El sueño: un factor clave para el corazón
El sueño es un aspecto clave en la vida de cada persona, sus beneficios en nuestra salud, en el organismo y todas sus funciones que actúan positivamente en nosotros. Inicialmente el sueño es un periodo de inconsciencia durante el cual el cerebro permanece suavemente activo, además, es un proceso biológico complejo que ayuda a las personas a procesar nueva información y a mantenernos saludables.
Entre todos sus beneficios, dormir bien podría hacerle bien al corazón, de acuerdo a un estudio en el cual se evidenció que el sueño es clave para la recuperación tras un infarto.
Un estudio de Mount Sinai expone que el cerebro induce el sueño profundo después de un infarto para ayudar en la sanación cardíaca. Los expertos sugieren que además de los medicamentos, la rehabilitación física y los cambios en la dieta, el descanso profundo reduce el estrés y la inflamación.
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Por otra parte, dormir bien en las semanas siguientes a un infarto puede disminuir significativamente el riesgo de problemas cardíacos a futuro. Además, los monocitos activan una neuroinflamación controlada que promueve el descanso reparador y reduce el riesgo de complicaciones.
Investigación
Se publicó un estudio en Nature por el equipo de Mount Sinai, en el que se evidencia que tras un infarto de miocardio, el cerebro y el corazón colaboran para inducir el sueño profundo, y activan mecanismo naturales de sanación. En el proceso de esta fase de descanso de ondas lentas, el sistema nervioso reduce la frecuencia cardíaca y la presión arterial en el que se disminuye el estrés y la inflamación.
Ahora bien, en este proceso se involucra a los monocitos que al llegar al cerebro, comienzan una respuesta inflamatoria controlada que promueve el sueño reparador y favorece la recuperación del tejido cardíaco. Los hallazgos de este estudio resaltan que cuando se obtiene una buena calidad de sueño tras un infarto, se convierte esencial para prevenir complicaciones.
De acuerdo a lo anterior, es por ello que las personas que logran descansar mejor, tienen menos probabilidades de recaer, mientras que quienes duermen poco duplican el riesgo de sufrir complicaciones. Además, el sueño logra posicionarse como un pilar fundamental en la rehabilitación y recuperación del corazón.
Cuando dormimos el cuerpo pone en marcha una consecuencia de procesos de reparación que resultan esenciales para mantener el corazón saludable. Cuando se descansa menos de las 7 o 8 horas recomendadas se puede incrementar la actividad del sistema nervioso simpático, encargado de las respuestas rápidas del organismo.
Hallazgos
El equipo de Mount Sinai presenta los hallazgos en los que se propone un enfoque que se vuelve novedoso ya que consiste en la recuperación postinfarto, en el que la calidad del sueño se convierte en un pilar fundamental del tratamiento. Se deben integrar estrategias para poder garantizar un descanso adecuado, en el que se pueda reducir las interrupciones nocturnas en los hospitales o brindar asesoramiento sobre el sueño, así se podría mejorar significativamente la recuperación cardíaca.
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