Génesis: la lucha con la dermatitis atópica desde la primera década de vida
La dermatitis atópica causa picazón, hinchazón y enrojecimiento continuo en varias partes del cuerpo. ¿Sabías que los más pequeños de la casa también pueden enfrentar esa sintomatología? BeHealth trae la historia de una niña puertorriqueña que casi ve truncada su vida escolar por esta condición dermatológica.
Génesis López acaba de sobrepasar su primera década de vida: tiene 13 años y ya enfrenta lo difícil que es vivir con una enfermedad crónica como la dermatitis. En la pandemia, y en medio de las altas temperaturas que azotan a la isla, su enfermedad se exacerbó.
“Empezaron los calores. Yo hacía educación física en mi cuarto grado y para ese tiempo yo no tenía aire -acondicionado- y los calores me activaban la dermatitis”, recordó la menor.
De acuerdo con la literatura médica científica, la dermatitis atópica es más común en bebés y niños. Puede aparecer tan pronto como la edad de 2 a 6 meses. Sin embargo, la mayoría de pacientes la superan en la edad adulta temprana. ¿Cómo le fue a Génesis?
“Me empezó regular, un poco de picor en las manos. Se me iba y volvía, se me iba y volvía (la dermatitis)”, expresó la pequeña.
De acuerdo con los dermatólogos, el sarpullido por calor surge cuando se bloquea o inflama un conducto que va de una glándula sudorípara a la superficie de la piel. Este factor le pasó a Génesis de una manera particular, dado que unos días sentía frío y otros calor.
“A veces me decían que hacía calor y yo no podía sentir el calor porque tenía frío. A veces tenía más calor y otras frío”, dijo.
Asimismo, contó que, debido a su enfermedad, tuvo que faltar a la escuela. Sin embargo, agradece a su médico tratante, el dermatólogo José González Chávez, quien le prescribió el tratamiento que hoy le permite vivir sin síntomas. Para Génesis, ese doctor “es nice” y “una buena persona”.
“A las dos semanas yo ya tenía la piel mejor. Se me había ido la inflamación de la piel y ya no la tenía tan roja. No sentía tanto frío”, expresó la paciente al referirse a la labor de su doctor.
De igual manera, Génesis le contó a BeHealth cómo fue enfrentar su enfermedad junto con sus compañeros de clase: “En ocasiones me preguntaban si se pegaba, me preguntaban si yo me tomaba mis medicamentos. Si yo me empezaba a rascar, me decían que no me rascara”, dijo.
En cuanto a los desencadenantes, Génesis le contó a este medio que es “alérgica a los ácaros, a las cucarachas y al pelo de gato” y, para tratar sus alergias y los síntomas de la enfermedad, utiliza:
“Una crema que me había recetado el doctor anterior con el que yo estaba y el dermatólogo me dejó la crema”, expresó.
La tía de la menor, que se llama Iris, también narró la experiencia de su sobrina con la enfermedad: “Cuando a ella le empieza a dar picor se rasca mucho. Uno le dice que no se rasque pues al hacerlo se le exacerba la condición, se le lacera la piel. Comienzan las inyecciones, pero gracias a Dios conseguimos al doctor Chávez que la ha tratado con unas inyecciones cada dos semanas y la mejoría ha sido increíble”, dijo.