Please ensure Javascript is enabled for purposes of website accessibility
*Apoyado por BeKidsBTSBeKids

Epidemia de dengue y niños: claves para padres puertorriqueños

En marzo de este año, el Departamento de Salud de Puerto Rico declaró una epidemia de dengue, una medida que no se veía necesaria desde hacía más de 11 años. Este evento ha sacudido a la comunidad médica y ha puesto en alerta a la población, dado que no es común que pase tanto tiempo entre brotes epidémicos en la isla.

De acuerdo con la Dra. Ana Medina, pediatra con vasta experiencia en Puerto Rico, el dengue, una enfermedad causada por el virus del dengue, es transmitido por el mosquito Aedes aegypti, cuya hembra es la responsable de las picaduras que ocurren principalmente al amanecer y al anochecer.

«El dengue es una enfermedad febril que, aunque en la mayoría de los casos puede ser asintomática, aquellos que presentan síntomas saben que están enfermos,» explica la Dra. Medina. Este virus ha existido en Puerto Rico por muchos años, pero el reciente resurgimiento de casos ha llevado a una declaración de epidemia, algo que no se había visto en más de una década.

La Dra. Medina señala que la declaración de esta epidemia no es un hecho aislado y podría estar influenciada por varios factores, tanto ambientales como sociales. «Volvimos a caer en esta situación, aunque aún no está claro por qué,» dice. Estadísticamente, los ciclos epidémicos de dengue suelen ocurrir cada tres a cinco años, pero esta vez no fue así. «No hay una explicación concreta hasta el momento, lo cual es sorprendente», agrega.

Entre los factores que podrían haber contribuido a este resurgimiento, la Dra. Medina destaca el cambio climático y los fenómenos meteorológicos extremos. «El calentamiento global y los eventos climáticos juegan un papel crucial. Las lluvias intensas combinadas con altas temperaturas permiten que el mosquito sobreviva más tiempo y alcance la etapa adulta más rápidamente», detalla. Además, la sequía ha llevado a muchas personas a almacenar agua, creando un ambiente propicio para la proliferación de larvas de mosquitos si los recipientes no se cubren adecuadamente.

Educación y prevención: claves para combatir el dengue

Uno de los mayores desafíos que enfrentan los profesionales de la salud es la falta de conciencia y conocimiento sobre el dengue entre la población y algunos médicos recién graduados. «Las personas pueden olvidar lo que implica el dengue, e incluso los médicos recién graduados podrían no haber visto tantos casos», reflexiona la Dra. Medina. Esta falta de exposición a la enfermedad podría llevar a diagnósticos tardíos o incorrectos, lo cual es peligroso, dado que el dengue puede volverse grave muy rápidamente.

Por esta razón, la comunidad médica ha actuado con rapidez para educar tanto a la población general como a los profesionales de la salud. «Es crucial educar sobre los síntomas del dengue, especialmente porque los pacientes pueden no presentar síntomas al principio, pero aquellos que sí los tienen suelen experimentar un inicio abrupto», afirma. Los síntomas típicos del dengue incluyen fiebre, escalofríos, dolor de cabeza, dolor detrás de los ojos, y dolores intensos en las articulaciones, huesos y músculos. «Estos síntomas pueden confundirse fácilmente con otras enfermedades, pero el dolor detrás de los ojos y el inicio abrupto de la fiebre son indicadores clave que los médicos deben tener en cuenta», subraya.

Te puede interesar: Estrategias para una transición exitosa: Dra. Mariely Agosto Pérez

Diagnóstico y manejo del dengue

Diagnosticar el dengue puede ser un desafío debido a su similitud con otras enfermedades virales. «El diagnóstico clínico es posible, pero debe hacerse con mucha precaución,» advierte la Dra. Medina. A diferencia de otros virus, como la influenza, el dengue no suele presentar secreciones nasales significativas, lo cual es un dato importante a considerar. Además, en el laboratorio, se puede observar una disminución en el recuento de glóbulos blancos, lo que puede ayudar en el diagnóstico.

