchas cosas, no solo físicamente, sino también emocionalmente. Empecé a correr en silla de ruedas y, al poco tiempo, me enamoré de este deporte”, comenta con una sonrisa.
Para Melanie, el deporte no es solo un medio para mantenerse activa; es una forma de vida. Ha participado en numerosas competencias, y al cruzar la meta en cada una de ellas experimenta una sensación indescriptible. “Hace unos años estaba postrada en una cama, luchando contra la depresión y la ansiedad. Llegar a la meta es una experiencia profundamente satisfactoria. Es un recordatorio de que, con la ayuda de Dios, puedo superar cualquier obstáculo”, dice con emoción.
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Inspiración para otros
La historia de Melanie no solo es un ejemplo de superación personal, sino también un mensaje de esperanza para quienes enfrentan dificultades físicas o emocionales. “Les diría que nunca pierdan la esperanza, que siempre hay algo que pueden hacer para mejorar su situación. El ejercicio me devolvió la vida, me dio propósito y me ayudó a encontrarme a mí misma. Si yo pude salir adelante, cualquiera puede hacerlo”, asegura.
Parte de su misión es visibilizar la importancia del ejercicio y el impacto positivo que tiene en la vida de las personas. En este proceso, ha contado con el apoyo incondicional de su esposo, quien siempre está a su lado en cada paso de su camino.
Metas futuras
El primer maratón de Melanie marcó un antes y un después en su vida, dándole un sentido de libertad y seguridad que no había experimentado antes. “Hice mi primer maratón y quedé enamorada. Me ha dado una libertad y seguridad increíbles. Ahora siento que correr es parte de mi identidad. No quiero parar”, comparte con entusiasmo.
Entre sus metas está seguir participando en maratones y continuar llevando un mensaje de esperanza y superación a través de su historia. Melanie también ha demostrado un compromiso con causas sociales, como su participación en el Telemaratón 2024, donde fue portavoz del evento. “Tuve el honor de ser portavoz del evento del Telemaratón 2024, y poder aportar mi granito de arena invitando al pueblo puertorriqueño a unirse y apoyar esta causa tan importante. Fue una meta muy hermosa en mi vida, un verdadero privilegio”, afirma con humildad.
Además, fue invitada por la organización de Distrofia Muscular para colaborar en sus esfuerzos, una experiencia que también dejó una profunda huella en su vida. Melanie se siente agradecida por la oportunidad de contribuir y motivar a otros, reconociendo que incluso los pequeños gestos pueden marcar una gran diferencia en la vida de quienes más lo necesitan.
Una voz para la inclusión
Melanie no solo destaca por su desempeño como atleta, sino también por su compromiso con la inclusión. Durante la entrevista, habló sobre una Barbie que lleva consigo y que tiene un significado especial. “Esta Barbie tiene un significado especial para mí. Representa inclusión y visibilidad. Es un recordatorio de que las personas con discapacidades también tenemos historias de superación que merecen ser contadas”, explicó.
Con estas palabras, Melanie refuerza la importancia de que las personas con discapacidades sean visibles y reconocidas por sus logros y capacidades, rompiendo estigmas y promoviendo una sociedad más inclusiva.
Un legado de esperanza
La historia de Melanie Valdés es un poderoso ejemplo de cómo la adversidad puede convertirse en una fuente de fortaleza. Su vida está marcada por momentos difíciles, pero también por victorias que han forjado su carácter y su determinación. A través del deporte, ha encontrado una forma de sanar, de inspirar a otros y de vivir con plenitud.
“Espero que mi historia motive a otros a no rendirse y a buscar aquello que les haga sentirse vivos”, concluye Melanie. Sin duda, su mensaje de esperanza y superación resuena en todos los que tienen la oportunidad de conocerla. En cada paso que da —o, más bien, en cada vuelta de las ruedas de su silla— Melanie demuestra que la fuerza del espíritu humano no tiene límites.
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