Enfermedad de Hashimoto: esto debes saber
La enfermedad de Hashimoto es una enfermedad crónica de la glándula tiroides (tiroiditis) de carácter inflamatorio, que disminuye su funcionalidad hasta provocar hipotiroidismo. La tiroiditis de Hashimoto tiene un origen autoinmune y se debe al desarrollo de anticuerpos contra las células tiroideas. Se encuentra entre las patologías tiroideas más comunes y frecuentes; Suele afectar a mujeres de entre 45 y 65 años, más que a hombres, y es hereditario.
Síntomas de la enfermedad de Hashimoto
La enfermedad de Hashimoto progresa lentamente con el paso de los años, lo que puede hacer que los síntomas no sean evidentes al principio. Sin embargo, a medida que disminuye la producción de la hormona tiroidea, pueden aparecer los siguientes síntomas:
- Fatiga y falta de energía
- Mayor sensibilidad al frío
- Aumento de la somnolencia
- Piel seca
- Estreñimiento
- Debilidad muscular
- Dolores, sensibilidad y rigidez muscular
- Dolor y rigidez en las articulaciones
- Sangrado menstrual irregular o abundante en mujeres
- Estado de ánimo deprimido
- Problemas de memoria o dificultades de concentración
- Hinchazón en la tiroides (bocio)
- Hinchazón facial
- Uñas quebradizas
- Pérdida de cabello
- Agrandamiento de la lengua
Causas de la enfermedad de Hashimoto
La enfermedad de Hashimoto es un trastorno autoinmunitario en el que el sistema inmunitario del cuerpo se equivoca y crea anticuerpos que atacan las células tiroideas como si fueran invasores extranjeros. Esta respuesta autoinmunitaria lleva a dañar y destruir las células tiroideas, lo que conduce a la disminución de la producción de hormonas tiroideas.
Aunque no se ha identificado una causa precisa, se cree que el inicio de la enfermedad podría estar relacionado con lo siguiente:
- Factores genéticos: Existe una predisposición genética a padecer la enfermedad de Hashimoto, lo que significa que tener antecedentes familiares de la enfermedad puede aumentar el riesgo de desarrollarla.
- Desencadenantes ambientales: Se han identificado diversos factores ambientales que podrían desencadenar o contribuir al desarrollo de la enfermedad. Estos incluyen infecciones virales o bacterianas, situaciones de estrés y la exposición a la radiación.
- Interacciones entre factores ambientales y genéticos: Es probable que exista una compleja interacción entre los factores genéticos y ambientales que influyen en la aparición de la enfermedad. La combinación de ciertos genes y factores ambientales puede desencadenar la respuesta autoinmunitaria contra la glándula tiroides.
¿Cómo diagnostican los médicos la enfermedad de Hashimoto?
El diagnóstico de la enfermedad de Hashimoto se realiza mediante los siguientes métodos:
- Historia clínica y examen físico: El médico recopilará la historia clínica del paciente y realizará un examen físico detallado. Durante el examen, se prestará especial atención al cuello para detectar la presencia de un bocio, que es una hinchazón en la glándula tiroides que algunas personas con Hashimoto pueden desarrollar.
- Análisis de sangre: Se solicitarán análisis de sangre para evaluar el funcionamiento de la glándula tiroides y para detectar la presencia de anticuerpos relacionados con la enfermedad de Hashimoto. Los principales análisis incluyen:
- Hormonas tiroideas (T4 y T3): Se mide el nivel de tiroxina (T4) y triyodotironina (T3) en la sangre para evaluar si hay hipotiroidismo, que es la disminución de la producción de hormonas tiroideas.
- Hormona estimulante de la tiroides (TSH): Se mide la TSH para determinar si la glándula tiroides está siendo estimulada adecuadamente por la hipófisis.
- Anticuerpos antiperoxidasa tiroidea (TPO): Se busca la presencia de estos anticuerpos en la sangre, que están presentes en la mayoría de las personas con Hashimoto. Su detección confirma el componente autoinmunitario de la enfermedad.
- Ecografía de la tiroides (si es necesario): En algunos casos, si hay sospecha de Hashimoto pero los anticuerpos antitiroideos están ausentes en la sangre, el médico puede ordenar una ecografía de la tiroides. Esta prueba de diagnóstico por imágenes muestra el tamaño y características de la glándula tiroides y puede descartar otras causas de agrandamiento, como nódulos tiroideos.
Tratamiento
Si tiene resultados de hipotiroidismo, puede recibir medicamentos de reemplazo para la tiroides.
No todas las personas con tiroiditis o bocio tienen bajos niveles de hormona tiroidea. Usted puede necesitar un seguimiento regular con su proveedor de atención médica.
Expectativas (pronóstico)
La enfermedad permanece estable por años. Si progresa lentamente a deficiencia de hormona tiroidea (hipotiroidismo), se puede tratar con terapia de reemplazo hormonal.
Posibles complicaciones
Esta afección puede presentarse con otros trastornos autoinmunitarios. En casos poco frecuentes, se puede desarrollar linfoma o cáncer de la tiroides.
Fuentes: Mayo Clinic, NIH, Medline Plus