La Dra. Medina enfatiza la importancia de no retrasar el tratamiento. «El médico siempre debe tratar al paciente basándose en lo que cree que tiene, incluso si los resultados de laboratorio, como el PCR y el NS1, aún no han llegado. Lo más importante es no perder tiempo y actuar para salvar vidas», recalca. Este enfoque proactivo es esencial para evitar complicaciones graves, especialmente en poblaciones vulnerables como niños, ancianos y personas con enfermedades crónicas.

En cuanto a las recomendaciones para los padres que sospechan que sus hijos podrían tener dengue, la Dra. Medina es clara: «Si un niño presenta síntomas que podrían ser de dengue, lo primero que deben hacer los padres es llamar a su pediatra o llevar al niño a la oficina del pediatra». Enfatiza que el pediatra es el mejor aliado que una familia puede tener en el cuidado de sus hijos, y la consulta temprana puede marcar la diferencia. «Si no hay disponibilidad inmediata y hay preocupación, deben acudir a la sala de emergencias más cercana y comunicar que el niño tiene ciertos síntomas y que sospechan que podría tener dengue», añade.

Importancia del seguimiento y los signos de alarma

Una vez en la sala de emergencias, es crucial que se realice un examen físico completo, incluyendo la toma de presión arterial y la revisión de la piel para detectar posibles puntos rojos de sangre. «También es esencial obtener un historial médico detallado y realizar un examen físico exhaustivo de pies a cabeza,» recomienda la Dra. Medina. En algunos casos, puede ser necesario repetir la toma de presión arterial y ordenar pruebas de laboratorio adicionales, como un hemograma completo (CBC).

El seguimiento cercano es vital en los casos de dengue sospechoso. Según la Organización Panamericana de la Salud, la Organización Mundial de la Salud y el CDC, un paciente con sospecha clínica de dengue requiere una evaluación diaria y la repetición de laboratorios dentro de las primeras 24 a 48 horas, según sea necesario. «Si el paciente es un niño menor de un año, un anciano, un diabético, una persona con problemas pulmonares o una mujer embarazada, debe ser tratado en un hospital y no en casa, ya que estos pacientes son considerados de alto riesgo para desarrollar dengue grave,» subraya la Dra. Medina.

Los signos de alarma son cruciales para determinar la gravedad del dengue y la necesidad de hospitalización. «Si el paciente, además de los síntomas mencionados, presenta sangrado por la nariz o encías, un aumento en el sangrado menstrual, vómitos con trazas de sangre, o sangre en la orina, esto se considera una emergencia,» advierte. Estos signos indican que la condición del paciente podría agravarse, y se requiere hospitalización inmediata para evitar complicaciones potencialmente mortales.

Hidratación y tratamiento del dengue

La hidratación es un aspecto fundamental en el manejo del dengue. «La hidratación es vital durante el tratamiento del dengue, incluso si un paciente parece estar bien, podría estar deshidratándose,» explica la Dra. Medina. Esto es especialmente cierto cuando la fiebre comienza a bajar, un momento crítico en el curso de la enfermedad.

En años anteriores, se cometía el error de enviar a casa a los pacientes cuando la fiebre disminuía, sin el seguimiento adecuado, lo que a veces resultaba en consecuencias fatales. «Hoy en día se enfatiza la importancia de un seguimiento cercano: la evaluación clínica debe ser diaria, y los laboratorios deben repetirse cada 24 a 48 horas,» asegura.

El uso de medicamentos también es un aspecto delicado en el tratamiento del dengue. «Es crucial entender que no se debe usar aspirina ni ibuprofeno para tratar la fiebre en casos de dengue, ya que estos medicamentos pueden aumentar el riesgo de sangrado,» advierte la Dra. Medina. Esta recomendación es especialmente importante para pacientes que ya están tomando medicamentos antiplaquetarios para prevenir coágulos. En estos casos, cualquier sospecha de dengue requiere una evaluación inicial obligatoria.

