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Enfermedad de las arterias coronarias, la principal causa de muerte dentro de las cardiovasculares

La enfermedad de las arterias coronarias (EAC) ocurre cuando las arterias que suministran la sangre al músculo cardíaco se endurecen y se estrechan. Esto se debe a la acumulación de colesterol y otros materiales llamados placa en la capa interna de las paredes de la arteria. Esta acumulación se llama arterioesclerosis.

Sobre esta condición, el doctor Rafael Rivera, reconocido cardiólogo intervencional de la isla, compartió algunos aspectos clave que debemos tener en cuenta. 

“Cuando hablamos de enfermedad coronaria nos referimos específicamente a la enfermedad cardíaca, porque las arterias del corazón que suplen el flujo de sangre, oxígeno y nutrientes al corazón, se llaman arterias coronarias”, precisó el especialista.

Usualmente la enfermedad de las arterias coronarias surge debido a la aterosclerosis, pero esta última puede ocurrir en cualquier sistema vascular o arterial en nuestro cuerpo, desde el cerebro, las carótidas, la aorta y las piernas.

Es decir, hablamos específicamente de enfermedad de las arterias coronarias, la enfermedad aterosclerótica, que es la deposición de calcio y usualmente colesterol específicamente en las arterias del corazón.

¿Qué tan frecuente es la enfermedad de las arterias coronarias? 

Lo que ocurre en términos sencillos es una deposición progresiva de calcio y colesterol que propicia que las arterias se vayan dañando y tapando con el pasar del tiempo. Por ende, hay una obstrucción y no le llega nutriente y oxígeno a el corazón. Así, como consecuencia, el corazón sufre la falta de suplido de esos nutrientes y de oxígeno. 

Respecto a las estadísticas, el especialista enfatizó en que la enfermedad cardiovascular en Occidente es la causa número uno de muerte.

“Casi 700.000 personas mueren al año por enfermedades cardiovasculares, según la última estadística del CDC. Lamentablemente, ya casi se está equiparando con el cáncer, pero sigue siendo la causa número uno de muerte. De esas casi  700.000 personas, aproximadamente 400.000 mueren por enfermedad coronaria del corazón”.

Causas que provocan la enfermedad de arterias coronarias 

Según el doctor, existen diversos factores de riesgo. Sin embargo, resaltó que  “estos no necesariamente se manifiestan en una etapa tardía”.

De ahí la importancia de la prevención y la educación donde los pacientes, desde jóvenes o incluso desde la niñez, conozcan que hay factores de riesgo que se deben modificar a temprana edad.

“La idea no es que estos factores de riesgo los empecemos a modificar cuando ya se tenga 50 años o más”.

El doctor Rivera comentó que los factores de riesgo modificables son aquellos que sí podemos controlar mediante cambios en el estilo de vida. Algunos de ellos son:

  • Control de la presión arterial alta: presión sistólica más de 130 sistólica y diastólica de más de 80.
  • Control de la hiperlipidemia: aumento de los niveles de colesterol, principalmente del colesterol malo (LDL).
  • Prevención de la obesidad
  • Evitar la vida sedentaria
  • Control de la diabetes: factor más relevante para la enfermedad coronaria
  • Evitar el consumo de tabaco

Por otro lado, hay otros factores que lamentablemente no son modificables como la genética. En este sentido, el especialista explicó:

Si yo tengo predisposición; mi papá o mi mamá tuvieron enfermedad coronaria a temprana edad, usualmente menos de los 65 años, yo tengo un factor genético”. 

Otro factor no modificable es la edad, en los hombres tiende a presentarse después de los 45 años de edad.  Mientras que, en el caso de las mujeres el riesgo aumenta después de los 55 años de edad.

“Hay otros factores que también influyen de forma indirecta como las enfermedades crónicas, enfermedades reumatológicas, enfermedad reumatoidea, enfermedad renal o lupus”.

Importancia de la educación y la prevención

“Cuando hablamos de enfermedad coronaria, lo más importante es la educación porque no hay un estudio de cernimiento como tal desde el punto de vista cardiovascular. Aquí lo más importante es la educación desde temprana edad. Tienes que orientar al paciente sobre cómo puede cuidarse al prevenir la obesidad, mantener una dieta balanceada con promoción de buen control glicémico y buen control del colesterol”.

También es importante llevar una vida activa y realizar ejercicio 5 veces a la semana mínimo, 30 minutos en promedio. El Colegio Americano de Cardiología recomienda 150 minutos de ejercicios de intensidad moderada a la semana.

“Estamos siendo bien enfáticos en llevar educación al adolescente sobre la buena alimentación y el control de peso para prevenir, porque se han visto estudios que demuestran que la enfermedad coronaria se empieza a desarrollar desde temprana edad, aunque se manifiesta en etapas más tardías”.

Es decir, la placa de colesterol se va a depositando gradualmente desde la juventud bajo una alimentación alta en grasas. Asimismo, el cardiólogo recomendó que en la adultez se realice por lo menos una visita al cardiólogo o el médico primario para hacer una evaluación e identificar factores de riesgo.También para determinar los niveles de presión  sanguínea o glicemia. Más allá de esto, es esencial también hacer modificaciones de estilo de vida, si algunos de estos aspectos no se encuentran dentro de los parámetros normales.

