La gripe aviar en el ordeño: un nuevo riesgo que preocupa a los expertos
Un reciente estudio realizado en Estados Unidos ha revelado un nuevo y preocupante riesgo relacionado con la gripe aviar (H5N1). El virus, conocido principalmente por afectar a las aves, ha sido encontrado en vacas lecheras, específicamente acumulándose en las ubres, lo cual sugiere que podría propagarse a través de la leche, especialmente durante el ordeño. Este hallazgo ha encendido las alarmas de los científicos, quienes ahora piden una mayor vigilancia para evitar la posible expansión del virus, sobre todo en Europa, donde podría darse un escenario similar al de Estados Unidos.
¿Cómo se propaga la gripe aviar en las vacas?
Para entender cómo el virus se mueve en estos animales, un equipo de investigadores de Estados Unidos y Alemania realizó experimentos en un laboratorio de alta seguridad en Kansas. Allí infectaron a terneros y vacas lecheras de forma controlada. El estudio mostró que las vacas infectadas por vía respiratoria apenas presentaban síntomas y tampoco parecían contagiar a otros animales. Sin embargo, cuando la infección se producía en las ubres, la situación era distinta: las vacas desarrollaban una fiebre alta, y la producción de leche se desplomaba.
El problema se agrava durante el proceso de ordeño. En las granjas industriales, el virus puede pasar fácilmente de una vaca a otra a través del equipo de ordeño, lo que convierte este procedimiento en un canal clave para la propagación del virus.
¿Por qué debería importarnos?
Lo preocupante es que los resultados fueron similares cuando se probó con una variante del virus que proviene de Europa. Esto significa que la gripe aviar tiene el potencial de expandirse de la misma manera en el ganado europeo, sobre todo si no se toman medidas preventivas. El virus se ha transmitido principalmente por el contacto directo entre aves infectadas y el ganado, además del traslado frecuente de animales entre diferentes lugares, lo que facilita la propagación.
El H5N1 no es un virus nuevo; fue descubierto en 1996 en Asia y desde entonces ha causado numerosas infecciones en humanos, muchas de ellas mortales. La nueva variante, que está afectando al ganado lechero en Estados Unidos, está generando preocupación por la rapidez con la que se propaga y por su posible salto a otras especies, incluidos los humanos.
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¿Qué dicen los expertos?
Juergen Richt, el principal investigador del estudio, subraya que «el virus se propaga principalmente a través de la leche y el equipo de ordeño», lo que hace imprescindible una vigilancia estricta de la producción láctea para evitar brotes mayores. Por otro lado, Elisa Pérez, viróloga veterinaria, señaló que la cantidad de partículas virales en la leche es alarmantemente alta, y que incluso los terneros podrían estar infectándose al alimentarse.
Además, los ordeñadores podrían estar expuestos a infecciones. En muchos de los casos registrados de contagio humano, los trabajadores presentaban conjuntivitis, probablemente a causa de salpicaduras de leche durante el ordeño. Esto resalta el riesgo que tienen las personas que están en contacto directo con el ganado infectado.
¿Qué podemos hacer para frenar el H5N1?
Para evitar que el virus se siga propagando, los científicos recomiendan analizar las granjas de forma obligatoria, con pruebas individuales para cada animal y, si es necesario, poner en cuarentena a los infectados. Además, el coautor del estudio, Martin Beer, sugirió reforzar las medidas de higiene en las granjas y asegurarse de que todos los animales estén libres del virus antes de ser transportados a otro lugar.
En Europa, los expertos también están en alerta. Natalia Majó, patóloga veterinaria, advierte que “la situación es muy preocupante” y que la vigilancia es crucial para prevenir un brote similar al de Estados Unidos. Aunque hasta ahora la gripe aviar no ha tenido un impacto significativo en Europa este año, el riesgo de que el virus pase de un ave salvaje a un animal de granja sigue siendo una amenaza que no podemos ignorar.
Un desafío difícil de controlar
Pese a los esfuerzos para contener el virus, Elisa Pérez advierte sobre lo difícil que es detener una epidemia de este tipo una vez que comienza. Además del impacto en la salud de los animales y de las personas, la producción de leche puede caer hasta un 90%, lo cual representa una señal clara y dramática de la presencia de un brote. Esto no solo afecta la economía de las granjas, sino que también pone en peligro la adaptación del virus a otros mamíferos, incluyendo a los seres humanos, aumentando así los riesgos para la salud pública.
La situación en Estados Unidos nos recuerda la importancia de actuar con rapidez y determinación para detener la propagación del H5N1. Mantener estrictas medidas de vigilancia y prevención será esencial para proteger tanto a los animales como a las personas de una posible crisis de salud global.
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