Psoriasis: Más que una afección cutánea, un desafío mental
Según las cifras recientes de la Asociación de Psoriasis, aproximadamente 125 millones de personas en todo el mundo viven con esta afección crónica de la piel. Sin embargo, detrás de estas estadísticas se esconden historias personales de lucha y resistencia contra una enfermedad que va más allá de lo físico. Pacientes que describen su experiencia como una montaña rusa emocional, donde los picos de confianza se ven afectados por la ansiedad y autoconciencia.
El psicólogo y especialista en neurociencia de mindfulness, Gilvic Carmona, arroja luz sobre esta conexión entre la salud mental y la psoriasis. Para Carmona, la experiencia es representativa de un fenómeno más amplio que afecta a muchos pacientes.
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«La psoriasis no solo afecta la piel, sino también el bienestar emocional de quienes la padecen. La preocupación constante por la apariencia y el juicio social pueden llevar a niveles significativos de estrés, ansiedad y depresión», explica Carmona.
Las causas detrás de esta intersección entre la psoriasis y la salud mental son diversas. Desde factores genéticos hasta desencadenantes ambientales, como el estrés, pueden desempeñar un papel en el desarrollo y la exacerbación de los síntomas. Esta compleja interacción entre cuerpo y mente a menudo se refleja en las conductas de los pacientes, que van desde la evitación de situaciones sociales hasta la búsqueda compulsiva de tratamientos para controlar los brotes.
Sin embargo, Carmona insiste en que hay esperanza. A través de enfoques integrales que aborden tanto los aspectos físicos como emocionales de la psoriasis, los pacientes pueden encontrar un camino hacia la aceptación y el bienestar.
«La práctica de mindfulness, por ejemplo, puede ayudar a los pacientes a cultivar una relación más compasiva consigo mismos y a manejar mejor el estrés asociado con la enfermedad», señala.
Además de las intervenciones psicológicas, los avances en tratamientos médicos también están brindando nuevas opciones para el manejo de la psoriasis. Desde terapias tópicas hasta medicamentos biológicos, los pacientes tienen más opciones que nunca para controlar sus síntomas y mejorar su calidad de vida.
En última instancia, el camino hacia la salud mental para los pacientes con psoriasis no es lineal ni fácil, pero con un enfoque holístico que reconozca tanto los desafíos físicos como emocionales de la enfermedad, se puede abrir la puerta a una vida más plena y satisfactoria.
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