Prevención en el hogar y la comunidad

La prevención del dengue comienza en el hogar. La Dra. Medina ofrece consejos prácticos para evitar la proliferación del mosquito Aedes aegypti. «Es importante que, si tienes plantas en tu patio con platos debajo, te asegures de vaciar esos platos al menos una vez a la semana. Idealmente, no deberías dejar que el agua se estanque, ya que esto crea un ambiente perfecto para la reproducción de mosquitos», sugiere. Si estás recolectando agua de lluvia, es crucial que esos recipientes estén bien tapados. «Los envases deben estar completamente sellados y solo abrirse cuando sea necesario para evitar que las larvas de mosquito se conviertan en mosquitos adultos», añade.

Además de mantener el hogar libre de agua estancada, es recomendable utilizar telas metálicas o mosquiteros en las ventanas y puertas de la casa. «Aunque hace calor, especialmente durante las horas en que el mosquito hembra es más activo, como al amanecer y al anochecer, usar ropa de manga larga y pantalones largos puede ayudar a prevenir las picaduras,» recomienda. Si las telas metálicas están rotas, se pueden reparar con cinta adhesiva para asegurar que los mosquitos no puedan entrar al hogar.

El uso de repelente es otra medida preventiva esencial, especialmente para los niños. «El uso de repelente es esencial y puede aplicarse en niños a partir de los dos meses de edad. Es importante leer las instrucciones del producto para saber cada cuánto tiempo debe reaplicarse, ya que esto varía según la concentración del repelente,» explica la Dra. Medina.

Rol de la vacunación y el futuro del dengue en Puerto Rico

En los últimos años, la ciencia ha avanzado en la lucha contra el dengue, y una de las herramientas más prometedoras es la vacuna Dengvaxia. Esta vacuna, aprobada en Norteamérica y Estados Unidos, está destinada a personas de entre 9 y 16 años que ya han tenido dengue, comprobado por dos métodos de laboratorio. «Es importante destacar que la vacuna no previene el dengue en quienes nunca lo han tenido, pero puede ayudar a evitar que una segunda infección sea más grave,» señala la Dra. Medina.

Sin embargo, la disponibilidad de la vacuna es limitada. «La compañía que produce esta vacuna ha anunciado que dejará de fabricarla debido a la baja demanda mundial, pero todavía hay dosis disponibles en Puerto Rico hasta la primavera del año que viene», informa la Dra. Medina. Por lo tanto, es aconsejable que los padres hablen con el pediatra para determinar si su hijo califica para recibirla y así protegerlo contra futuros episodios graves de dengue.

El dengue es una enfermedad compleja y potencialmente peligrosa, que requiere un enfoque multifacético para su manejo y prevención. La Dra. Ana Medina ha enfatizado a lo largo de esta entrevista la importancia de la educación, la prevención y el tratamiento oportuno. «La información es vital, y tanto médicos como el público general deben estar bien informados», insiste.

Puerto Rico ha enfrentado brotes de dengue en el pasado, pero la epidemia actual es un recordatorio de que la vigilancia constante y la acción proactiva son esenciales para proteger la salud pública. A través de la educación continua, la adopción de medidas preventivas en el hogar y la comunidad, y el acceso a vacunas y tratamientos adecuados, podemos reducir el impacto del dengue en la isla.

La Dra. Medina concluye con un mensaje de esperanza y responsabilidad compartida: «Es cierto que estuvimos 11 años sin una epidemia de dengue, y podemos lograrlo de nuevo con esfuerzo y medidas de prevención». La comunidad médica y la población general deben trabajar juntos para enfrentar este desafío y asegurar un futuro más saludable para todos.

Mira la charla completa aquí:

Lee más: Visita del niño sano: Fundamental para la salud infantil, según la Dra. Carmen Suárez

Redacción BeHealth

Grupo multimedios especializado en promover la preservación de la salud física, mental y emocional.

Publicaciones relacionadas

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Botón volver arriba