Guía para Padres: cómo abordar la dermatitis atópica en niños
La dermatitis atópica es una condición que, aunque puede diagnosticarse en adultos, es más prevalente en niños y jóvenes, una etapa y desarrollo en la que puede tener un impacto significativo en la calidad de vida. La dermatitis atópica se caracteriza por la inflamación de la piel, que provoca síntomas como picazón intensa, enrojecimiento, descamación y la formación de lesiones cutáneas. En los niños y jóvenes, esta afección puede ser especialmente desafiante, ya que puede interferir con su capacidad para concentrarse en actividades escolares y sociales.
¿Qué podemos aprender al respecto? Las respuestas nos las trae en esta ocasión el Dr. Francisco Colón, dermatólogo pediátrico, quien precisó que «estadísticamente, aproximadamente la mitad de los pacientes son diagnosticados antes de cumplir los seis meses de edad. Además, entre el 85% y el 90% de los casos se diagnostican antes de los cinco años. Por lo tanto, podemos afirmar que la dermatitis atópica, en un 90% de los casos, se desarrolla en la niñez».
Cuando un paciente adulto presenta características de dermatitis, el diagnóstico puede ser más complicado. El Doctor Colón señala la importancia de realizar un diagnóstico diferencial más amplio en adultos, ya que hay otras posibles afecciones a considerar. Sin embargo, las características de la afección son similares sin importar la edad del paciente.
De acuerdo con el doctor, «lo que es fundamental para realizar un diagnóstico preciso es la evaluación clínica, ya que no existe una prueba de sangre específica para esta condición. Incluso si se realiza una biopsia, los resultados mostrarán cambios compatibles con el eczema o dermatitis, términos que se utilizan indistintamente. Estos cambios patológicos se conocen como espongliosis”.
Sin embargo, no proporcionarán un diagnóstico definitivo, ya que el diagnóstico de la dermatitis se basa en el historial de picazón del paciente. La presencia de picazón es un elemento crucial en el diagnóstico.
Diferencias diagnóstico dermatitis en adultos vs. en niños
El diagnóstico de la dermatitis atópica en adultos requiere un enfoque más amplio debido a la mayor diversidad de posibles causas de síntomas cutáneos en comparación con los niños.
Una distinción notable entre pacientes pediátricos y adultos con dermatitis atópica es la localización de las lesiones o erupciones cutáneas. De acuerdo con el galeno, «en los niños, es común que estas lesiones aparezcan en áreas específicas durante la infancia, evolucionando a lo largo de su crecimiento. En los bebés y niños pequeños, es frecuente que las lesiones se manifiesten en áreas como el rostro y las zonas extensoras, como la parte posterior de las manos, los brazos y las piernas. A medida que avanzan hacia la niñez tardía y la adolescencia, las lesiones tienden a afectar áreas flexoras, como los pliegues de la piel».
En el caso de los adultos, nuevamente, se pueden observar lesiones en áreas flexoras, pero también es posible que otras partes del cuerpo se vean afectadas. A pesar de ello, la cara sigue siendo una zona importante de manifestación, y en cualquier etapa de la vida, las lesiones pueden aparecer en cualquier parte del cuerpo. Sin embargo, es esencial comprender que la distribución de las lesiones puede variar de un paciente a otro, y no todos los pacientes presentarán la misma localización de las erupciones cutáneas.
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La dermatitis atópica es una enfermedad crónica, lo que significa que persiste durante un período prolongado de tiempo. «Esto significa que no es una condición que se resuelve de manera rápida o que se puede tratar de manera definitiva para que nunca vuelva a aparecer». Por lo tanto, es esencial que los padres de pacientes jóvenes entiendan la naturaleza crónica de la enfermedad y estén dispuestos a tomar medidas para su manejo. El doctor enfatiza la importancia de brindar a los padres información precisa y responder a sus preguntas, ya que a menudo buscan información en línea que puede no ser precisa.
“La orientación a los padres en las primeras visitas es esencial para que tengan una comprensión realista de la enfermedad y de los posibles factores desencadenantes que deben evitar. Esto implica proporcionar información veraz y responder a sus preguntas, ya que a menudo buscan información en línea que puede no ser precisa”.
En cuanto al manejo de la dermatitis atópica, que implica una variedad de enfoques terapéuticos, el doctor destaca que «no todos los tratamientos son apropiados para todas las edades, y a veces se necesita paciencia para encontrar la terapia más adecuada». En particular, en niños, se siguen terapias escalonadas, comenzando con tratamientos menos tóxicos o invasivos para evitar riesgos innecesarios.
