Guía de supervivencia ante una crisis hipertensiva: medidas y tratamientos
Una crisis hipertensiva es un aumento repentino y grave de la presión arterial, con una lectura de 180/120 milímetros de mercurio (mm Hg) o superior. Es una emergencia médica que puede llevar a condiciones potencialmente mortales como ataques cardíacos, accidentes cerebrovasculares u otras afecciones graves. Una presión arterial extremadamente alta puede dañar los vasos sanguíneos y órganos vitales como el corazón, cerebro, riñones y ojos. Durante una crisis hipertensiva, el corazón puede no ser capaz de bombear sangre eficientemente.
Tipos de crisis hipertensiva
Las crisis hipertensivas se dividen en dos categorías: de urgencia y de emergencia. En una crisis hipertensiva de urgencia, la presión arterial es de 180/120 mm Hg o más, pero no hay signos de daño en los órganos. En una crisis hipertensiva de emergencia, la presión arterial es igual o superior, pero hay daños en los órganos que ponen en riesgo la vida.
Causas posibles de una crisis hipertensiva
Las posibles causas de una crisis hipertensiva incluyen olvidar tomar medicamentos para la presión arterial, dejar de tomar repentinamente ciertos medicamentos para el corazón como los betabloqueadores, interacciones medicamentosas y la presencia de un tumor de la glándula suprarrenal conocido como feocromocitoma.
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Síntomas de una crisis hipertensiva
Los síntomas de una crisis hipertensiva pueden variar desde ansiedad, visión borrosa, dolor en el pecho, desorientación, náuseas y vómitos, falta de respuesta a la estimulación, convulsiones, dolor de cabeza intenso hasta falta de aire.
Qué hacer si observas un aumento brusco en tu presión arterial
Si mides tu presión arterial en casa y el valor es muy alto pero no tienes síntomas, relájate durante unos minutos y vuelve a medirla. Si sigue siendo alta, busca atención médica. Sin embargo, si tu presión arterial es de 180/120 mm Hg o superior y tienes dolor en el pecho, falta de aire o síntomas de accidente cerebrovascular, como entumecimiento u hormigueo, dificultad para hablar o cambios en la visión, llama al 911 o a los servicios médicos de urgencia de inmediato.
Tratamiento de una crisis hipertensiva
El tratamiento de una crisis hipertensiva puede incluir la hospitalización para monitorear posibles daños en los órganos. Los medicamentos para bajar la presión arterial se administran por vía oral o intravenosa, dependiendo de la gravedad del caso.
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