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Esto debes saber sobre la osteoartritis, la forma más común de artritis

La osteoartritis es la forma más común de artritis, una afección es degenerativa que afecta diversas articulaciones, siendo la rodilla y la cadera las más comúnmente afectadas. ¿Qué debemos saber sobre esta condición? Hoy en BeHealth respondemos tus dudas de la mano del Dr. Luis Gandara Colón especialista en Medicina Deportiva y Osteoartritis de Orlando Health Jewett Orthopedic Institute.

“En la osteoartritis se produce un desgaste del cartílago, que actúa como una especie de almohadilla entre los huesos para prevenir la fricción. Este proceso es gradual y progresivo, y lamentablemente no hemos encontrado una cura definitiva para la enfermedad”, dijo el doctor en una reciente charla de la Arthritis Foundation

Sin embargo, la buena noticia es que existen tratamientos alternativos que pueden ayudar a aliviar los síntomas y mejorar la funcionalidad de las personas afectadas. 

En cuanto a los tratamientos y métodos de alivio para la osteoartritis es esencial destacar que cada paciente responde de manera diferente a los distintos tratamientos disponibles. Existen enfoques caseros que pueden ser muy efectivos para manejar los síntomas. El especialista compartió algunas modificaciones que pueden realizar los pacientes más allá del tratamiento.

Control del peso

En el caso de la osteoartritis, existen diversas formas de contribuir a controlar o disminuir la progresión de la condición. Uno de los factores más significativos es el peso corporal. “El peso juega un papel crucial en las personas que desarrollan osteoartritis, ya que cuanto mayor sea el sobrepeso u obesidad de una persona, más se desgastarán progresivamente las articulaciones con el tiempo”.

La osteoartritis tiende a afectar más a las personas envejecientes, pero también puede manifestarse en personas más jóvenes, especialmente si han experimentado lesiones o cirugías en su juventud debido a lesiones deportivas u otros problemas. “Estas experiencias a largo plazo pueden causar una degeneración del cartílago y, eventualmente, problemas articulares”.

Reducir el peso corporal puede disminuir la carga que soportan las articulaciones afectadas, lo que a menudo resulta en un alivio significativo de los síntomas.

Aumento de la fuerza muscular

Además de la terapia y los medicamentos, hay cambios en el estilo de vida que pueden ser muy efectivos. Controlar el peso es uno de los aspectos fundamentales, ya que el aumento de peso aumenta considerablemente el riesgo de desarrollar osteoartritis, especialmente en las caderas y la espalda. 

Además del peso, otro factor que una persona puede controlar es la debilidad muscular. Aquellos que llevan una vida sedentaria y no fortalecen sus músculos pueden experimentar un deterioro en sus articulaciones y una degeneración del cartílago. También se deben considerar las lesiones articulares previas, como fracturas o cirugías, ya que estas pueden contribuir al desarrollo de la osteoartritis a lo largo del tiempo.

Ejercicio físico

Es esencial recordar que el ejercicio es beneficioso para las personas que padecen osteoartritis. Aunque pueda parecer contradictorio, mantenerse activo es fundamental para aliviar el dolor y la inflamación, así como para fortalecer los músculos.

En cuanto a la elección de actividades, es esencial que aquellas personas que deseen mantenerse activas realicen ajustes en su rutina. “Si anteriormente solían correr, podrían considerar cambiar a andar en bicicleta o a realizar ejercicios acuáticos de bajo impacto para reducir la carga en las articulaciones”. 

Además, se recomienda evitar ejercicios de alto impacto o actividades que exijan estar de pie durante largos periodos de tiempo, ya que pueden desencadenar inflamación. Planificar descansos adecuados durante la actividad física es crucial para evitar la exacerbación del dolor.

Pérdida de peso

“La pérdida de peso contribuye a reducir la progresión de la enfermedad y mejora los dolores en las rodillas y las caderas. Mantenerse activo también es esencial, ya que la actividad física regular ayuda a mantener las articulaciones más flexibles y mejora la condición física en general”.

Mantenerse activo es crucial. Si ciertas actividades previas ya no son posibles debido al dolor en las articulaciones, es recomendable buscar alternativas de bajo impacto, como andar en bicicleta o realizar ejercicios acuáticos. Estos ejercicios no ejercen tanta presión sobre las articulaciones y pueden ayudar a reducir la frecuencia de los dolores articulares.

“Recomiendo a mis pacientes dedicar al menos 30 minutos al día, tres veces a la semana, como mínimo, a la actividad física. Esto no solo reducirá el dolor y la inflamación, sino que también ayudará a combatir la fatiga y a mejorar la movilidad, lo que contribuirá a su bienestar emocional”.

