Cuida tus riñones y conoce cuáles son los exámenes que debes hacerte
Un órgano totalmente vital para nuestro organismo son los riñones. Estos se encargan de eliminar desechos y el exceso de lÃquido de nuestro cuerpo. También eliminan el ácido que producen las células del cuerpo para mantener un equilibrio saludable de agua, sales y minerales como (sodio, calcio, fósforo y potasio) en la sangre.
Además, son los encargados de controlar la presión arterial, regular el equilibrio ácido base, activar la vitamina D, esencial para el metabolismo de los huesos y producir eritropoyetina hormona esencial para evitar la anemia; por ello debemos comprender cómo cuidarlos para obtener un resultado siempre beneficioso para nuestro organismo.
Por ello, es fundamental mantener controlados los niveles de azúcar, llevar un peso saludable, evitar el cigarrillo y corregir los malos hábitos alimenticios. Sin este equilibrio, es posible que los nervios, músculos y otros tejidos del cuerpo no funcionen de manera adecuada.Â
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Cuidado de los riñones
Para cuidar nuestros riñones es necesario mantenernos sanos para que asà puedan funcionar en plenitud. Médicos expertos en la salud renal aportan consejos y recomendaciones para proteger nuestros riñones y que funcionen bien.
- Controlar el nivel de azúcar en la sangre, ya que los altos niveles de azúcar pueden ocasionar daños en los riñones al pasar el tiempo.
- Mantener un peso adecuado a través de una buena alimentación es clave, ya que mantener una dieta equilibrada aporta a la salud renal.
- Ingerir agua regularmente ayuda a los riñones a eliminar el sodio, la urea y las toxinas del cuerpo, manteniéndote hidratado siempre para evitar dañar los riñones.
- No automedicarse, el uso de medicamentos excesivos puede llevar a una falla renal.
- Evitar fumar, ya que esto puede deteriorar la función renal e interferir con los medicamentos utilizados para tratar la hipertensión.
- Realizar chequeos regulares, especialmente si puedes estar en riesgo o padeces de diabetes, hipertensión, obesidad o tienes un historial de familiares con alguna afectación en los riñones.
Función renal
Es importante tener en cuenta los análisis que se realizan para evaluar la función renal de cada paciente. Para ello, se llevan a cabo pruebas bioquÃmicas a partir de muestras de sangre y orina, las cuales se recolectan durante un perÃodo de 24 horas. Asimismo con la observación al microscopio del sedimento urinario, estos análisis ayudan al profesional de la salud a enfocar bien el diagnóstico y tratamiento de una enfermedad.
Los siguientes son los tipos de análisis que se realizan para la función renal:
- Creatinina: esta es una sustancia de origen muscular que se constituye por tres aminoácidos. La cantidad de creatinina que aparece en la sangre de una persona depende de su masa muscular. De acuerdo a lo anterior, el aumento de esta sustancia indica un recambio muscular, bien ya sea patológico o porque el músculo se está rompiendo, también fisiológico que es cuando la persona presenta gran masa muscular, como en el caso de deportistas. El aumento de creatinina en la sangre se puede dar por una mala filtración glomerular.
- Urea: Esta es la forma no tóxica del amonÃaco que se genera en el organismo a partir de la degradación de proteÃnas que provienen tanto de la dieta como del recambio fisiológico. La retención de urea en la sangre muestra el mal funcionamiento renal globalmente, esta se ve afectada por la dieta rica en proteÃnas por el funcionamiento hepático y por estados catabólicos.
- Electrolitos: Todos los procesos metabólicos del organismo afectan a la concentración de electrolitos en sangre y orina; a lo largo de la nefrona los electrolitos son reabsorbidos o secretados de acuerdo a lo que sea necesario para regular su concentración sanguÃnea y para regular la carga osmótica como el pH de la orina.Â
- ProteÃnas en orina: Estas normalmente no aparecen en orina, salvo en determinadas circunstancias como el embarazo, después de realizar deporte o de haber estado mucho tiempo de pie. En los análisis, si se detecta su presencia, hay que descartar que se deba a una patologÃa no renal que implique un aumento de producción, como en mielomas, fiebre, procesos inflamatorios o quemaduras.
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