El Doctor Colón también enfatiza que en los últimos años ha habido avances significativos en la investigación y el desarrollo de tratamientos para la dermatitis atópica, lo que proporciona a los médicos y pacientes opciones más efectivas y menos invasivas para el manejo de esta condición, ofreciendo esperanza para un mejor control de la enfermedad.
“Es alentador destacar que en los últimos años ha habido un avance significativo en la investigación y el desarrollo de tratamientos para la dermatitis atópica. Se han producido avances notables en comparación con lo que estaba disponible hace una década, lo que brinda a los médicos y pacientes opciones más efectivas y menos invasivas para el manejo de esta condición. Esto representa un avance significativo en el cuidado de los pacientes con dermatitis atópica y ofrece esperanza para un mejor control de la enfermedad”.
Factores desencadenantes de la DA
“Es esencial comprender la patogénesis de la enfermedad y considerar factores individuales que pueden influir en su aparición y exacerbación. La educación sobre cómo identificar y manejar estos desencadenantes es una parte fundamental del tratamiento de la dermatitis atópica”, explicó.
Por tanto, los factores desencadenantes de la dermatitis atópica son un aspecto crucial del manejo de la enfermedad. El estrés puede exacerbar la condición en adultos, al igual que ocurre en muchas otras enfermedades autoinmunes e inflamatorias.
En el caso de los niños, son los elementos ambientales los que a menudo agravan la afección. Como menciona el doctor, “la educación sobre cómo identificar y manejar estos desencadenantes es una parte fundamental del tratamiento de la dermatitis atópica».
Alrededor del 70% de las veces, los factores que empeoran la dermatitis atópica están relacionados con alérgenos a los que el paciente está expuesto, principalmente a través de las vías respiratorias, como el polvo, el polen y los ácaros. Además, la dermatitis atópica está estrechamente relacionada con el asma y las alergias nasales, por lo que los mismos factores que exacerban estas otras dos condiciones también pueden agravar la dermatitis atópica.
“Estos alérgenos pueden actuar de diferentes maneras, ya sea a través del contacto directo con la piel o por vía respiratoria, lo que hace que la identificación y el control de estos desencadenantes sean esenciales en el manejo de la enfermedad”, expuso.
Cuidado con los productos, la alimentación y la autoestima
La elección de productos de higiene personal adecuados es importante para los pacientes con dermatitis atópica. Se recomienda utilizar productos que no contengan fragancias ni una cantidad significativa de conservantes, ya que estas sustancias pueden desencadenar una reacción o empeorar la dermatitis en algunos pacientes. La elección de productos suaves formulados específicamente para pieles sensibles es esencial.
En cuanto a la alimentación, existen pacientes que experimentan exacerbaciones de la dermatitis atópica relacionadas con ciertos alimentos. Aunque cada paciente es único y puede reaccionar de manera diferente a diversos alimentos, estadísticamente, los dos principales desencadenantes alimentarios son el huevo y la leche de vaca. Sin embargo, no todos los pacientes con dermatitis atópica deben evitar automáticamente estos alimentos. Las pruebas de alergia y la evaluación clínica pueden ayudar a determinar si la dieta juega un papel en la afección de un paciente en particular, y en caso afirmativo, se pueden hacer recomendaciones específicas para evitar esos alimentos o ajustar la dieta de manera adecuada.
“El apoyo emocional es fundamental en el manejo de la dermatitis atópica, especialmente en pacientes jóvenes”. La autoestima puede verse afectada, y es importante que los padres brinden apoyo emocional a sus hijos que enfrentan esta afección. El doctor enfatiza la importancia de que los padres hablen con sus hijos sobre sus sentimientos y preocupaciones y estén atentos a señales de estrés o tristeza.
Especialmente en preadolescentes y adolescentes, es fundamental mostrar interés genuino por sus preocupaciones y asegurarles que pueden ser comprendidos y ayudados en su proceso de manejo de la enfermedad. Con el tiempo y la persistencia en la construcción de la relación, es posible que los adolescentes se abran más y busquen el apoyo necesario para afrontar la dermatitis atópica.
“Es esencial que los padres aborden el tema de la autoestima y las emociones con sus hijos, ya que los niños pueden no admitir fácilmente que se sienten deprimidos o ansiosos debido a su condición. Como profesional de la salud, cuando veo pacientes que están lidiando con la dermatitis atópica, siempre recomiendo a los padres que hablen con sus hijos sobre sus sentimientos y preocupaciones, y que estén atentos a señales de estrés o tristeza”, enfatizó el galeno.
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