Medicina preventiva y cirugías electivas para tus mascotas
La medicina preventiva en los animales, al igual que en los humanos, es esencial para asegurar su bienestar antes de que se presenten enfermedades. Es por ello que una dieta adecuada, la vacunación y el cuidado médico regular son fundamentales. Además, existen procedimientos quirúrgicos conocidos como cirugías electivas, cuyo objetivo es mejorar la salud de nuestras mascotas y prevenir posibles enfermedades. Es recomendable discutir con tu veterinario si estas cirugías son necesarias para tu mascota y cuándo sería el momento más adecuado para realizarlas.
Las cirugías preventivas modifican alguna característica del cuerpo del animal con el fin de prevenir enfermedades futuras. Un ejemplo común de este tipo de cirugía es la esterilización, que incluye la ovario histerectomía en las hembras y la castración en los machos.
En la medicina veterinaria, la esterilización es una práctica común tanto en machos como en hembras. En los machos, la castración puede reducir comportamientos indeseados, como el marcaje territorial con orina y la tendencia a escaparse en busca de pareja. Además, contribuye a prevenir problemas de salud como enfermedades prostáticas, hernias perineales y otras afecciones relacionadas con la testosterona. En las hembras, la esterilización también disminuye comportamientos no deseados y reduce el riesgo de tumores mamarios, infecciones del aparato reproductor y ciertos tipos de cáncer.
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Recientes estudios científicos sugieren que en algunos casos, es preferible retrasar la esterilización en perros y perras, especialmente en razas grandes. Es crucial consultar con un veterinario licenciado para determinar el mejor momento para esterilizar a tu mascota y así asegurarle la mejor salud posible.
La extirpación de masas o tumores en las mascotas depende de varios factores, como el tipo de célula del tumor, su agresividad, localización, tamaño, número, grado de malignidad y si se ha propagado a otros tejidos. Algunos tumores malignos tienden a diseminarse a órganos distantes, como los pulmones, por lo que es importante evaluar si el tumor se ha extendido antes de proceder con la cirugía. Por lo general, las masas deben ser removidas si causan dolor, afectan la salud o podrían generar problemas en el futuro.
Es fundamental conocer el tipo de tumor que ha sido removido, lo que se logra enviando el tejido a un laboratorio de patología para que un patólogo veterinario lo examine. Identificar el tipo específico del tumor ayuda al veterinario a determinar el pronóstico y a decidir qué tratamientos adicionales podrían ser necesarios para prevenir o retrasar su reaparición.
Recibir la noticia de que tu mascota necesita cirugía puede ser estresante. Por ello, es vital informarse sobre lo que implica el procedimiento antes, durante y después de la cirugía.
Antes de la cirugía, se debe realizar una evaluación general del paciente para asegurarse de que es seguro realizar el procedimiento. Toda cirugía conlleva riesgos, por lo que se realizan análisis de laboratorio para detectar cualquier condición que deba abordarse antes de la operación. En algunos casos, se requieren pruebas adicionales y especializadas para garantizar que el riesgo quirúrgico sea aceptable y para ajustar los protocolos de anestesia y cirugía según las necesidades individuales de cada paciente.
Antes de una cirugía electiva, el paciente debe estar en buen estado de salud y no presentar síntomas de enfermedad, como tos, estornudos, ojos llorosos o diarrea. Es importante consultar con el veterinario acerca de la ingesta de agua, alimentos y medicamentos antes del procedimiento quirúrgico.
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Respecto a la anestesia
Las mascotas requieren anestesia o sedación antes de someterse a una cirugía para estar relajadas, tranquilas y sin dolor durante el procedimiento. Al igual que en los humanos, el nivel de anestesia se reduce gradualmente al final de la cirugía hasta que la mascota recupera la conciencia.
Una vez en casa, pueden observarse algunos cambios temporales en el comportamiento de la mascota. Es recomendable seguir al pie de la letra las instrucciones del veterinario durante el periodo de recuperación y mantener a los niños alejados de la mascota recién anestesiada para evitar accidentes. Si tienes alguna duda, no dudes en contactar a tu veterinario.