El estreñimiento en niños
Por: Dra. Wihelma Echevarría Cortés Gastroenteróloga Pediátrica Certificada por el ABP en Pediatría y Gastroenterología Pediátrica Secretaria AGHPPR
Una de las razones principales para visitar la Sala de Emergencia Pediátrica y la oficina del Gastroenterólogo Pediátrico es estreñimiento. Se considera que un niño está estreñido cuando enfrenta dificultad para defecar, esta dificultad está presente por 2 semanas o más y causa ansiedad al niño. También se considera que el niño está estreñido:
- Cuando tiene menos de tres movimientos intestinales por semana.
- Cuando evacuar se le hace difícil y tiene que pujar mucho.
- Cuando sus heces son duras, secas, muy pequeñas o voluminosas.
Causas de estreñimiento
El estreñimiento se suele deber a varias razones, entre ellas, ingerir una dieta que no incluye suficiente cantidad de agua ni de fibra, elementos que ayudan a los intestinos a moverse con normalidad. Los niños que ingieren muchos alimentos procesados, queso, pan blanco, harina, y altas cantidades de carne están más propensos a desarrollar estreñimiento. El llevar una dieta balanceada, con alimentos más ricos en fibra, como la fruta, la verdura, las hortalizas y los cereales integrales, puede impedir que las heces se endurezcan y se sequen.
A veces, algunos medicamentos, como los antidepresivos y los que se utilizan para tratar la deficiencia de hierro, pueden provocar estreñimiento.
Al introducir alimentos sólidos al infante, el estreñimiento puede ocurrir, al igual que durante la transición de la leche materna o fórmula maternizada a la leche de vaca al cumplir el primer año de vida. Algunos niños pequeños que están aprendiendo a utilizar el inodoro pueden estreñirse, sobre todo si les fuerza a utilizarlo antes de que estén preparados.
Existen niños que evitan ir al baño, incluso aunque tengan mucha necesidad. Pueden ignorar ese tipo de urgencias porque no quieren utilizar un baño que no es el suyo o interrumpir un juego divertido. Y, cuando ignoran este tipo de necesidad por tiempos prolongados y/o rutinariamente, el recto (la última porción del intestino) se dilata, causando que las evacuaciones sean más grandes, más secas, y más difíciles de ser expulsadas. Esto perpetúa el estreñimiento y crea un círculo vicioso el cual tiende a ser difícil de romper.
Algunos niños padecen de estreñimiento debido a una condición denominada «Síndrome del Intestino Irritable», que puede ocurrir cuando están nerviosos o se sienten ansiosos por algo, como un cambio de colegio, discusiones con sus amigos y problemas en el hogar o su medio ambiente. Un niño con esta condición puede tener estreñimiento y/o diarrea, dolor de estómago y gases (flatulencias).
En casos excepcionales, el estreñimiento es un síntoma de otras condiciones médicas. Por lo tanto, hable con el pediatra si su hijo continúa teniendo problemas o si su estreñimiento dura más de 2 o 3 semanas.
Síntomas de estreñimiento
Recuerde que cada niño tiene hábitos diferentes relacionados con el uso del inodoro. Un niño que no evacúa cada día no necesariamente está estreñido. Un niño sin este problema puede evacuar tres veces al día, mientras que otro solo va una vez cada tres días.
Por lo general, los signos del estreñimiento son los siguientes:
- Evacuar con menos frecuencia de la habitual
- Tener mucho dolor o pasar mucho trabajo al evacuar
- Sentirse lleno, hinchado y con gases
- Manchar el papel higiénico con un poco de sangre después de defecar
También es frecuente que los niños que están estreñidos manchen a veces la ropa interior con excreta, esto se llama encopresis. Muchos padres asumen que los niños con encopresis se evacúan encima a propósito, son vagos o retantes. La realidad es que, un niño que luego de haber aprendido a evacuar en el inodoro, tenga “accidentes” frecuentes de evacuarse encima, no está sintiendo cuando las heces salen. Estos niños tienen una sensación disminuida en su recto, producto de haber permitido que este se dilate por aguantar mucha excreta.
Castigar o humillar al niño que tenga encopresis solo hace que el problema empeore. Lo ideal es discutir esta situación con el pediatra y/o el gastroenterólogo pediátrico.
Cómo afrontarlo
Para prevenir y para tratar el estreñimiento:
- Dé más líquidos a su hijo. El agua y otros líquidos ayudan a mover las heces fácilmente a lo largo del intestino. La cantidad de líquidos que necesita un niño varía en función de la edad y del peso. Pero la mayoría de los niños en edad escolar necesitan por lo menos entre 3 y 4 vasos de agua al día. Si el estreñimiento persistiera o incomodara a su hijo, podría obedecer a un problema de salud y sería recomendable que llamara a su pediatra.
- Sírvale una dieta balanceada. Una dieta balanceada, con proporciones adecuadas de proteínas, carbohidratos y grasas, ayuda a alcanzar un patrón de movimiento intestinal saludable.
- Asegúrese de que su hijo haga suficiente ejercicio. La actividad física activa los movimientos intestinales. Por lo tanto, anime a su hijo a hacer ejercicio.
- Desarrolle un horario de comidas que sea regular. Puesto que comer estimula los intestinos de forma natural, comer siguiendo un horario regular puede ayudar a su hijo a desarrollar unos hábitos regulares para evacuar. Si es necesario, dele el desayuno un poco antes para que su hijo pueda ir al baño tranquilamente antes de ir al colegio.
- Acostumbre a su hijo al hábito de ir al baño. Si su hijo suele aguantar las ganas de ir al baño, hágale sentarse en el inodoro durante al menos 5 a 10 minutos, a la misma hora todos los días (preferiblemente después de una comida).
Estos pequeños cambios permiten ayudar a la mayoría de los niños a que sus intestinos funcionen con la regularidad con que deberían funcionar.
Existe una gama de medicamentos laxantes y ablandadores de heces que son totalmente seguros para la población pediátrica. Sin embargo, es importante que discuta su uso con su pediatra o gastroenterólogo pediátrico. Estos medicamentos, junto con el establecimiento de una rutina de evacuación saludable, son la solución al problema de estreñimiento y logran que el recto regrese a su tamaño normal.
El niño con encopresis y/o estreñimiento necesita mucho apoyo y refuerzo positivo. Herramientas como llevar un calendario de las veces que el niño utiliza el inodoro para evacuar, y premiarlo cuando lo haga, han sido confirmadas como la mejor técnica para resolver estos problemas.
Si su hijo está enfrentando problemas de estreñimiento y/o encopresis, lo mejor es atenderlo lo antes posible. Su pediatra y el gastroenterólogo pediátrico están disponibles y capacitados para ayudarle.