Los cambios y diferencias en la estructura cerebral al consumir sustancias en la adolescencia
La estructura cerebral puede tener diferencias que están asociadas al consumo prematuro de sustancias en los adolescentes. Además, el consumo de estas sustancias podría ser más evidente ya que en un reciente estudio se mostró que, antes de su consumirlas la estructura cerebral es totalmente diferente.
¿Qué indica el estudio?
Los Institutos Nacionales de Salud (NIH) han financiado un estudio, realizado por expertos de la Universidad de Washington en St. Louis, Estados Unidos, de aproximadamente 10.000 adolescentes; allí se han evidenciado diferencias que son distintivas en las estructuras cerebrales de personas que han consumido sustancias antes de tener 15 años, en comparación con quienes no lo han hecho.
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Este ha sido un estudio publicado en JAMA Network Open, donde se han utilizado datos del Estudio de Desarrollo Cognitivo y Cerebral del Adolescente (Estudio ABC), el cual se muestra como la mayor investigación longitudinal sobre el desarrollo y salud cerebral en niños y adolescentes de Estados Unidos.
Datos de la investigación
Los 3.460 adolescentes que se han visto inmersos en el consumo de sustancias antes de los 15 años, en los que el 90,2 % siendo un porcentaje muy alto, contaron que han probado alcohol. Lo anterior coincide considerablemente con el consumo de nicotina y/o cannabis, siendo así el 61,5 % y el 52,4 % de los jóvenes que se iniciaron con el consumo de nicotina y cannabis, respectivamente afirmaron haberse iniciado en el alcohol.
Cuando se da inicio en el consumo de sustancias se ha evidenciado una serie de diferencias que se presentan en la parte estructural en todo el cerebro a nivel global. Otras partes se centraban en otras áreas más regionales que afectan principalmente al córtex.
Estos datos que se han evidenciado, en algún momento pueden ayudar a fundamentar estrategias clínicas de prevención. Sin embargo, los expertos añaden que, la estructura cerebral por sí sola no puede predecir el consumo de sustancias durante la etapa de la adolescencia y los datos proporcionados no se deben utilizar como herramienta de diagnóstico.
Proceso
Los investigadores han decidido vigilar el consumo de alcohol, nicotina y/o cannabis, ya que estas son las sustancias más consumidas en la adolescencia precoz, así como de sustancias ilícitas. Además, han hecho la evaluación que se presenta en las diferencias globales como regionales en la estructura cerebral, allí se analizó las medidas como el volumen, grosor, profundidad de los pliegues cerebrales y la superficie que se encuentra principalmente la corteza cerebral.
Resultados
Los expertos lograron identificar cinco diferencias estructurales cerebrales a nivel global, entre las personas que decían haber consumido antes de los 15 años y los que no. En el resultado se incluyó un mayor volumen cerebral total y un mayor volumen subcortical en los que se evidenciaron el consumo de sustancias.
Finalmente, se encontraron 39 diferencias estructurales cerebrales a nivel regional con un aproximado del 56 % de la variación regional relacionada con el grosor cortical.
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