“Trabajamos de esta manera: en identificar pacientes que tienen riesgo por el historial familiar o que tengan condiciones y empezar a hacer modificaciones desde temprana edad”, enfatizó.

Por otro lado, si hay síntomas que sugieran que la presencia de enfermedad coronaria, “podemos empezar a hacer estudios  de cernimiento como electrocardiogramas, pruebas de ejercicio, ecocardiografías, entre otros”.

Síntomas de enfermedad de arterias coronarias 

Teniendo en cuenta que el calcio y el colesterol se van depositando en las arterias, así mismo van dañando y tapando a esta última con el pasar del tiempo. Por lo tanto, al no llegar suficiente sangre u oxígeno, el paciente empieza a tener síntomas.

El más común es la angina de pecho, que es el dolor mayormente asociado con estrés emocional o con actividad física que se alivia con descansos o con nitroglicerina.

“También hay síntomas equivalentes donde el paciente no presenta angina de pecho, sino con fatiga o baja tolerancia a la actividad física. Por ejemplo, un paciente de 55 años de edad que es hipertenso y diabético, que anteriormente caminaba 30 minutos en la pista pero ahora cada vez que lo hace siente el pecho apretado, falta de aire y se cansa más de lo usual”, esbozó.

Así que esta es una bandera roja que puede estar indicando presencia de enfermedad coronaria. Este tipo de paciente debe proceder a una evaluación cardiovascular con estudios de cernimiento, evaluación física, evaluación de laboratorios, medición de la presión, colesterol, lípidos y “posiblemente, hacer pruebas de ejercicios”.

En síntesis, el dolor de pecho es el síntoma clásico, el cual se puede irradiar  hacia el área del hombro, la quijada, los dientes, la espada o incluso, en los pacientes diabéticos, en el área epigástrica.

Diagnóstico de enfermedad de arterias coronarias 

“Se pueden usar métodos no invasivos”, enfatizó el Dr. Rivera, y añadió que se debe realizar un buen examen físico y un buen análisis del historial médico para identificar qué factores de riesgo tiene esta persona.

“Luego de eso realizar un electrocardiograma realizado en una oficina médica.Depende los síntomas uno va escalando en la indagación, posiblemente haciendo una prueba de ejercicio, donde se monitorea el corazón. Es una forma no invasiva de evaluar si hay presencia de enfermedad de las arterias coronarias”.

De esta prueba ser positiva y hay una duda razonable, hay una escala. Se puede proceder a hacer un cateterismo, que es llevar un catéter a las arterias coronarias, un procedimiento mínimamente invasivo donde se inyecta un tinte y se identifican las áreas de las obstrucciones.

“Hay otras técnicas más recientes que se usan en ciertos pacientes con factores de riesgo y que están teniendo síntomas en donde podemos  evaluar el grado de calcificación de las arterias y también nos pueden dar un valor pronóstico de cuánto riesgo tiene el paciente de desarrollar enfermedad coronaria en el futuro”, comentó.

También se puede realizar el ecocardiograma donde se percibe la parte valvular del corazón y su funcionamiento. Es decir, existe una gama de herramientas para evaluar al paciente.

Tratamiento de la enfermedad de arterias coronarias 

“Como le digo siempre a los pacientes, un gran porcentaje de las enfermedades cardiovasculares son prevenibles con modificaciones de estilo de vida”. 

El primer paso es la prevención primaria que consiste en modificar los factores de riesgo para evitar que un futuro se desarrolle la condición.

“Los cimientos de la buena condición cardiovascular yo siempre los defino en dos como la columna de una casa: una buena alimentación y una vida activa. Esos son los cimientos de la prevención cardiovascular”, aseveró.

De esta manera, se debe evitar el consumo de sal, las grasas saturadas y disminuir el consumo de carnes rojas. Es importante reemplazar estas últimas con más fibra, frutas, carnes blancas, vegetales y pescados.

“En el paciente que ya lamentablemente desarrolló un problema de hipertensión se debe dar seguimiento con su cardiólogo internista para tener un buen control de presión.  En aquellos que tienen problemas de diabetes, mantener una glicosilada menor de 7 o 6.5”.

Fumar es otro factor a eliminar. Esto adelanta aproximadamente 10 años el tiempo de desarrollar enfermedad coronaria. Asimismo, controlar el colesterol con la dieta y el ejercicio “manteniendo los niveles de LDL lo más bajito que podamos”. 

Si ya la condiciones están presentes se recomienda el control glicémico y el uso de estatinas, así como el uso de antiplaquetarios “individualizando cada caso dependiendo de las condiciones que el paciente presente”.

Si ya existe enfermedad coronaria se requieren procedimientos invasivos como destapar las arterias, “porque lamentablemente ya nos causa un problema de flujo de sangre en el corazón”.

Con un stent o malla, que es un cilindro metálico que “entramos a las arterias, un aspecto más técnico, y aliviamos la obstrucción (…) Etapas más avanzadas, lamentablemente, tenemos que depender de cirugías de corazón abierto realizadas por un cirujano cardiotorácico, el cual coloca un bypass para aliviar las obstrucciones que desarrolló la enfermedad coronaria y poder llevar la sangre al territorio del corazón”.

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