Factores no modificables

“Existen factores que no pueden controlarse, como la edad, ya que el cartílago tiende a degenerarse con el envejecimiento. Las lesiones articulares previas, incluso cuando ocurrieron en la juventud, pueden desencadenar la osteoartritis en una etapa posterior de la vida, denominada osteoartritis postraumática. Además, algunas personas pueden tener factores genéticos hereditarios que también influyen en el desarrollo de la osteoartritis”. 

Lee más: Estas son las edades en las que hay mayor riesgo de desarrollar osteoporosis y osteoartritis

Terapia de calor y frío

El uso de calor puede ayudar a relajar los músculos, mientras que el frío suele reducir la hinchazón. Personalmente, prefiero aplicar frío en casos de dolores agudos, mientras que el calor es útil para relajar los músculos antes de realizar actividades físicas. Es importante recordar que tanto el calor como el frío deben aplicarse durante un período de tiempo limitado, generalmente de 10 a 15 minutos, para evitar daños en la piel.

Fisioterapia

Un fisioterapeuta puede ser de gran ayuda al proporcionar ejercicios y técnicas de rehabilitación que fortalecerán los músculos alrededor de las articulaciones, lo que a su vez aliviará la presión sobre las mismas y mejorará la movilidad.

“Los tratamientos médicos que podemos ofrecer para aliviar y mejorar su funcionalidad son diversos. En primer lugar, la terapia física puede desempeñar un papel fundamental. Los fisioterapeutas emplean una variedad de técnicas para fortalecer los músculos, aumentar la flexibilidad y diseñar programas de ejercicios personalizados. Además, evaluarán su mecánica corporal y caminar para abordar cualquier problema subyacente que pueda contribuir a su malestar”.

Terapia ocupacional

En el caso de afectaciones en las manos o problemas de funcionalidad, la terapia ocupacional puede ser beneficiosa. Los terapeutas ocupacionales pueden ayudar a los pacientes a mejorar su capacidad para realizar actividades cotidianas y recomendar dispositivos médicos que faciliten la funcionalidad.

Medicamentos

En cuanto a los medicamentos sin receta (de venta libre), se encuentran disponibles antiinflamatorios orales como el ibuprofeno. Sin embargo, es importante que antes de utilizar estos medicamentos, considere sus condiciones de salud y consulte a su médico para asegurarse de que sean adecuados para su caso. Estos medicamentos no se recomiendan para un uso prolongado debido a los posibles efectos secundarios.

Además, existen medicamentos recetados como los antiinflamatorios orales que se utilizan para reducir la inflamación y aliviar el dolor en casos de artritis y otras condiciones similares. Estos medicamentos generalmente requieren una receta médica y deben ser administrados bajo la supervisión de un profesional de la salud. 

Además de los medicamentos orales, también se pueden utilizar inyecciones intraarticulares. Las inyecciones de cortisona, o corticosteroides, son bien conocidas y se utilizan para reducir la inflamación. 

“Estas inyecciones son especialmente efectivas en casos de hinchazón en las rodillas, caderas y hombros, ya que alivian el dolor y ayudan a restaurar la movilidad. Es importante tener en cuenta que estas inyecciones no curarán la osteoartritis, pero pueden proporcionar un alivio temporal que pospone la necesidad de una cirugía de reemplazo de articulaciones, como una cirugía de reemplazo de cadera o rodilla”.

Otro tipo de inyección que se utiliza comúnmente es el ácido hialurónico, especialmente para el tratamiento de la osteoartritis en las rodillas. “El ácido hialurónico actúa como un lubricante natural en la articulación, y su producción suele disminuir con el avance de la artritis. Estas inyecciones ayudan a mejorar la lubricación en la rodilla, reduciendo la fricción entre los huesos y, por ende, disminuyendo el dolor”. 

Es importante destacar que estas inyecciones suelen ser más costosas y se consideran una opción cuando otros tratamientos, como los medicamentos orales, las inyecciones de cortisona y la terapia física, han sido insuficientes. En algunos lugares, estas inyecciones se conocen popularmente como «inyecciones de cresta de gallo».

Si ninguno de estos tratamientos proporciona un alivio significativo, entonces se podría considerar la opción de una cirugía de reemplazo de articulaciones, como una cirugía de reemplazo de rodilla o cadera. 

Es fundamental recordar que los analgésicos sin aspirina, los NSAIDS, como el ibuprofeno o el naproxeno, son efectivos para aliviar los dolores asociados con la artritis. No obstante, su uso prolongado puede tener efectos negativos en la salud cardiovascular y renal, además de aumentar la presión arterial. En esta categoría de medicamentos, también encontramos opciones tópicas, como el diclofenaco, que se pueden adquirir sin receta. 

“Estos productos son de elección para muchas personas debido a su menor riesgo de efectos secundarios en comparación con los medicamentos orales. No obstante, es esencial utilizarlos con moderación y durante un tiempo limitado”.

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Redacción BeHealth

Grupo multimedios especializado en promover la preservación de la salud física, mental y emocional.

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